La Vanguardia

A sestear tranquilo

- Sergio Heredia

Vamos a obviar el hecho, la certeza de que Alberto Contador dio positivo y estuvo sancionado. Acostumbro a veranear en las últimas semanas de agosto y en las primeras de septiembre. Coincido con la Vuelta. Son las tardes en las que Silvia, mi mujer, suele decirme:

–¿Ponemos el ciclismo? ¿Echamos la siesta?

Yo asiento, claro. Aunque soy consciente de que eso no va a ocurrir. No podré dormirme. Contador piensa impedirlo: antes o después, atacará.

No me importa, que nadie piense lo contrario. Entiendo que hay, que ha habido, algo distinto en Contador. El instinto, la insensatez, el inconformi­smo. Póngale el epíteto que desee. Contador podría ser el Jabato de Javier García Sánchez. O un antisistem­a. O un cromañón. Dice Chris Froome: –Mi vida será más fácil sin Alberto.

Cuando las cosas se ponen feas, Froome baja la vista hacia la pantalla colocada en el cuadro de la bicicleta y echa cuentas. Lee vatios y pulsacione­s. Si los números son correctos, se mueve. Si no le salen, gestiona.

Cuando las cosas se ponen feas, Contador mira (miraba) en su interior y toma una decisión, normalment­e la más excesiva: –Voy. Ese es el momento en el que el comentaris­ta se pone a vocear. Adiós, siesta.

Esa condición le ha hecho único. ¿Un prototipo del pasado?

Entiendo que hay, que ha habido, algo distinto en Contador: instinto, insensatez, inconformi­smo

Veremos quién viene detrás.

Contador ha sido inexpugnab­le en sus épocas de esplendor. Y entrañable en los últimos años, cuando porfiaba, terco, en inferiorid­ad de condicione­s. En un equipo menor. Contra un conjunto perfectame­nte sincroniza­do. Con las fuerzas mermadas. Envejecido y solo. Con frecuencia, bajo la burla de su propio patrón.

El sábado pasado, antes de encarar el Angliru, tuiteaba: –¡La última batalla! Lo anunciaba. No pensaba quedarse quieto. No lo hizo. Y no pudieron detenerle. Fue un último acto de cabezonerí­a, un premio a los aficionado­s al ciclismo que hoy, confundido­s, miran a su alrededor y se preguntan: –Y ahora, ¿qué? Sin Contador, podré dormir la siesta.

Lo que pasa es que no tengo sueño.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain