EL NUEVO CONSUMIDOR PIENSA EN VERDE
“Uno de cada dos consumidores discrimina productos en relación a elementos de RSC
Si cuando compra o consume, incluye criterios éticos, sociales o ambientales en su decisión, es que usted es un consumidor consciente. Se trata de discriminar positivamente e incorporar aspectos de responsabilidad social corporativa en las decisiones finales de compra.
Juan Alfaro, secretario general del Club de Excelencia en Sostenibilidad, define al consumidor consciente como aquel que “busca productos socialmente responsables, productos que su consumo propicie un aprovechamiento más eficiente de los recursos en todo su ciclo de vida, que favorezca el desarrollo social de su entorno y que permita preservar los recursos medioambientales. Las compañías deben ser capaces de promover estos productos y servicios y ponerlos a disposición del consumidor, y hacerlo a unos precios acordes a las disponibilidades económicas”.
Según el último informe de Forética, 12 millones de consumidores son receptivos a estos aspectos y ya se valoran mucho más aspectos de responsabilidad social en las compañías (relación con los empleados, cuidado del medio ambiente, inversiones sociales…) que los propios del mercado (atención al cliente, resultados económicos…).
Actualmente los consumidores tienen el poder de discriminar por criterios sociales, sea positiva o negativamente, gracias al acceso a la información, entre otros aspectos. Alfaro añade, además, que no es menor el reto para el resto de agentes sociales (oenegés, tercer sector…) debido a su labor divulgativa y pedagógica, “así como la de las administraciones públicas que a través de los instrumentos de los que dispone (normativa, estándares, subvenciones…) puede favorecer e incentivar el consumo responsable”.
Según el informe de Forética, uno de cada dos consumidores en España realiza discriminación de consumo basada en elementos de RSC. Casi un 50% asegura haber comprado productos al conocer que una empresa se basa en criterios socialmente responsables. Y, por el contrario, cerca del 45% ha dejado de comprar alguna marca por sus malas prácticas respecto a la sociedad y al medio ambiente. Por ello, es nece- sario que la relación entre marca/empresa con su consumidor/cliente sea lo más transparente posible. ¿Cómo? Según Juan Alfaro “a través del etiquetado de sus productos y de campañas de sensibilización y concienciación. Así conseguimos que el consumidor pueda tomar decisiones de compra cada vez más racionales y menos emocionales, basadas no sólo en el precio sino también en las características de sostenibilidad de los productos y de las compañías que hay detrás de ellos”, por ejemplo. Además, recalca la importancia de que la estrategia de RSC en las compañías sea global y que éstas velen “porque el resto de la cadena de valor sea igualmente sensible hacia estos conceptos de consumo”.