Prudencia y perfil discreto
Los gobiernos extranjeros mantienen su distancia con el 1-O y lo consideran un “asunto español”
Los hechos de Catalunya no cambiaron el discurso oficial de los principales gobiernos internacionales y las instituciones europeas, en su defensa del orden constitucional español y la legalidad, situando el 1-O como una cuestión interna española. Mientras, la cobertura de la prensa fue desigual según el país.
Las instituciones comunitarias optaron por el silencio como toda respuesta a las detenciones practicadas por la Guardia Civil. JeanClaude Juncker y Frans Timmermans ya han hablado. “No tenemos nada más que comentar”, respondió el vicepresidente de la Comisión Europea Valdis Dombrovskis.
El asunto no ha sido debatido todavía por el colegio de comisarios europeos, pero no se descarta que ocurra en los próximos días. Pese al silencio oficial, los acontecimientos en Catalunya se siguen muy de cerca desde el Berlaymont, la sede del ejecutivo comunitario en Bruselas, donde se empieza a hablar con preocupación de “inmovilismo” para definir la actitud de Rajoy.
Los medios alemanes, volcados estos días en la cobertura de la recta final de la campaña para las elecciones de este domingo, dedicaron espacio inmediato a la noticia. Las televisiones públicas ARD y ZDF dieron cuenta de la situación en sus informativos principales. Las ediciones digitales de los principales diarios se hicieron eco puntualmente de lo ocurrido. El Frankfurter Allgemeine Zeitung tituló: “Conflicto por la independencia. Escalada en Catalunya”. Su corresponsal en Madrid, Hans-Christian Rössler, indicaba que “el Gobierno cenocurrido tral español eleva la presión sobre los separatistas catalanes”. El Süddeutsche Zeitung incluía a mediodía la noticia con el título: “Referéndum: Madrid procede contra Catalunya con policía”.
Las tensiones en Barcelona no ocuparon un lugar muy destacado en los medios franceses. El terremoto de México, los efectos del huracán caribeño María, la jornada de protestas contra la reforma laboral y otras noticias menores precedieron al informe catalán, cuando lo hubo, en radios y televisiones. El principal telediario de las ocho de la tarde dedicó diez segundos a las manifestaciones de Barcelona. En las ediciones digitales Le Figaro titulaba que “Madrid pasa a la ofensiva contra el referéndum” y L’Express constataba que, “la tensión sube de nivel”. Le Monde tituló con
“las manifestaciones en reacción a la detención de miembros del Gobierno regional”. Sólo un político, el excandidato socialista Benoît Hamon, hizo un comentario en la red: “El Gobierno español se equivoca avivando la tensión”. Desde la izquierda, Jean-Luc Mélenchon ha sido de los pocos en comentar la situación en términos generales y más bien fríos: “Si cada gobierno pudiera convocar un referéndum así, no habría ningún Estado posible en Europa, se regresaría al sacro imperio romano-germánico con principados y fracciones”. “Los separatistas son mayoritarios en el Parlamento regional, pero la sociedad catalana está muy dividida en la cuestión de la independencia”, señalaba ayer tarde Le Monde.
En Italia el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, calificó lo en Catalunya como “un asunto interno” de España y descartó un contagio en Italia. “Espero que no tenga evoluciones preocupantes”, agregó el premier, quien fue preguntado en Nueva York, al margen de la Asamblea General de la ONU. Frente a la prudencia del jefe del Gobierno, los presidentes de Lombardía y del Véneto –ambos de la Liga Norte– se solidarizaron con los independentistas catalanes. Los acontecimientos de Barcelona compitieron como primera noticia con el terremoto de México en diarios digitales, radio y televisión.
En el Reino Unido, la BBC explicaba la “intensificación de las redadas”. The Guardian dedicó espacio a la información y en un artículo de opinión, firmado por Sam Jones,
REACCIÓN DE BRUSELAS “No tenemos nada que comentar”, señalaron desde la Comisión Europea
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
El terremoto de México restó espacio mediático a los hechos de Catalunya
apunta la posibilidad de que el Gobierno entienda la necesidad de una “estrategia diferente”.
En EE.UU. los trágicos percances provocados por la naturaleza –el terremoto de México y del huracán María–, además de los exabruptos del Trump, ensombrecieron los avatares políticos en Catalunya en los grandes medios. En medio de ese panorama catastrófico, con un presidente que amenaza a diestro y siniestro, incluso con la intención de destruir totalmente a un país, el envite por la creación de un nuevo Estado quedó postergado en The New York Times a la página de internacional de su sitio web, del medio para abajo. Ahí se podía leer una crónica del corresponsal en Madrid con el título: “Mientras el referéndum de independencia de Catalunya se acerca, Madrid escala la tensión”. Tampoco The Washington Post le dio una especial relevancia y colgó un teletipo de Ap.