Las detenciones dinamitan el pleno del Congreso
PDECat y ERC dejan la sesión y el PNV censura a Rajoy
Como una bomba cayó la noticia de las detenciones practicadas en Catalunya en mitad de la sesión de control al Gobierno en el Congreso, abriendo una evidente vía de agua en la legislatura.
Apenas 16 horas después de que una moción de Albert Rivera agrietara el frente constitucional formado por PP, PSOE y Ciudadanos, las operaciones policiales y judiciales en Catalunya y la detención de altos cargos del Gobierno catalán llevaban a los diputados de ERC y el PDECat a abandonar la sesión. Aitor Esteban, portavoz del PNV, acusaba desde el escaño al PP de instaurar una policía del pensamiento en España como la que imaginó Phillip K. Dick en El
informe de la minoría (1956), adaptada al cine por Steven Spielberg como Minority report (2002). En la fábula, la unidad de precrimen de la policía detenía a los ciudadanos antes de que cometieran delitos basándose en los informes de los
precog, unos videntes.
El aviso no fue contingente. Minutos después, ya en los pasillos, Esteban insistía en la “gravedad de la crisis democrática”, instaba al Gobierno a dialogar, reconvenía a los periodistas que preguntaban por los presupuestos del 2018 –“Pero ¿ustedes son conscientes de la gravedad de lo que está sucediendo?”– y echaba sal a la herida abierta por Albert Rivera: “Las medidas que está tomando el Gobierno han sido rechazadas ayer por esta Cámara, que, como siempre repite el PP, es la sede de la soberanía del Estado”. Medio minuto antes, a pocos metros, el líder de Ciudadanos proclamaba que tenía una “noticia histórica”: la supresión del impuesto de sucesiones en Andalucía. Los periodistas lo miraban perplejos.
De la tensión política daban la medida los términos empleados por el diputado de ERC Gabriel Rufián en su pregunta al presidente Rajoy: “Saque sus sucias manos de Catalunya”, le espetó antes de abandonar el pleno. No más ponderados fueron algunos diputados del PP, que gritaron a los parlamentarios de ERC “¡no volváis!” mientras estos abandonaban el hemiciclo. Carles Campuzano, portavoz del PDECat, más sosega-
do pero igual de firme, lamentaba una aceleración de acontecimientos que “cruzaba todas las líneas rojas” y “rompía los puentes”, términos muy similares a los que había empleado el portavoz de En Comú, Xavier Domènech, quien desde el escaño convocó a los catalanes a movilizarse el 1-O tras subrayar que la crisis había dejado de ser “un problema de independentistas, federalistas o confederalistas, para convertirse en un ataque del Gobierno de Mariano Rajoy contra los catalanes”.
No por casualidad, a la vez que se sucedían las airadas desafecciones al proceder del Gobierno, iban cayendo las confirmaciones de asistencia al foro promovido por Pablo Iglesias, Xavier Domènech y sus confluencias el domingo en Zaragoza: primero PDEcat y ERC, luego el PNV, después BNG... La asamblea estatal de parlamentarios y alcaldes en defensa de la libertad de expresión, la fraternidad y la convivencia –tal es el bautismo de este órgano informal– hinchaba velas al calor de las actuaciones policiales en Catalunya.
En las puertas del Congreso, en la escalinata, los diputados de Unidos Podemos, En Comú y En Marea se fotografiaban con carteles de “Democracia sí, detenciones no”, a mediodía, mientras trascendía la convocatoria de una manifestación en la Puerta del Sol por el derecho a decidir en Catalunya. Un hito. Los grupos catalanes anunciaban que asistirían a la manifestación, como el PNV, y a la comparecencia de Cristóbal Montoro en la comisión de Hacienda a primera hora de la tarde, y que acudirían a votar hoy las conclusiones de la comisión de investigación de la operación Catalunya, pero dejaban en el aire la continuidad de su presencia en el Congreso.
Un veterano diputado contemplaba con cierto pasmo la intensa actividad en el patio y en los pasillos de las Cortes y, recordando la votación promovida por Ciudadanos, concluía lacónico: “Esta legislatura acabó ayer”.
La crisis política acelera la confirmación de asistencias al foro promovido por Iglesias