El rival balcánico
Juan Carlos Navarro, capitán de la selección española y jugador del Barcelona
La historia parece estar del lado de España, que disputa esta noche su décima semifinal consecutiva en el Eurobasket contra Eslovenia, un equipo surgido de la implosión de la antigua Yugoslavia, con mucha tradición de baloncesto pero que siempre ha fallado en las grandes ocasiones.
“Estos chavales...”. Juan Carlos Navarro (37 años) se ríe mientras ve cómo bromea en el entrenamiento Juancho Hernangómez. Es el capitán, uno de los veteranos y el hombre que ostenta desde el pasado mes el récord de internacionalidades con España (251 partidos). El domingo terminará su trayectoria con el equipo. Le avalan las nueve medallas que ha conquistado. Anoche, después de la cena en el hotel de concentración en Estambul, repasó con La Vanguardia todos estos años antes de la semifinal de hoy contra Eslovenia.
¿Qué destacaría de Eslovenia? Han mejorado mucho en cuanto a carácter, como prueba el partido ante Letonia, al que supieron imponerse aunque era un equipo igual de favorito que ellos. Destacaría el juego de Luka Doncic y Goran Dragic. Es un equipo muy compenetrado. Hacen un buen bloque y será muy difícil de ganar. Lo primero que tenemos que hacer es empezar mucho mejor que ante Alemania. Salir más concentrados. Intentar llevar nuestro ritmo porque si les dejamos que corran, nos pueden hacer mucho daño. En los últimos momentos de posesión suelen ser muy efectivos, con la presencia de Doncic, y tenemos que estar atentos a que no nos pillen en esas acciones.
¿Cómo se viene encontrando usted en el campeonato? Estoy bien, atento a todo lo que pasa y preparado para lo que sea. Me siento contento de salir en el quinteto titular, aunque en principio no estuviera programado y haya venido por las lesiones de otros compañeros (Sergio Llull y Álex Abrines). Yo intento ayudar al equipo. Quedan dos pasitos.
¿Ha sido difícil de asumir su pérdida de protagonismo? Depende de cómo se lo tome cada uno. Yo no he tenido ningún problema. De hecho, en los Juegos de Río ya mi situación era la misma, aunque allí salía del banquillo. Es una cosa hablada y en un campeonato hay momentos para todo. Estoy preparado para lo que venga.
Su etapa acaba. De estos años en la selección ¿con qué se queda? Uy, me siento orgulloso de muchísimas cosas. Prefiero no pensar aún en ello, aunque sé que está aquí, que ya llega el final. Ahora quiero disfrutar de estos dos partidos y, sobre todo, me gustaría acabar con el oro alrededor del cuello. Eso sería increíble. Sería el mejor homenaje para mi final de etapa.
¿Qué le gustaría borrar? Borrar nada, aunque sí que es verdad que siempre te queda algún mazazo en la mente, como la derrota en los cuartos de final de los Juegos de Atenas 2004 (ante EE.UU.) y el haber perdido también en cuartos en el Mundial 2014 ante Francia. Esos dos momentos me gustaría cambiarlos, pero no se puede.
Como capitán, ¿qué intenta transmitir a los más jóvenes? Que se sientan bien acogidos desde el primer día. Conseguimos que sea así. Y una cosa muy importante es que ven que los mayores seguimos teniendo hambre por entrenarnos, por ganar. Ellos se dan cuenta de que aquí hay jugadores que tienen firmados contratazos y que siguen viniendo a la selección renunciando a parte de sus vacaciones. Eso se transmite y les hace estar a tope. Generación tras generación hemos inculcado esta ilusión. Nos hemos ganado el respeto y todo el mundo quiere venir y hacerse un hueco.
¿Qué futuro a medio plazo le ve a la selección? La gente puede ver cómo vienen los jugadores por abajo y aún queda gente importante que tiene años por delante. Pero también hay que ser conscientes de que repetir lo que se ha hecho en los últimos 15 o 20 años va a ser difícil. De lo que más orgulloso estoy es de haber sembrado una semilla con los éxitos porque eso ha contagiado a los jóvenes. Se nota en que los jugadores que disputan su primer campeonato no tienen miedo.
¿Qué le parece el proyecto que se está construyendo en el Barça? Me siento mucho más optimista tras unos años complicados, sobre todo el último. Se ha fichado bien. Tenemos un buen equipo y esperamos hacer un buen papel. Lo llevamos diciendo bastante tiempo y es la hora de cumplir y cambiar nuestra dinámica en el Barça.
¿Qué fue lo que más le dolió de la pasada campaña en el Palau? El no competir. Se puede perder, pero no con esa falta de ambición y compromiso de todos, y me pongo yo también al mando en ese sentido.
En esa dinámica, ¿la selección le ha servido para volver a ilusionarse con el baloncesto? Es totalmente verdad esto, pero si las cosas nos hubieran ido bien en el Barça, también habría venido al Eurobasket. Aquí tienes otra filosofía, son dos meses al año en que estás con otra familia.
En ese sentido, parece que el seleccionador, Sergio Scariolo, pase inadvertido ante el brillo de los jugadores. ¿Hasta qué punto influye en los éxitos? Es el que más tiempo ha estado con nosotros. Ha sabido congeniar con el grupo y establecer una buena relación entrenador-jugador. Sabe perfectamente dónde está y que esto es muy diferente de un club. Otros entrenadores no lo asumen así. Sólo tengo palabras de agradecimiento para él. Tiene mucho mérito en todo esto.
Cuando ya no le motive meter triples o bombas, ¿dónde encontraremos a Juan Carlos Navarro? No es una cosa que aún tenga pensada, pero lo que me gustaría, porque es de lo que más entiendo, es seguir ligado al baloncesto. No sé a qué nivel. ¿Chavales? Es una opción que he pensado.
¿Es de los que ven muchos partidos de baloncesto? Muchos tampoco. Veo los que puedo. Nuestra vida está muy concentrada en el baloncesto y a veces está bien desconectar.
Del Navarro de 1999 al de ahora, ¿qué queda? Las ganas de estar aquí y pasarlo bien. Si no, no habría venido. Todo el mundo evoluciona y madura, pero siempre queda esa calidad que está, aunque a veces el físico te ayude más o menos.
ADIÓS A LA SELECCIÓN “Aún no pienso en que esto se acaba para mí; ganar el oro sería el mejor homenaje para mi etapa”
EL PROYECTO DEL PALAU “Soy optimista con el Barça; me dolió la temporada pasada la falta de compromiso de todos”