Puigdemont trata de tranquilizar a los directores de colegios
El president asegura que el Govern será el responsable de abrir los centros
Carles Puigdemont recibió ayer en el Palau de la Generalitat a 700 miembros de la comunidad educativa favorables al referéndum, a los que aseguró que el Govern será el responsable de abrir los centros. Los directores le hicieron una entrega simbólica de llaves de los colegios.
El Govern es el único responsable de la apertura de los colegios electorales el 1-O y, por tanto, de las escuelas. Éste es el mensaje que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, trasladó ayer a la comunidad educativa, en una recepción que ofreció a más de 700 miembros adheridos al manifiesto Obrim les escoles. “La responsabilidad es del Govern, de los consellers, del vicepresidente y de mi mismo, que hemos asumido todos los hechos y las decisiones, y somos nosotros que estamos al frente y llegaremos hasta el final en la asunción de la responsabilidad”, les garantizó en un intento de tranquilizarles.
“Entiendo las angustias de cada uno, porque habéis sido objeto de intimidación y amenaza, que ha pretendido limitar vuestra libertad”, pero “debéis sentiros libres de responsabilidad”, subrayó el jefe del Govern, en un acto en el Pati dels Tarongers del Palau de la Generalitat, acompañado por la consellera de Ensenyament, Clara Ponsatí. Puigdemont agradeció a los docentes el esfuerzo realizado en favor del referéndum, porque “no habéis retrocedido ni un milímetro en los derechos fundamentales”, y remarcó que, aunque “sabemos que el 1-O habrá muchas dificultades, para cada dificultad habrá dos soluciones y para cada miedo tres esperanzas”. Algunos representantes de la comunidad educativa, por su parte, hicieron una entrega simbólica de llaves de centros.
Pero con estas palabras, ni Puigdemont ni Ponsatí satisfacían la demanda de los sindicatos y directores de escuelas que pedían al Govern que les exima formalmente de responsabilidad legal en la apertura de los equipamientos escolares designados como colegios electorales. Los directores, que han firmado el apercibimiento de los Mossos d’Esquadra conforme han sido informados sobre las consecuencias legales de abrir los centros, demandan que Ensenyament les cese temporalmente, de sábado a lunes, como ha hecho el conseller de Salut con los responsables de las áreas sanitarias. Isabel Sánchez, presidenta de la asociación de directores de centros públicos en Catalunya, Axia, ve insuficiente las promesas del Govern. En una carta enviada a las escuelas, Ponsatí se compromete a recurrir las instrucciones de la Fiscalía que ordena directamente a los directores el cierre de los recintos escolares. Sin embargo, la consellera no ha recibido aún a Sánchez que el martes pidió una reunión de urgencia. Tampoco los sindicatos han obtenido respuesta, por parte de Governació y Ensenyament, sobre las medidas que el Govern prevé adoptar para proteger a los empleados públicos.
La suspensión temporal del cargo como pide Axia implicaría que otra persona del equipo directivo del mismo centro asumiera el mando, según hipótesis de los sindicatos: el jefe de estudios y, después, el secretario. No obstante, estos dudan de la posibilidad de que cesados los tres cargos, la consellera pueda ocupar la dirección del centro.
Al margen del conflicto de los directores, la defensa por la libertad de expresión en el sector de la educación ha sido unánime, contundente e inequívoca estos últimos días, con manifiestos –estudiantes, docentes, familias, sindicatos, universidades...–, encierros –en la UB y la UPC– y con dos grandes manifestaciones ayer, la de los estudiantes por la mañana y la de maestros y familias por la tarde. Las huelgas convocadas por los alumnos de secundaria el miércoles y el jueves fueron seguidas con menos intensidad que las de los universitarios, que vaciaron prácticamente las facultades de letras. Excepcionalmente, la UPF decidió no abrir ni en la jornada de ayer ni en la de hoy –que continúa la convocatoria de huelga–
Ponsatí promete a las escuelas que recurrirá contra la Fiscalía pero la respuesta no satisface a todos los funcionarios
para apoyar las reivindicaciones.
Para este fin de semana se están fraguando más movilizaciones. Los vecinos se están organizado para impedir el precinto de los colegios electorales preparando actividades festivas a partir de esta misma tarde. La asociación Som Escola que llamaba a la movilización ciudadana con este propósito ya cuenta con 50.000 voluntarios. Ayer, algunas entidades integradas en esta asociación, como la federación de ampas Fapac, el sindicato CC.OO. y la asociación Rosa Sensat, lamentaron haber aparecido como firmantes del manifiesto Obrim les escoles, presentado el día anterior en Ómnium y leído ayer en el Palau de la Generalitat. Las mencionadas asociaciones no habían sido informadas del contenido del escrito ni habían podido debatirlo en el seno de sus organizaciones.