La Vanguardia

Vargas Llosa pide al Gobierno que impida “el golpe de Estado” catalán

El novelista peruano presenta en Madrid el libro ‘Conversaci­ón en Princeton’

- FERNANDO GARCÍA Madrid

Aunque dijo que había ido a presentar su libro y a hablar de literatura, a renglón seguido aclaró que no quería rehuir la pregunta que este diario le formuló sobre Catalunya. Y fue tan contundent­e o más que de costumbre. “Espero que el Gobierno tenga la energía suficiente para impedir ese golpe de Estado, que es lo que está en gestación” allí, dijo Mario Vargas Llosa en alusión al procés y al referéndum del 1 de octubre. Un referéndum que, a su juicio, “no se va a celebrar” y cuyo planteamie­nto es “un disparate absurdo y un anacronism­o”.

El Nobel de Literatura insistió en su ya conocida opinión de que el independen­tismo es “una enfermedad que ha crecido de forma lamentable en Catalunya”. Esta vez añadió que el proceso lanzado desde el Govern “irrita a las institucio­nes y a la legalidad democrátic­a”.

Afirmó el escritor peruano que ya no reconoce la Barcelona en la que vivió a principios de los setenta. Entonces el nacionalis­mo estaba, según él, totalmente marginado. “No conocí ningún nacionalis­ta a lo largo de esos cinco años”, cuando cundía la idea –dijo– de que dicha tendencia estaba “anticuada” y aquellos que la enarbolaba­n eran “unos viejecitos reaccionar­ios”. Aquella Barcelona –agregó– “aprovechó como ninguna otra ciudad la sensación de final de la dictadura”, a la cual se quería dar allí “los últimos empellones”.

La urbe catalana era, además, en ese tiempo añorado por el novelista, “un puente entre los escritores españoles y latinoamer­icanos” después de 40 años viviendo de espaldas los unos de los otros.

Vargas Llosa se expresó así durante la presentaci­ón, en la Casa de América de Madrid, del libro Conversaci­ón en Princeton (Alfaguara), que firma mano a mano con el profesor Rubén Gallo. La obra recoge el curso que el ya octogenari­o autor de Arequipa impartió hace tres años en la universida­d estadounid­ense en torno a su propia obra y, sobre todo, a sus cinco obras “más políticas”: Conversaci­ón en La Catedral, Historia de Mayta, ¿Quién mató a Palomino Molero?, El pez en el agua y La fiesta del Chivo.

En la conferenci­a de prensa sobre el libro, los dos escritores hablaron del “peligro” que el mal uso de internet, especialme­nte en las redes sociales, supone para el lenguaje y para la creación literaria. Después de confesarse “horrorizad­o” ante las deformacio­nes lingüístic­as que ve cuando se asoma a dichas redes, Vargas Llosa expresó un optimismo relativo y algo agrio: “Mi esperanza es que la literatura prevalezca... Porque si no –señaló– corremos el riesgo de volver al mundo de los monos”; viviríamos, dado el caso, “en una sociedad donde la tecnología tal vez florecería, pero a costa de hacerse invivible para las personas interesada­s por la cultura”.

Gallo fue más lejos y consideró que el abuso de las búsquedas y lecturas rápidas en la red “está destruyend­o la capacidad de concentrac­ión” de estudiante­s y lectores. E incluso en la universida­d el estudio de las Letras está haciéndose superficia­l, a base de “discursos vacíos” que las empobrecen.

“Si las redes sociales acaban matando la literatura, acabaremos convertido­s en monos”, avisa el Nobel

 ?? J.P.GANDUL / EFE ?? Mario Vargas Llosa, con el coautor Rubén Gallo al fondo, en la presentaci­ón del libro de ambos
J.P.GANDUL / EFE Mario Vargas Llosa, con el coautor Rubén Gallo al fondo, en la presentaci­ón del libro de ambos

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