Estados Unidos impone a Bombardier aranceles del 220%

El Departamento de Comercio de EE.UU. impuso ayer al fabricante de aviones canadiense Bombardier unos aranceles del 220%. La administración norteamericana aceptó así la tesis de Boeing, que acusa a Bombardier de vender aviones a precios inferiores a su coste, al haber recibido de forma indebida subvenciones del sector público.

Una de las causas de la contienda es el reciente pedido de Delta Airlines de hasta 125 aviones de la Serie C de Bombardier (valorados en más de 4.000 millones de euros), a un precio que Boeing considera artificialmente bajo. Como medida de retorsión, Ottawa amenaza ahora con no llevar a cabo la posible compra de 18 unidades del avión de combate Super Hornet que precisamente produce Boeing (un pedido de 4.200 millones de euros).

El conflicto se produce mientras los dos países tienen sobre la mesa la renegociación del tratado de Libre Comercio, que agrupa a Canada, EE.UU. y México. De acuerdo con un apartado de este acuerdo (capítulo 19), las partes pueden aplicar medidas contra subsidios o dumping comercial incluso antes de formar un panel de resolución de controversias si “no están convencidos de que otro país no ha aplicado de forma justa sus propias leyes comerciales”. Es el argumento que invocaron los estadounidenses para justificar su decisión de restringir las importaciones del fabricante canadiense.

Bombardier también tiene que enfrentarse a una resolución en la Organización Mundial del Comercio (OMC) a raíz de una denuncia de Brasil, que pretende proteger a su propio fabricante Embraer y que también le acusa de aprovecharse de ayudas públicas. Ahora hay preocupación por los 3.500 puestos de trabajo que tiene Bombardier en Quebec, además de otros 4.500 efectivos en Irlanda del Norte. Las acciones de la firma canadiense se desplomaron en bolsa cerca del 6%.