La Universitat d'Estiu cierra su 34ª edición con éxito de público
La Universitat d'Estiu de Andorra cerró una nueva edición, este año centrada en Tecnología y humanidad: luces y
sombras, con unas altas cifras de asistencia. La universidad de verano, que este año alcanzaba su 34ª edición, ofreció dos conferencias diarias, durante la primera semana de septiembre, en el Centre de Congresos de Andorra la Vella. El ministro de Educación y Enseñanza Superior, Eric Jover, valoró estos "esperanzadores" datos de público y atribuyó el éxito, en parte, a la gratuidad de la propuesta, uno de los puntos fuertes de la iniciativa, tal como resaltó. El no ser de pago hace que cualquier ciudadano "pueda acceder a conocimientos de primer orden", según el ministro. Más de 70 asistentes se inscribieron a través de la página web de la universidad para seguir las conferencias, pero fueron muchos más los que se acercaron, ya que la inscripción no era obligatoria.
Otro de los factores destacados por Jover que han atraído a mucho público es "la calidad de los ponentes en esta edición, profesores que abordaron todos los ámbitos relativos a la tecnología desde puntos de vista y aplicaciones prácticas muy diferentes. La charla que inauguró las jornadas fue a cargo de José Manuel Sánchez Ron, doctor en física, que se ocupó de contextualizar los cambios de la humanidad a través de un recorrido histórico de la relación entre la tecnología, la ciencia y la sociedad.
Finalmente, tampoco hay que olvidar como factor que sin duda atrae a estudiantes que el programa forma parte de las actividades de la Xarxa Vives d'Universitats, lo cual implica que las 20 horas de clase son reconocidas como créditos de libre elección en los centros que forman parte de la red, si se asiste al 80% de las sesiones.
LOS TEMAS
MÁS CONTROVERTIDOS
Todos los temas analizados despertaron el interés de los asistentes, desde la repercusión y las posibles aplicaciones de la tecnología en ámbitos como la educación, la alimentación y la medicina, así como en la vida cotidiana, en la seguridad y en el futuro. Pero las jornadas no quisieron aportar solo una visión en positivo de la tecnología y fueron más allá, profundizando en los aspectos más controvertidos que supone esta revolución. Así, se habló de cuestiones éticas, económicas y de seguridad que se plantean con este nuevo panorama tecnológico, de los retos que se abren y de cómo pueden resolverse.