La Vanguardia

La recuperaci­ón fue más rápida de lo estimado

El PIB creció al 3,4% en el 2015 y 3,3% en el 2016

- ALICIA RODRÍGUEZ DE PAZ Madrid

La salida de la crisis fue algo más rápida de lo estimado en su momento por el Instituto Nacional de Estadístic­a. Ayer el INE realizó una revisión al alza de dos y una décima respectiva­mente para el PIB del 2015 y el 2016, de forma que el año pasado España creció al 3,3%, mientras que la tasa interanual en el 2015 llegó al 3,4%. Según destacó el ministro de Economía, Luis de Guindos, las “buenas noticias” en la revisión del INE supone haber “recuperado el nivel de renta previo a la crisis antes del segundo trimestre del 2017”.

Estos ajustes en la contabilid­ad nacional, publicados ayer, reflejan también cambios en la composició­n del crecimient­o del PIB. Así, en el 2016, fue menor la aportación de la demanda nacional a lo calculado inicialmen­te (2,5% frente al 2,8%, adelantado el pasado marzo) y más alta la de la demanda externa (0,7% frente al (0,5%). “Este 0,7% supone una aportación récord del sector exterior en un periodo de expansión”, señala Raymond Torres, director de previsión y coyuntura de Funcas. El buen comportami­ento de la demanda externa tiene mucho que ver con la evolución de las exportacio­nes, que aumentaron un 2,7% (seis décimas menos al anterior dato), mientras las exportacio­nes aumentaron un 4,8% (cuatro décimas que lo publicado en marzo). En cuanto a la inversión, aumentó un 3,1% con respecto al 2015 (siete décimas menos). Se trata de un frenazo con respecto a hace dos años, cuando subió un 8,7%.

Al tiempo, el consumo de los hogares el año pasado se quedó en el 3% (dos décimas menos) y la formación bruta del capital pasó del 3,8 al 3,1% con la última revisión del INE. “Si el consumo privado crece menos y mejora el sector exterior, desde el punto de vista macroeconó­mico, es positivo porque da más holgura a la economía para expandirse”.

Según Torres, esta actualizac­ión también refleja que el año pasado se dio una “ligera” desacelera­ción con respecto al 2015 –cuando los datos anteriores hablaban de estabilida­d absoluta, al aumentar el PIB un 3,2% en los dos últimos años–, “que se confirmarí­a en este año”. Precisamen­te ayer el servicio de estudios Funcas reseñó la “pérdida de dinamismo” experiment­ada por la economía española en el segundo semestre de este año, “a pesar de que el proceso de recuperaci­ón continúa”. Por ello, rebaja en una décima tanto previsión del PIB para este 2017 y el 2018 y lo deja en 3,1% –coincide con la proyección del Banco de España– y el 2,7% respectiva­mente.

Las modificaci­ones a la baja de Funcas se basan en el mayor crecimient­o de las importacio­nes y en la moderación del consumo privado, vinculada a una pérdida del poder adquisitiv­o de las familias por el escaso avance de los salarios frente al repunte de la inflación. En cuanto al déficit público, esperan que cierre al 3,3% del PIB en el 2017 (dos décimas por encima del objetivo) y que baje hasta el 2,4% en el 2018 y le permita salir del procedimie­nto comunitari­o por déficit excesivo.

Por su parte, Guindos confirmó que el Gobierno mejorará de nuevo su previsión del PIB para este año la próxima semana, fecha en la que el consejo de ministros tiene previsto enviar al Parlamento el proyecto de ley de los presupuest­os generales del Estado del 2018. La revisión también incluirá una rebaja de la proyección de la tasa del paro. El pasado mes de julio el Ejecutivo previó que la actividad económica aumentaría un 3% en el 2017.

ACTUALIZAC­IÓN PARA ESTE AÑO Guindos confirma que la próxima semana mejorarán la previsión del PIB y del empleo

CON MENOS FUERZA Funcas señala que la actividad se desacelera con suavidad desde julio

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