Catalunya abre el camino para la adopción de niños en Serbia
En el año 2003, llegaron a Catalunya con sus familias 1.042 niños adoptados fuera del país. Si esta cifra se analiza comparativamente con los datos del 2016, se observa la caída en picado de la adopción internacional en los últimos años, ya que sólo fueron 139 los pequeños que empezaron una nueva vida en familias catalanas. Con el objetivo de abrir las puertas en otros países y ampliar las posibilidades de adopción internacional, el secretario de Afers Socials i Famílies, Francesc Iglesies, y la directora del Institut Català d’Acolliment i Adopció (ICAA), Agnès Russiñol, se reunieron ayer en Belgrado con sus homólogos del gobierno serbio para reforzar los circuitos de comunicación entre administraciones y facilitar los procesos.
La conselleria indicó que hace seis meses se efectuó la primera adopción y actualmente ya son tres en un país en el que, según informó, la adopción nacional es prioritaria y sólo se permite la salida de los niños al extranjero cuando al cabo de un año no se ha encontrado una familia serbia. La entidad acreditada para llevar a cabo el proceso es Ecai Créixer Junts, que obtuvo el aval del Ministerio de Trabajo y Política Social serbio en julio del 2016, y el de Catalunya el pasado octubre.
El descenso en las adopciones internacionales ha sido paulatino en los últimos años después del boom de principios del siglo XXI. Un descenso motivado, entre otras cuestiones, por los cambios legislativos y el endurecimiento de los requisitos en los países de origen, así como por la mejora de sus economías.
Agnès Russiñol explicó ayer que el Govern explora abrir relaciones con nuevos países debido a estas crecientes y lógicas dificultades para llegar a la adopción internacional y para responder, en la medida de lo posible, al anhelo de muchas familias catalanas. “Evidentemente –señaló– buscamos países que cumplan con todas las condiciones legales y no se trata de buscar que lleguen muchos niños, sino de abrir estas pequeñas puertas”. Serbia suscribió el Convenio de la Haya en materia de Adopción Internacional en el 2014.
Uno de los últimos ejemplos de esta progresiva complicación de la adopción internacional ha sido el caso de Etiopía, que a principios de años informó a la embajada española de la definitiva cancelación de las adopciones internacionales en aras de la adopción nacional. El Gobierno etíope había ido entorpeciendo la tramitación de los procesos hasta que informó de su suspensión definitiva. En este proceso, el ICAA medió para que las 16 familias catalanas que ya tenían un niño asignado lograsen culminar el proceso de adopción.
Si China fue uno de los principales lugares donde las familias catalanas acudieron a adoptar hace más de una década –en el 2003 llegaron 434 niños–, actualmente es prácticamente imposible. En el 2016, fueron seis niños. El Govern tiene acuerdos con 28 países y en un contexto de dificultades se busca abrir nuevas vías.