Romeo y Juventus
“Hasta que el presidente me quiera estaré en el club”
Llega el Juventus al Camp Nou y es fácil distinguir a su estrella. Algo le hace especial. Todos: Higuaín, Barzagli, Benatia, Pjanic, Douglas Costa, Matuidi, Asamoah, Szczesny, Sturaro –incluso los chavales Merio y Caligara– llevan la camisa por fuera. En cambio, Paulo Dybala lleva la prenda perfectamente abotonada y metida por dentro del pantalón. Impecable. Uniformado. Y cuando habla con los compañeros mantiene las manos cruzadas en la espalda. Parece un novio enamorado. Es el Romeo del Juventus. Otros se dejarían querer –el Barça barajó su nombre tras la fuga de Neymar– y él jura amor a la Vecchia Signora. “Nadie del club me comentó nada de una oferta. Sí que me dijeron que era importante para el proyecto y me dieron el 10. Hasta que la sociedad y el presidente me quieran voy a estar en el Juventus”.
Dybala tiene cara de no haber roto un plato pero en abril destrozó a la defensa del Barcelona en Turín con dos goles. “Lo que hice el año pasado no lo esperaba nadie. Y ahora todos quieren que lo repita. Aún sin Neymar respeto mucho al Barça, por su historia, su nombre y su fama. Pero tendremos nuestras opciones de ganar”, analizó, siempre con una educación impoluta. Igual que el respeto reverencial con el que habla de Messi. “Por suerte tengo la oportunidad de jugar con Leo en la selección. Es un gran placer. Juega en mi posición y tengo que respetar su espacio y adaptarme yo a él. Verlo jugar y entrenar seguido me va a ayudar mucho”, revela. Quizás por tanta corrección, cuando marca un gol –lleva 7 esta temporada, 49 desde que llegó al Juventus en 2015– simula una máscara con la mano y oculta parte de su rostro. Porque no pretende ser el eterno aprendiz o que le etiqueten como el crack del futuro. “Messi y Cristiano tienen unos números a los que nadie había llegado. Neymar en cada partido deja algo. Yo estoy trabajando bien y es bonito que me comparen. Pero ellos aún jugarán unos años más. Así que intentaré llegar a su nivel lo antes posible”, avisa al Barça, que ya probó el veneno del Romeo del Juventus.