La Vanguardia

Eslovenia pone a prueba la eterna juventud de España

- Estambul. E. especial JUAN B. MARTÍNEZ

Un mural gigante cuelga estos días en la fachada del pabellón Sinan Erdem de Estambul. En él aparece una fotografía en la que se ve a Nikos Galis, Arvydas Sabonis, Drazen Petrovic y Tony Parker. En el centro de la imagen, Pau Gasol. La historia le acompaña como lo hace con la selección española que disputa esta noche contra Eslovenia (20.30 h) su décima semifinal consecutiv­a en el Eurobasket. Una trayectori­a única desde 1999 hasta el 2017. Nada que ver con el recorrido del conjunto balcánico, un equipo de un pequeño país de dos millones de habitantes, con mucha tradición de baloncesto pero que siempre ha fallado en las grandes ocasiones. Su mejor resultado es un cuarto puesto, en el 2009. Para seguir superando escalones hacia un cuarto oro España no lo tendrá nada sencillo a priori. Delante se encontrará a un equipo alegre. El segundo mejor ataque del campeonato, con cuatro anotacione­s de 90 o más puntos, medirá la defensa española, esa a la que como mucho le han metido 73 (Croacia). Tras este partido ya no quedarán invictos en el torneo pues se enfrentan las dos seleccione­s que lo han ganado todo.

“He visto los partidos de Eslovenia. Me han impresiona­do. Llevan una trayectori­a fantástica. Saben adaptarse a distintas situacione­s. Es un equipo super completo. Al margen de Dragic y Donzic, que son sus estrellas y que manejan el ritmo como maestros, también hay una organizaci­ón muy buena y una solidez defensiva muy importante. Va a ser una semifinal muy dura”, analiza Scariolo, que pide un extra a sus hombres.

Si España depende de los hermanos Gasol, máximos anotadores y reboteador­es del equipo, Eslovenia pivota sobre el arte en la dirección y la anotación de Goran Dragic, el base de los Miami Heat, y la polivalenc­ia del madridista Luka Doncic. También blanco es el pívot Anthony Randolph, hijo de militares estadounid­enses que nació en Alemania y cuenta con pasaporte esloveno. Todo ello conducido desde el banquillo por el serbio Igor Kokoskov, que trabaja como asistente en los Jazz de Utah, donde coincidirá con Ricky Rubio. En Eslovenia tiene como segundo entrenador al exblaugran­a Jaka Lakovic.

“¿Si es nuestro momento? Eso no se calcula. Jugamos ante España, es el favorito del torneo. Su plantilla es impresiona­nte. Le tenemos un gran respeto pero no miedo”, dice Kokoskov.

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