Bartomeu dice que el partido sin público tuvo aún más impacto
Bartomeu dice que el partido sin público impactó más que un aplazamiento
Fue una de las decisiones más difíciles de su vida, asegura Josep Maria Bartomeu. Desde las 9 de la mañana, cuando aparecieron los primeros síntomas de grave excepcionalidad en Catalunya, el presidente del Barcelona estuvo en conversaciones con la junta directiva, los ejecutivos y el vestuario para adoptar una respuesta simbólica a la violencia policial que se multiplicaba en las calles. “Fue un día muy difícil para los que vivimos en Catalunya y para el Barça”, rememoró el dirigente al término de la reunión extraordinaria de la junta directiva en que se valoraron los acontecimientos. La primera decisión, explicó, consistió en impulsar el aplazamiento del partido contra el Las Palmas, pero la negativa de LaLiga y lo que el portavoz del club, Josep Vives, definió como “presiones de todo tipo” aconsejaron reformular la propuesta. Entre estas presiones no incluyó las posibles sanciones deportivas.
“Creía que podía conseguir el aplazamiento”, confesó Bartomeu, pero tuvo que conformarse con una solución alternativa y, por lo visto, impopular. El presidente mostró absoluta comprensión por los partidarios de la suspensión unilateral, pero defendió que el impacto mediático de un partido sin público es superior. “Si hubiéramos anulado el partido, la noticia hubiera durado un minuto”, argumentó. “Decidí que jugaríamos a puerta cerrada porque pensamos que la imagen de un Camp Nou completamente vacío suponía un acto de responsabilidad y una manera de hacer visible nuestro rechazo ante la situación excepcional e inadmisible que se vivió en Catalunya”. La fórmula, según Bartomeu, dio un resultado aceptable: “Hoy sabemos que la retransmisión del partido se pudo ver en 174 países de todo el mundo, con millones de personas siguiendo la excepcionalidad del partido y medios de referencia internacionales explicando la singularidad de lo que se vivía en el Camp Nou”.
Bartomeu compareció con rictus severo e institucional. Su decisión no resultó convincente para, al menos, dos miembros de su junta directiva. El vicepresidente Carles Vilarrubí y el directivo Jordi Monés decidieron presentar la renuncia el domingo y ya no participaron en la reunión de ayer. “A los dos les agradezco su dedicación en todos estos años de servicio al club”, reaccionó el presidente, que minimizó el impacto de la crisis en la solidez de la junta: “Hay unión, fuerza y energías para continuar el proyecto que abrimos en 2010 y del que todavía nos queda mucho por hacer”. Corresponde a Bartomeu la decisión de nombrar o no sustitutos para los dimisionarios, pero según ha podido saber este diario no es un planteamiento que vaya a producirse a corto plazo.
Antes de someterse a algunas preguntas, Bartomeu leyó una declaración institucional en la que, además de explicar los motivos del partido a puerta cerrada, insistió en el compromiso histórico del club con la defensa de las libertades. “Lo que se vivió ayer (el domingo) en nuestro país es inadmisible. Pedimos respeto por los ciudadanos de Catalunya y nos ponemos, una vez más, al lado de sus legítimos representantes. Los catalanes nos hemos ganado el derecho a ser escuchados”. En esta línea, el club se solidariza con los ciudadanos que el 1 de octubre “defendieron un bien tan valioso como es nuestra democracia” y expresa un reconocimiento a las 893 personas que fueron víctimas de las agresiones policiales.
La entidad blaugrana espera que el capítulo del partido sin público llegue frío y matizado a la asamblea general de compromisarios, que tendrá lugar el 21 de octubre con motivo de la visita del Málaga. Los Mossos garantizaron en todo momento que no había ningún motivo de seguridad que impidiera jugar.