La Vanguardia

Una falsa alarma obliga a desalojar los alrededore­s de la Sagrada Família

Los Mossos activan un dispositiv­o antiterror­ista por una furgoneta sospechosa en la zona

- MAYKA NAVARRO

Una furgoneta sospechosa desató ayer por la tarde todas las alarmas en la zona de la Sagrada Família de Barcelona, que fue desalojada dentro del dispositiv­o antiterror­ista que pusieron en marcha los Mossos. La amenaza resultó ser infundada –el vehículo transporta­ba colchones–, pero paralizó nueve manzanas del Eixample mientras los Tedax trabajaban. Durante todo el día aumentaron los controles en carreteras, propios del nivel 4 de alerta, tras un aviso de los servicios franceses, pero que no concretaba amenazas en Catalunya.

Una furgoneta de color azul y con colchones despertó los recelos de la policía Una parada de metro se anuló, tres calles se cortaron y los vecinos se confinaron en sus casas

Es más que probable que, a partir de ahora, tengamos que ir acostumbrá­ndonos a las alarmas infundadas y los sustos como el que ayer por la noche se vivió a las puertas de la Sagrada Família de Barcelona. El dispositiv­o de seguridad en el templo, como en otros puntos relevantes de la ciudad, había sido reforzado después de que los Mossos d’Esquadra recibieran una alerta antiterror­ista genérica de parte del Centro de Inteligenc­ia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco). La alerta no era específica sobre Catalunya, pero se activaron los planes de prevención. A las ocho y cuarto de la noche, una furgoneta activó la alarma.

Una pareja de mossos del Área Regional de Recursos Operativos (Arro) detuvo a una furgoneta que acababa de estacionar en la calle Provença con Sardenya. En el interior viajaban dos jóvenes. Los policías echaron un vistazo al interior y vieron varios colchones y algún objeto confuso que les generó dudas. Y, ante la duda, en un nivel de alarma antiterror­ista cuatro sobre cinco, se comunicó el incidente a los superiores hasta que los responsabl­es de la policía decidieron poner en marcha el plan de alerta antiterror­ista. Se activaron los Tedax, la unidad de detección de explosivos, la unidad canina y los mossos de la comisaría general de Informació­n. Todos se desplazaro­n hasta el templo.

A esa hora, la Sagrada Família ya había cerrado sus puertas a los visitantes,y los pocos que aún quedaban en el interior fueron desalojado­s por la puerta contraria al lugar en el que estaba la furgoneta. La policía, junto con la Guardia Urbana, creó una zona de seguridad delimitada por las calles Provença, Rosselló y Sardenya en la que se cortó el tráfico y se desalojó a todos las personas que estaban en las calles. Los vecinos fueron confinados en sus casas y otros muchos en los escasos comercios que aún no habían cerrado las puertas. Bares, restaurant­es y bazares de recuerdos de los alrededore­s del templo fueron obligados a bajar las persianas, con el público en el interior. La circulació­n del metro también resultó afectada, y durante la hora y media que duró la emergencia, los convoyes de las líneas 2 y 5 no se detuvieron en la estación de la Sagrada Família.

El incidente duró hora y media. El tiempo que necesitaro­n los Tedax en llegar hasta la Sagrada Família y acercarse hasta la furgoneta para comprobar que las sospechas eran infundadas. Mientras duraron las comprobaci­ones, los dos ocupantes del vehículos permanecie­ron custodiado­s por los mossos en los jardines de la plaza del templo.

El corte de las calles, el trajín de sirenas de vehículos policiales, ambulancia­s y de emergencia­s pusieron en tensión a una ciudad que todavía tiene demasiado fresco en la memoria el atentado de la Rambla, del que se cumplirá un mes el próximo domingo. Los vecinos del templo vivieron el susto con mucha inquietud, especialme­nte los que se quedaron fueran de la zona acotada y no podían regresar a sus casas. El resto de los barcelones­es se mantuvo atento a los medios de comunicaci­ón y a las redes sociales, a través de las cuales los Mossos volvieron a dirigirse directamen­te con la ciudadanía para informar del desarrollo de la incidencia.

A las 21.38 horas, la policía daba por finalizada la emergencia y la alarma. Afortunada­mente, era infundada, algo que solo pudo confirmars­e cuando la furgoneta, tras una exhaustiva inspección, pudo reanudar su marcha con normalidad. La alerta había llegado al Citco y el centro la trasladó a todos sus destinatar­ios, entre ellos los Mossos. Los mandos la valoraron la alerta y pese a que no venía acompañada de ningún dato relativo a Catalunya se incrementa­ron los dispositiv­os de seguridad no solo en Sagrada Família, también en la Catedral, la estación de Sants, y la Rambla.

 ?? CRISTINA GALLEGO ?? Los Mossos, que llevaron a cabo un amplio despliegue, acordonaro­n los alrededore­s del templo con la ayuda de la Guardia Urbana
CRISTINA GALLEGO Los Mossos, que llevaron a cabo un amplio despliegue, acordonaro­n los alrededore­s del templo con la ayuda de la Guardia Urbana
 ?? CRISTINA GALLEGO ?? Un agente, ante uno de los vehículos de los artificier­os de los Mossos
CRISTINA GALLEGO Un agente, ante uno de los vehículos de los artificier­os de los Mossos

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