Irán avisa que responderá a cualquier violación del pacto nuclear
Rohani se despacha con Trump, al que califica de ignorante y novato deshonesto
Como es habitual en los mandatarios iraníes, el presidente Hasan Rohani se encomendó a Dios, “el compasivo, el misericordioso”, antes de lanzar su andanada contra Donald Trump. Una cosa es lo divino y otra lo terrenal.
“La retórica ignorante y las alegaciones ridículas que se oyeron ayer (por el martes) no casan en Naciones Unidas, una organización creada para fomentar la paz y el respeto”, afirmó.
Según Trump, y después de amenazar con “la destrucción total de Corea del Norte”, dijo que la principal exportación de Teherán consiste en “violencia, sangre y caos”. “No podemos permitir –reiteró– que este régimen criminal continúe con sus desestabilizadoras actividades mientras construye peligrosos misiles”.
En su debut en el gran escenario de la Asamblea General de la ONU, Trump insinuó que el próximo 15 de octubre no ratificará de nuevo, como toca, el acuerdo nuclear –“vergonzoso”–, que su antecesor, junto a otras cinco potencias, rubricaron con Irán.
Al tratarse de un acuerdo que no recibió la ratificación del Senado, sino que salió de la rama ejecutiva, esta firma ha de realizarse cada 90 días, destacaron fuentes del Departamento de Estado. “He tomado una decisión, la haré saber en su momento”, replicó ayer el presidente Trump, un mensaje que los analistas interpretaron en clave de ruptura.
Al poco rato, en el mismo estrado de la ONU desde el que el estadounidense dio satisfacción a sus seguidores ultraconservadores, Rohani sacó el látigo camuflado en su moderación.
“Nosotros nunca amenazamos a nadie, pero no toleramos amenazas de nadie”, recalcó el iraní. Avisó que no tolerarán que vuelvan a caer cohetes en su territorio como sucedió con la guerra contra el Irak de Sadam Husein.
En su discurso, pronunciado sin aspavientos ni alardes, Rohani aseguró que su país nunca será el primero en romper ese pacto, “pero responderemos decisivamente a esa violación”.
Según su visión, “sería una gran pena si este acuerdo se destruyera a consecuencia de un deshonesto recién llegado al mundo de la política”. Rohani recalcó que esto supondría “perder una gran oportunidad, aunque esa desafortunada conducta nunca impedirá el progreso de Irán”.
En caso de despreciar un acuerdo de la comunidad internacional, que recordó que no pertenece sólo a Estados Unidos y a su país, la Administración de EE.UU. tiraría por tierra “su credibilidad y minaría la confianza en su capacidad de negociación y palabra”.
Ayer por la tarde, madrugada de hoy en Barcelona, se reunían los firmantes en Nueva York. El secretario de Estado, Rex Tillerson, ya avisó en declaraciones a la Fox que “se han de hacer cambios” en el redactado. Citó, por ejemplo, su disconformidad con la caducidad en el 2025 de varias de las clausulas establecidas.
Fuentes de este departamento incidieron en que, aunque Irán cumpla en las cuestiones técnicas, EE.UU. considera que Irán está haciendo caso omiso del preámbulo. Ahí se indica, aclararon, que Teherán no ha mejorado sus relaciones con sus vecinos, que mantiene su programa de misiles y que desestabiliza la zona con su apoyo al Gobierno de Siria o Yemen y a grupos terroristas.
El presidente francés, Emmanuel Macron, defendió el pacto y señaló que renunciar sería un grave error e incumplirlo, una irresponsabilidad.
Rohani reiteró que se deja el texto como está o se desmorona. Aseguró que Irán nunca ha buscado armas atómicas, que cumple el acuerdo y que desarrolla su capacidad militar para fines defensivos. “El Gobierno de Estados Unidos debe explicar a sus propios ciudadanos por qué, tras gastar miles de millones de dólares, en lugar de contribuir a la paz y la estabilidad, sólo ha traído guerra, miseria, pobreza y un aumento del terrorismo a la región”.
Tillerson declara que se han de hacer cambios si se quiere que EE.UU. continúe en el acuerdo