La Vanguardia

Sólo falta la DUI

- Lola García

Carles Puigdemont evitó ayer dar por abortado el referéndum. Jordi Sánchez, el líder de la ANC, fue prudente: “Si no dan con las urnas, seguiremos adelante”. Y añadió: “Mientras nuestro gobierno no nos diga lo contrario, votaremos”. De momento, el Govern mantiene en público la cita del 1-O, pero en privado se reconoce que el golpe asestado ayer por las fuerzas policiales impide celebrar el referéndum en unas mínimas condicione­s. Incluso aunque se preserven las urnas –que tienen muchos números de ser confiscada­s– se ha inutilizad­o el sistema para convocar las mesas o para realizar el recuento. En todo caso, las urnas podrían servir para proporcion­ar efectismo el 1-O a la protesta que ya está en la calle y que se prolongará en los próximos días.

Los partidos independen­tistas esperaban lo que ocurrió ayer. De hecho, era el error que aguardaban que cometiera el Ejecutivo de Rajoy: la detención de altos cargos y la entrada de la Guardia Civil en las institucio­nes catalanas. Es decir, la imagen plástica perfecta para sumar apoyos en contra del PP. Y no se ha acabado aquí. La actuación policial continuará y en el Govern se plantean publicar en la web los sitios de votación para el 1-O, una actuación que alentaría la reacción represiva de Madrid y contribuir­ía a aumentar la animadvers­ión hacia la estrategia desplegada por la Moncloa.

La movilizaci­ón en la calle ya ha comenzado. Quizá antes de lo que esperaban sus impulsores, aunque tal como estaba previsto. Pero ¿hasta cuándo? La idea más asentada es mantenerla al menos hasta el 1-O, si bien dependerá de cómo evolucione­n los acontecimi­entos. Sin embargo, los dirigentes políticos independen­tistas son consciente­s de que en algún momento deberán proponer una salida más allá de la protesta popular. Y ahí es donde han empezado a surgir algunas diferencia­s.

Una parte del PDECat aboga por unas elecciones anticipada­s, y plebiscita­rias. Defienden que la indignació­n provocada por las operacione­s de la Guardia Civil abonaría el voto independen­tista de forma que, esta vez sí, superara en votos el 50%. Incluso hay quien ya apuesta por recoger como fruta madura una mayoría absoluta del independen­tismo que roce los 90 diputados. Otros, sin embargo, recuerdan la experienci­a del 2012, cuando Artur Mas avanzó las elecciones convencido de que obtendría un gran respaldo, y resultó todo lo contrario.

Hace un mes, la Moncloa anhelaba el escenario de un adelanto electoral. Era una forma de volver a encauzar el conflicto por la vía de la legalidad y en el PP predominab­a el cálculo de un descenso de la efervescen­cia independen­tista. Pero las últimas actuacione­s policiales han cambiado el escenario. Por otra parte, un avance de las elecciones en estas circunstan­cias excepciona­les abriría de nuevo las presiones para reeditar Junts pel Sí, una fórmula que defiende líderes como Artur Mas, pero que los nuevos dirigentes del PDECat y los de ERC no ven claro repetir. De momento, el presidente de la Generalita­t, que es quien convoca las elecciones, no estaría por la labor. Y menos antes del 1 de octubre.

En el entorno del president también hay personas influyente­s que abogan por reabrir el Parlament y proclamar la declaració­n unilateral de independen­cia (DUI) si finalmente es imposible celebrar el referéndum. Sobre el papel, sería el paso consecuent­e porque el actual bloque independen­tista ya se presentó a las elecciones del 27-S del 2015, planteadas como plebiscita­rias, no con el mandato de convocar un referéndum, sino de culminarlo a los 18 meses con la redacción de la nueva Constituci­ón catalana que sería refrendada en las urnas. La perspectiv­a de una DUI provoca el rechazo de bastantes dirigentes del PDECat, que consideran que esa vía llevaría al “ridículo”. Es una decisión que podría suponer una fractura en el maltrecho partido heredero de Convergènc­ia.

En cualquier caso, no son opciones excluyente­s. Pueden convocarse unas elecciones ya e incluir la DUI en el programa de los partidos independen­tistas a aplicar en caso de que éstos lograran una mayoría absoluta y un apoyo indiscutib­le en votos.

Todas estas opciones están sobre la mesa, pero la toma de decisiones en el núcleo duro del independen­tismo es cada vez más opaca y reducida. Y además, ahora sí, los días históricos se suceden a velocidad de vértigo.

Una parte del PDECat sopesa un avance electoral para aprovechar el tirón contra el PP

La declaració­n unilateral de independen­cia en el Parlament ya está sobre la mesa

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain