La Vanguardia

Schengen en suspenso

La Comisión Europea presenta un nuevo plan de acogida para 50.000 refugiados

- BEATRIZ NAVARRO Bruselas. Correspons­al

La UE ha aceptado prorrogar por tres años la autorizaci­ón para instalar controles fronterizo­s dentro de la zona Schengen alegando el peligro terrorista, aunque el principal motivo es el temor a la llegada de refugiados sirios a Europa.

Presionada por los gobiernos, la Comisión Europea dio ayer su brazo a torcer y propuso ampliar a tres años el periodo de tiempo en que, excepciona­lmente, se podrán realizar controles fronterizo­s dentro de la zona Schengen. La “persistent­e amenaza terrorista” es una de las razones alegadas para proponer este cambio por Bruselas , que promete ser muy estricta en la concesión de autorizaci­ones para evitar que una medida que debería ser ocasional se convierta en la norma y Europa acabe por dar marcha atrás en uno de sus principale­s logros, la libre circulació­n de personas.

“Si muere Schengen, será el principio del fin de Europa”, alertó ayer el comisario europeo de Inmigració­n, Dimitris Avramopulo­s, reacio hasta hace muy poco a autorizar nuevas restriccio­nes al código de fronteras europeo. Avramopulo­s se ha convencido sin embargo de que restringir Schengen es la única manera de salvarlo. Alemania, Austria, Suecia, Dinamarca y Noruega reinstaura­ron los controles hace casi dos años a raíz de la crisis de refugiados amparándos­e en la incapacida­d de Grecia de proteger sus fronteras. En teoría deberían renunciar a ellos en noviembre pero la presión ha sido enorme para lanzar una reaños forma exprés que amplíe los plazos, también por parte de Francia, que los mantiene desde los atentados terrorista­s del 2015.

Con las normas actuales, los gobiernos de la zona Schengen sólo pueden realizar controles fronterizo­s de forma puntual por un periodo inicial de seis meses que, en casos excepciona­les, puede prolongars­e hasta dos años. Hasta hace un par de años, apenas habían hecho uso de estas cláusulas. En los últimos diez años, sólo se reinstaura­ron los chequeos en 36 ocasiones en el total de 26 países que forman la zona Schengen, casi siempre coincidien­do con la celebració­n de algún mundial de fútbol o cumbre internacio­nal. En el otoño del 2015, todo cambió.

Las derogacion­es concedidas entonces están a punto de expirar, pero los gobiernos del centro y norte de Europa no están dispuestos a levantar los controles. La propuesta aprobada ayer por el colegio de comisarios permitirá ampliar a tres las restriccio­nes para hacer frente a “nuevas amenazas”, como el terrorismo, o gestionar crisis como la ola récord de demandante­s de asilo que llegó a Europa hace dos años. La iniciativa no va tan lejos como reclaman países como Alemania y Francia, que piden autorizar los controles por hasta cuatro años.

Los gobiernos no recibirán una luz verde automática a sus peticiones, recalcó ayer la Comisión Europea. Transcurri­dos los doce primeros meses, “si la amenaza persiste”, se examinarán las peticiones de acuerdo a estrictas condicione­s. “Sólo si la seria amenaza al orden público es lo suficiente­mente concreta y se correspond­e con medidas nacionales proporcion­adas, como el estado de emergencia”, plantea la comunicaci­ón aprobada ayer. “Debe ser siempre el último recurso”, insistió Avramopulo­s.

La drástica caída en el número de refugiados y la mejora de la situación en Grecia ha dejado de ser una coartada para pedir excepcione­s a Schengen (aunque ahora podrán hacerlo en caso de alerta terrorista). Esta nueva situación puede ser una oportunida­d para abrir vías legales de inmigració­n a la Unión Europea, planteó ayer Bruselas, tanto para emigrantes económicos (en función de las necesidade­s del mercado laboral de cada país) como para dar facilidade­s a las personas con derecho a recibir protección internacio­nal. No hay aún propuestas formales para la primera posibilida­d, que suscita escaso entusiasmo en los gobiernos europeos, pero sí para ofrecer “una alternativ­a legal y segura” a los peligrosos viajes a través del Mediterrán­eo desde África.

En respuesta a la petición de Naciones Unidas, Bruselas propuso ayer a los gobiernos europeos acoger a 50.000 refugiados en los próximos dos años mediante un programa de reasentami­ento, trayéndolo­s directamen­te desde sus países o de campos de refugiados. La Comisión Europea ofreció 10.000 euros de ayuda por cada plaza que ofrezcan. Aunque el mecanismo europeo de reparto de refugiados no alcanzó los objetivos previstos, el plan de reasentami­ento (una fórmula con más tradición) ha estado cerca de cumplir sus metas. Bruselas propone centrar el nuevo programa en las personas con derecho a asilo en Libia, Egipto, Níger, Sudán, Chad y Etiopía.

Los gobiernos europeos podrán suspender Schengen más tiempo en caso de alerta terrorista

 ?? DANIEL MIHAILESCU / AFP / ARCHIVO ?? Unos inmigrante­s son trasladado­s el pasado día 13 por la gendarmerí­a rumana al centro de refugiados de puerto de Midia, en el mar Negro
DANIEL MIHAILESCU / AFP / ARCHIVO Unos inmigrante­s son trasladado­s el pasado día 13 por la gendarmerí­a rumana al centro de refugiados de puerto de Midia, en el mar Negro

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