El Govern se declara el responsable del 1-O y mantiene todo el operativo
Turull garantiza alternativas para votar en todos los municipios, incluido Barcelona
El Govern es el máximo responsable del 1-O y, como tal, asume “toda la responsabilidad” de su organización. Éste es el mensaje con el que el conseller de Presidència, Jordi Turull, quiso tranquilizar ayer a los distintos actores –desde los ayuntamientos hasta los voluntarios y los Mossos d’Esquadra– que puedan verse afectados por la actuación de las instituciones del Estado en contra de la celebración del referéndum. “El Govern de Catalunya asume toda la responsabilidad del referéndum, toda”, porque “desde el día que firmamos la convocatoria toda la responsabilidad es del Govern, y con todo el honor”, subrayó en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu, de manera que “pueden estar tranquilos los que colaboren en una cosa que, además, no es delito”, porque “convocar un referéndum no es delito”, apostilló.
Una responsabilidad que es la misma que esgrime para justificar que sigue adelante con todos los preparativos del 1-O y hace caso omiso de las suspensiones del Tribunal Constitucional que justamente ayer empezaron a ser notificadas a sus miembros. “Nosotros nos debemos a la ley del Referéndum que aprobó el Parlament y al decreto de convocatoria y a sus normas complementarias”, zanjó el portavoz del Govern en un intento de dejar claro que la logística de la consulta se mantenía intacta. Ayer mismo, de hecho, la web del referéndum –Referendum.cat–, por ejemplo, seguía activa, los medios públicos continuaban emitiendo la campaña de publicidad institucional y los partidos y entidades interesados en participar en la campaña formalizaban su petición ante la Sindicatura Electoral en el último día hábil.
Y la voluntad es proseguir en las próximas jornadas con la designación de los colegios electorales, el sorteo de la composición de las mesas electorales o el envío de las tarjetas censales a los ciudadanos. En esta dinámica, no obstante, uno de los hechos que en algunos ámbitos ha levantado suspicacias es que el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) todavía no haya publicado la resolución del Tribunal Constitucional de suspensión de la ley del referéndum. Tantas suspicacias que hasta la Abogacía del Estado está analizando si pide un exhorto para que el Govern haga efectiva la publicación, cuando hasta ahora lo habitual ha sido que las decisiociones nes del Alto Tribunal tarden semanas en plasmarse en el DOGC. Un hecho que dijo desconocer Jordi Turull, que llamó a “no distraerse ni entrar en la dinámica que busca el Gobierno español, que cuando no llega con la amenaza lo intenta con el menosprecio”.
Dentro de esta lógica de no alterar la preparación del 1-O, el propio presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, insistió en que no piensa apartarse del cargo aunque el Tribunal Constitucional le inhabilite. “Al día siguiente iré a trabajar”, advirtió en declara- a RAC1, en las que recalcó que sus planes pasan precisamente por “continuar adelante” con el referéndum. Y también el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, dio por hecho que una inhabilitación no impedirá la celebración de la consulta. “Estarán las urnas y los ciudadanos votarán”, sostuvo en su caso en declaraciones a Catalunya Ràdio, en las que, de todos modos, restó importancia a la situación: “Si nos quieren inhabilitar, que hagan lo que crean oportuno”.
Uno de los destinatarios del mensaje tranquilizador del Govern eran, especialmente, los ayuntamientos. Jordi Turull explicó que “en el 99% de los casos la predisposición a colaborar es absoluta” y precisó que lo que ahora faltan son “operaciones de microcirugía política” para acabar de encajar todas las piezas, de modo que, “sea el mismo lugar que en las últimas elecciones o sea en un lugar muy cercano o similar, podemos garantizar que habrá espacios de votación”. “Se buscará y se tendrán alternativas en todos los municipios para que la gente lo tenga lo más fácil posible para poder votar”, remachó. Y esto será así en todos los casos, también en el de Barcelona, según el conseller de Presidència.
Después del tira y afloja de las últimas horas entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona por los colegios electorales, Jordi Turull aseguró que “hay conversaciones” entre los representantes de las dos instituciones y que el resultado será que en la capital de Catalunya se podrá votar con normalidad. “La gente de Barcelona podrá votar, aunque el Ayuntamiento no colabore, porque nosotros estaremos allí donde no quiera estar el Ayuntamiento”, garantizó el portavoz del Govern, que, a pesar de la voluntad de entendimiento, recriminó a Ada Colau la actitud que está teniendo en esta cuestión. “Lo que pedimos es que aquellos que exigen garantías para el referéndum pongan de su parte para que estas garantías existan”, concretó.
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello, recordó ayer que “el 70% de locales” son de la Generalitat, cosa que el conseller de Presidència admitió, pero con la salvedad de que “hay zonas en las que sería más sencillo para que los ciudadanos votaran con garantías si el Ayuntamiento cede los locales habituales”. “Le pedimos que colabore con esto”, detalló, porque “nos gustaría llegar a un acuerdo”.