Debut discreto con victoria por la mínima
El Atlético debutó con una victoria por la mínima ante el Málaga en el estreno del nuevo estadio, el Wanda Metropolitano, la antigua Peineta reconvertida en campo de fútbol. El día fue muy emotivo para la afición colchonera, pero el espectáculo estuvo más fuera que dentro del campo. El partido fue malo. El Atlético estuvo muy espeso, apenas contó con ocasiones de gol y le bastó con un remate de Griezmann a pase de Correa ya en el segundo tiempo. El Málaga tuvo dos ocasiones muy buenas, una al final de cada tiempo, pero Oblak se hizo enorme para desbaratar los remates de Borja Bastón y de Rolán.
La fiesta duró doce horas y transcurrió sin apenas incidentes. Algunas placas del Paseo de las Leyendas sufrieron desperfectos y acabaron cubiertas de basura, muestra del desafecto de los fans con jugadores como Agüero, Hugo Sánchez o Arda Turan.
El rey Felipe VI asistió a la inauguración. Si acaso fastidió a los hinchas rojiblancos lo poco sentimental que demostró ser una vez más Diego Simeone, que dejó fuera del once inicial a Fernando Torres, el jugador más querido de la plantilla y junto a Luis Aragonés y el propio Cholo el mayor icono del club. Torres salió ya en el segundo tiempo, pero participó muy poco en el juego. Correa fue de lo mejor del Atlético y Álex Mula el mejor de un Málaga que sigue sin puntuar ni levantar cabeza.