Últimas lecciones en el Guimerà
‘Merlí’ inicia mañana lunes en TV3 su tercera y definitiva temporada
Los peripatètics y los profesores del ficticio instituto Àngel Guimerà retoman mañana las clases después de Navidad y encaran la recta final del segundo curso de bachillerato. Cuando acaben las clases y se presenten a la selectividad, no sólo dirán adiós al instituto sino también a la serie revelación de TV3 convertida en todo un fenómeno entre los espectadores, especialmente los más jóvenes, y que ha traspasado fronteras. Producida por Veranda TV, con idea y guion de Héctor Lozano y dirección de Eduard Cortés,
Merlí arranca mañana a las 21.55 horas la tercera y última temporada, que contará con catorce capítulos, uno más de los habituales. Un pequeño consuelo para sus seguidores.
Héctor Lozano, creador de la serie, explicó durante la presentación de la nueva entrega a los medios cómo concibió esta temporada: “Surgió de la circunstancia de que dos actores no podían participar en los nuevos capítulos, y desaparecían dos personajes como eran la madre y el hijo de Merlí. Era un problema porque el núcleo familiar del protagonista fallaba de repente, pero entonces pensé en el niño de Solo en
casa. El problema se convirtió en la solución: una cierta crisis del personaje y cómo evolucionaba su relación con el entorno. Además, la llegada de una nueva profesora le eclipsa”.
Esta nueva situación de soledad en que vivirá Merlí, la relación cada vez más próxima entre Pol (Carlos Cuevas) y Tània (Elisabeth Casanovas) o los problemas de ser madre de Oksana (Laia Manzanares) son algunas de las tramas presentes en los nuevos episodios, donde también “surgirán otros temas no polémicos pero sí delicados, de los que irá bien hablar”, dice Lozano. Uno de ellos será el suicidio, “pero que nadie sufra, que no se suicida ningún alumno ni ningún profesor”, tranquiliza. También habrá una historia relacionada con las drogas, “sin ser muy oscura”, que afectará a Pol.
Lozano siempre concibió Merlí como una serie de tres temporadas y asegura que no le ha quedado nada pendiente por decir. “Mi objetivo era hacer un retrato lo más realista posible, con tramas muy sencillas y próximas, de los jóvenes de hoy día, especialmente en el lenguaje. En este sentido, los actores me ayudaron mucho cuando los escuchaba hablar durante los ensayos e iba incorporando expresiones suyas al guion”.
Lozano está satisfecho de que padres e hijos vean juntos la serie, “cosa que por lo que se ve no acostumbra a pasar”, y que además haya servido para romper el hielo para hablar de determinados temas. “No escribí la serie con este objetivo, pero cuando alguien me dice que
Merlí le ha servido para comunicarse con su hijo, me siento orgulloso”.
Con esta tercera temporada, el director de TV3, Vicent Sanchis, se muestra convencido de que después de que las dos anteriores supusieran “el nacimiento con mucha fuerza y la posterior consolidación de la serie, esta tercera será la culminación de este producto cultural, televisivo, intelectual para llegar, si es posible, a la perfección de una serie que ha ido acompañada de un gran éxito de audiencia, social, de redes, ventas, premios y reconocimientos”. Algunas cifras de este
éxito, centradas en las redes digitales, las aportó el jefe de ficción de TV3, Oriol Sala-Patau: 63.000 seguidores en Facebook, 17.000 en Twitter y más de 10 millones de visionados de las dos primeras temporadas entre Youtube y el servicio a la carta.
El universo de la serie ha crecido “con un 15% o 20% más de localizaciones y con nuevos personajes, tanto profesores como padres de los alumnos”, explicó su productor ejecutivo, Aitor Montánchez. Entre estas novedades en el reparto figuran Silvana (Carlota Olcina), una profesora de historia que ya había dado clases en el instituto y que ahora provocará los celos de Merlí; Gabi (Pau Vinyals), profesor de literatura castellana al que confunden con un alumno por su juventud y que aportará humor en las tramas; Júlia (Elena Vilaplana), la madre de Tània que quiere que su hija tenga novio, y Ricard (Isaac Alcayde), el padre de Marc, que vuelve a casa ante la oposición de su hijo.