Puntuar sin puntería
El Girona no domina como en otras citas pero sobrevive a Leganés
PREPARADOS
Los de Machín parecen cada vez más adaptados a la categoría antes de recibir al Barça el sábado
Contra un rival directo, “de su Liga”, era vital no perder y eso es lo que consiguió el Girona en su visita a Butarque, ante el Leganés. Un empate que, teniendo en cuenta los problemas ofensivos de ambos equipos en este inicio, no podía ser otro que a cero goles. Y eso que ocasiones tuvieron.
Ya fuera por el cansancio que se le presuponía al Girona por haber tenido 48 horas menos de descanso o, sencillamente por una cuestión de empuje, los madrileños salieron mucho más enchufados al partido. Todavía no se había cumplido ni el primer minuto de juego que Szymanovwski le ganaba la espalda en Juanpe y estrellaba una pelota en el travesaño. La respuesta gerundense no tardó al llegar y, en el minuto 5, Stuani remató un centro milimétrico de Borja García ligeramente desviado. Ambos jugadores se entendieron a la perfección en muchos momentos del partido y dieron todavía más argumentos a Pablo Machín para que no les diera ningún descanso, en un día en que el técnico soriano hizo las primeras rotaciones. Así, jugadores tan habituales como Bernardo, Aday y Portu empezaron de inicio en el banquillo, decisión que modificó sus últimos planteamientos de jugar sólo con un punta para hacerlo con el nigeriano Kayode acompañando a Stuani. Precisamente, de una buena y rápida combinación entre los dos, el Girona podría haber deshecho el empate pero el uruguayo, completamente solo, volvió a enviar fuera un remate ante el portero Cuéllar.
A pesar de las ocasiones, fueron los madrileños los que llevaron el peso del partido en la primera parte, ganando la posesión a un Girona que, hasta ayer, y contra el resto de equipos de más entidad, siempre había dominado. Sin embargo, el principal peligro de los hombres de Asier Garitano estuvo casi siempre en jugadas de contraataque, como la que tuvo Szymanovwski antes del descanso, cuando quiso finalizar él mismo una larga conducción.
No cambiaron mucho las cosas en la segunda parte. La igualdad siguió siendo la nota dominante de un partido que fue perdiendo brillo. El colombiano Mojica, desde el carril izquierdo, lo intentó repetidamente para el Girona y Juanpe, a balón parado, es quien lo tuvo más cerca. Primero peinando un centro que estuvo a punto de sorprender a Cuéllar y después, también de cabeza, rematando en el travesaño, tal como había hecho el Leganés en el primer tiempo. Sólo un gol bien anulado de Amrabat, en claro fuera de juego, inquietó a la defensa gerundense en el tramo final.