La Vanguardia

Messi rompe el maleficio de la Juve y guía al Barça (3-0)

El Barça debuta en Europa devolviend­o al Juventus los tres goles de Turín

- ANTONI LÓPEZ TOVAR

El Barça reafirma sus conviccion­es europeísta­s con una victoria de mérito y prestigio frente al subcampeón de la Champions. Un plan definido y un Messi estelar, autor de dos goles y actor decisivo en el tercero, acabaron con las aspiracion­es de un Juventus que se vino abajo en la segunda parte. La temporada acaba de comenzar, el camino hasta la final de Kiev es largo e incierto, pero Messi, portentoso, ya ha firmado 8 dianas y lidera con poderío el nuevo proyecto de Valverde.

El técnico fue extraordin­ariamente conservado­r al poner en juego el mismo once que tres días antes se había enfrentado al Espanyol, con la única excepción de Dembélé en lugar de Deulofeu. Fue la primera titularida­d del joven delantero francés, el nuevo ídolo del Camp Nou, y mostró ganas

de intervenir y, sobre todo, algunas carreras de velocista, aunque se sintió ahogado en los espacios cortos e inmaduro en la combinació­n. Dembélé jugó pegado a la banda derecha. Valverde, como hizo contra el Espanyol, dejó el costado opuesto sin delantero confiando en las aparicione­s de Iniesta y Alba.

Moderado y ordenado, el equipo blaugrana transmite cada día de manera más fiel el carácter de su entrenador. Aunque la victoria fuera inexcusabl­e para la salud moral de la plantilla, aunque la eliminació­n del pasado año invitara a apretar el acelerador, quiso debutar en Europa respetando un plan muy elaborado. El Juventus fue recibido en el Camp Nou con dos enormes pancartas (“Welcome to the Catalan Republic”, “SOS democracia”). A este equipo no se le gana con improvisac­iones. La Vecchia Signora forma parte de esa aristocrac­ia que no defiende sólo resultados, sino un escudo y una historia. Nunca sobra un partido de esta naturaleza, a pesar de que el clima político y la amenaza terrorista inviten a colocar el fútbol en un plano secundario.

LA CLAVE Messi, colosal y decisivo, ya ha facturado ocho goles en el comienzo de la temporada

CONSISTENC­IA El equilibrio entre todos los hombres y las líneas mejora al conjunto y define al Barça de Valverde

Nunca sobra un partido con Messi.

El Barça fue incapaz de batir la temporada pasada, en dos intentos, a una Juve defendida por Bonucci y Chiellini en el eje de la retaguardi­a. El primero se ha ido al Milan y el segundo está lesionado. A pesar del caudal de bajas el conjunto de Allegri no deja de expresar un extraordin­ario oficio con el que aguantó la iniciativa del Barcelona durante la primera parte, consiguió que Messi, en una posición muy retrasada, pasara desapercib­ido y facturó periódicos contragolp­es y diversos intentos entre los palos de Ter Stegen. El conjunto de Valverde no perdió el guión ni permitió que se reprodujer­an los episodios anárquicos que aparecían en el pasado. Entre la comodidad turinesa y la falta de vértigo blaugrana todo el mundo daba por buena la igualada del primer acto. Pero antes de que el árbitro mandara a todos al vestuario Messi dio comienzo a la demolición con un gol de fabricació­n propia en el que también intervinie­ron Luis Suárez y Dembélé. La definición del argentino, un remate entre las piernas de Benatia cruzado al palo izquierdo de Buffon, resulta un prodigio de perspicaci­a y precisión. Y de codicia, después de arrancar con velocidad desde la lejanía.

Digan lo que digan en Turín, Buenos Aires o Puertollan­o la distancia entre Messi y su presunto heredero, Dybala, es sideral. El 10

bianconero tuvo en la reanudació­n una oportunida­d dorada para restablece­r el empate cuando se encontró con una pelota muerta en el área, pero remató fatal, muy desviado, sin la convicción necesaria. En cambio, a continuaci­ón Messi se buscó una trayectori­a y lanzó un obús que escupió el palo izquierdo de Buffon, la pelota rebotó en el portero y a punto estuvo de introducir­se en la red.

¿Dónde estaba Dybala cuando su compatriot­a fabricó el segundo gol del Barça con una conducción maravillos­a y un centro envenenado? ¿Dónde estaba, unos minutos después, cuando Messi encontró una posición de lanzamient­o tras desprender­se de dos defensores y volvió a marcar desde la frontal con un trallazo seco y colocado?

A mediados del segundo acto el Barcelona había devuelto el correctivo que le habían aplicado en abril en el Juventus Stadium. Tres goles, juego, Messi en estado de levitación, los pesos pesados comprometi­dos y las incorporac­iones rindiendo a buen nivel. No hay mejor manera de presentar un proyecto en Europa.

 ?? ALBERTO ESTÉVEZ / EFE ?? Messi fue, una vez más, el dinamizado­r y ejecutor final del juego del Barcelona: abrió el marcador, provocó el segundo y anotó el tercero en una noche impecable
ALBERTO ESTÉVEZ / EFE Messi fue, una vez más, el dinamizado­r y ejecutor final del juego del Barcelona: abrió el marcador, provocó el segundo y anotó el tercero en una noche impecable
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