Crónica del desamor
El Lliure de Gràcia abre curso con una comedia de Shakespeare: ‘Nit de reis (o el que vulguis)’
Logró una gran acogida en el pasado festival Grec, en el que hicieron una prueba de cuatro días, y ahora se instala durante tres semanas, hasta el 8 de octubre, en el Lliure de Gràcia: es una de las comedias más populares y ambiguas de Shakespeare, Noche de reyes, con naufragios, travestismos y desencuentros amorosos varios, y Pau Carrió la ha convertido con La Kompanyia Lliure, la compañía joven del teatro, en Nit de reis (o el que vulguis), con música –blues–, desamor y excesos en una fiesta nocturna ambientada en la Europa de entreguerras.
“Es una de las comedias mejor escritas de Shakespeare, con una gran cantidad de capas, de cosas que suceden simultáneamente. Y es una comedia, pero tiene un bufón, Feste, que no hace exactamente reír. Además es una pieza perfecta para una compañía porque todos los papeles son interesantes, profundos, y por edad conectan muy bien con los actores jóvenes, con ese momento de la volatilidad del amor, de la ambigüedad, no sé si te quiero ahora o pasado mañana”, explica Carrió sobre la elección de la obra. Un Carrió que con este lleva tres exitosos Shakespeares seguidos en el Lliure de Gràcia: Victòria d’Enric V, Ham-
let y ahora una Nit de reis que, apunta, habla más del desamor que del amor. “Lo que sucede durante toda la obra es que los que aman no son correspondidos por la persona que les atrae”, señala, y en este sentido recuerda que la pieza contiene una reflexión sobre el propio género de la comedia: Shakespeare ya ha escrito unas cuantas con muchos líos y aquí, dice Carrió, uno tiene la sensación de que las lleva al límite, intenta ver hasta dónde puede empujar y que sea sostenible. “Los propios personajes dicen en algún momento que si esto se representara en un escenario sería poco creíble y sienten cierta irresponsabilidad ha- cia su propia trama como si hubiera alguien que acabará solucionando esas situaciones tan enloquecidas que les parecen insostenibles”.
Una comedia que comienza con el naufragio de dos hermanos gemelos, Sebastià y Viola –que creerá que Sebastià ha muerto y se disfrazará de hombre para trabajar en la corte del duque de Orsino– en la que algunos encuentran pareja, recuerda Carrió, pero a otros, como a Malvolio, se les expulsa muy cruelmente. Un montaje que el director ha llevado a una suerte de sala de conciertos o una discoteca a altas horas de la noche en la que la ropa recuerda a la Europa de entreguerras: personajes que vienen del dolor de la masacre del Primera Guerra Mundial –los de la obra de Shakespeare han sufrido también múltiples desgracias– y que quieren escapar de ella con diversión, música, alcohol y sexo. La música, compuesta por Arnau Vallvé, que la interpreta en directo como un hombre orquesta, es sobre todo blues, el sonido del desamor, dice Carrió, y como en la obra de Shakespeare es Feste (Quim Àvila), el bufón del duque, quien canta los temas.