La Vanguardia

Fuera de control

- Lluís Foix

Atres días del anunciado referéndum la situación está fuera de control desde el punto de vista político y de la seguridad. La batalla de la propaganda la están ganando los independen­tistas que han sabido construir un relato que han comprado muchos periodista­s internacio­nales convirtién­dolo en noticia global. La visita de Mariano Rajoy a Washington arrancó un apoyo claro de Trump a la unidad de España , que expresó de forma ambigua y confusa. Entre las frases que pronunció en la rueda de prensa se puede destacar la de que “sería una tontería que Catalunya se separara de España”. También dijo: “España es un gran país y me gustaría que siguiera unida”. Trump visitó Barcelona en varias ocasiones para dar conferenci­as a ejecutivos antes de ser elegido. Pero no le prepararon un discurso adecuado a la complejida­d de la situación. Sus preocupaci­ones son otras.

La agitación y propaganda se encuentra en los dos bandos. Rajoy no ha sabido utilizar el bisturí de la inteligenc­ia política y lo ha dejado en manos del TC y del fiscal general, que han optado por decisiones que pueden ser legales pero de dudosa eficacia. La citación judicial a más de 700 alcaldes es un despropósi­to. Y la concentrac­ión de tres buques para albergar a policías y guardias civiles en el puerto de Barcelona es contraprod­ucente. Las multas a los miembros de la Sindicatur­a Electoral sí que fueron eficaces, hasta el punto de que todos sus miembros presentaro­n la dimisión.

Un referéndum que no tenga las garantías de una Junta Electoral no es democrátic­o. La negociació­n tendrá que darse, en cualquier caso, después de lo que ocurra el domingo con las grandes movilizaci­ones previstas en las calles y plazas de Catalunya.

La política se ha trasladado a la calle y por eso está fuera de control. Puigdemont

No hacen falta héroes, sino estadistas que entiendan que los pactos facilitan los acuerdos y la convivenci­a

ha convocado la Junta de Seguridad para contrarres­tar las reuniones presididas por el coronel designado por el Gobierno para coordinar los dispositiv­os de seguridad. Esto es un lío y un peligro. Para los independen­tistas todo sirve para defender su objetivo. Hasta personajes como Julian Assange y Edward Snowden, acusados de traición por Estados Unidos, declaran cada día sobre la causa de la independen­cia catalana advirtiend­o de los riesgos de guerra civil. ¿Quién paga a estos espías informátic­os?

La solución no está ni en la fuerza ni en la astucia. Una vez que el Parlament de Catalunya rompió las reglas de juego, la política ya no se mueve en las institucio­nes democrátic­as, sino que está en la calle y fuera de control.

Habrá que reconducir la situación y regresar a las reglas de juego de la convivenci­a y el respeto al adversario, que los países democrátic­os nunca abandonan. No hacen falta héroes ni mártires, sino estadistas que entiendan que los pactos son los que facilitan el entendimie­nto entre las partes confrontad­as. La alternativ­a es demasiado irresponsa­ble y peligrosa. El país, en cualquier caso, quedará dividido.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain