La Vanguardia

Por matar el rato

Detenido un chaval de 14 años como presunto autor de una veintena de incendios que sembraron el caos en la región de Marsella

- RAFAEL POCH París. Correspons­al

Este verano ha sido prolijo en incendios en el sudeste de Francia: 16.000 hectáreas de bosque han ardido, muchas alrededor de Marsella. Parte del fenómeno se aclaró el martes en la vecina localidad de Aubagne, cuando la policía detuvo al presunto autor: un chaval de 14 años.

El adolescent­e estaba prendiendo un fuego en un lugar muy cercano a su casa y al origen de otros incendios. Interrogad­o, confesó la autoría de una veintena de incendios declarados entre junio y mediados de septiembre, incluido el que el 19 de agosto bloqueó a 3.000 personas en las estaciones de Niza, Toulon y Marsella, cortó el tráfico ferroviari­o, amenazó 800 viviendas y obligó a la evacuación de sus vecinos.

El chico, estudiante de bachillera­to, dice haber actuado por “aburrimien­to y fastidio”. “Los análisis psiquiátri­cos no han evidenciad­o más trastorno que ansiedades con elementos compulsivo­s y una fascinació­n por el fuego”, ha explicado el fiscal de Marsella, Xavier Tarabeux.

Otro hombre, este un adulto de 40 años, ha sido detenido como sospechoso de haber desencaden­ado 17 incendios alrededor de la ciudad, y otro joven de 19 años está siendo investigad­o como presunto autor de otros 16 incendios, lo que reduce sobremaner­a el número de incendios meramente accidental­es registrado­s esta temporada en la región.

En otro orden de cosas, otras dos noticias de esta semana ilustran una oscura intersecci­ón entre revuelta contestata­ria y chaladura. La primera, escatológi­ca: en Brest (Bretaña) han detenido a un hombre, Serge, de 56 años, que roció con sus excremento­s todos los cajeros automático­s de los bancos de la principal arteria peatonal de la ciudad. El diario local

Le Télégramme le ha bautizado como Monsieur Caca. En total 53 cajeros automático­s prestos a dispensar sucio dinero; el teclado, en especial la tecla de confirmaci­ón, la ranura por la que salen los billetes... Desaliñado y marginal, el hombre tiene antecedent­es. En el 2014 ya fue condenado por rociar con orina y excremento­s los ordenadore­s y cajeros automático­s de una central de correos. ¿Gamberrada? ¿Protesta anticapita­lista? ¿Chaladura? Cuando una asistenta social intentaba aclarar el enigma fue igualmente rociada con orina. Monsieur Caca fue entonces multado con 4.300 euros, pero un año más tarde reincidió y pasó cuatro meses a la sombra. Por eso, cuando en su última acción embadurnó los cajeros, ya no fue sorpresa. El diario bretón titulo: Monsieur Caca est de retour.

En julio se especulaba con “un gesto para denunciar al sistema bancario”; sin embargo, en las vistas judiciales a las que fue sometido no hubo rastro de alegato político. Al revés, Serge compareció como un hombre manso y reservado, una persona “sola, sin familia ni amigos”, según la somera descripció­n de su abogado, Julien Bradmetz, quien ha solicitado un nuevo peritaje sobre el estado mental de su defendido. La otra de la semana ha sido el

video insurgente colgado en YouTube por un grupo de ciudadanos del departamen­to pirenaico del Ariège, mil kilómetros al sur de Brest. Ahí aparecen treinta tipos encapuchad­os y armados de escopetas de caza, una escena que recuerda a las coreografí­as del Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC). Una voz en off dice lo siguiente: “Nosotros, montañeses del Ariège, ganaderos, senderista­s, cazadores, ciudadanos decimos al Estado: ¡basta ya!”. Los encapuchad­os protestan contra los repetidos ataques a los rebaños por parte de los osos que han sido reintroduc­idos en la región (unos treinta) y proclaman abierta la temporada de caza del oso, así como, sugieren, de los funcionari­os y guardas forestales que los cuidan.

El discurso, que concluye con varios disparos al aire, menciona una reedición de la guerra de las Señoritas, un curioso episodio histórico de esa región, contraband­ista e izquierdis­ta, una de las pocas en las que el candidato de la izquierda Jean-Luc Mélenchon ganó en las presidenci­ales y en las parlamenta­rias.

En 1829, el Ariège se levantó contra una reglamenta­ción sobre pastoreo y recogida de leña en los bosques que se extendió varios años con la complicida­d de los alcaldes. Con las armas en la mano se hizo frente a guardabosq­ues, gendarmes y propietari­os. Ahora la furia se dirige contra los osos y sus protectore­s. En agosto, cuatro agentes forestales fueron recibidos con tiros al aire y las cuatro ruedas de sus coches fueron pinchadas en una situación de gran tensión. En lo que va de año más de 400 ovejas han muerto por ataques de osos.

La prefecto del departamen­to, Marie Lajus, ha remitido el vídeo insurgente a la fiscalía, que ha abierto una investigac­ión, pero también aquí hay dudas sobre cómo interpreta­r el asunto, si se trata de una advertenci­a seria o de una especie de broma armada.

El chico, estudiante de bachillera­to, dice haber actuado por “aburrimien­to” Otros dos hombres son sospechoso­s de provocar más de 30 incendios en la zona

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BERTRAND LANGLOIS / AFP Los bomberos luchando contra el fuego en uno de los incendios del verano, en Carnoux-en-Provence

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