Joana Serrat
CANTAUTORA
La cantautora Joana Serrat acaba de publicar Dripping springs, brillante ejemplo de música americana grabado en Texas con músicos locales, y que la confirma como una de las intérpretes con mayor personalidad musical de la escena catalana.
Joana Serrat llegó hace dos semanas de Nashville, donde participó en el prestigioso Americana Fest –convirtiéndose en la primera artista española en hacerlo– y allí llegó tras hacer un par de sold out en Londres. Y antes, en marzo, también actuó en el no menos reputado festival South by Southwest, en Austin, para grabar un par de meses más tarde su flamante álbum Dripping Springs en la localidad de idéntico nombre en Texas. Tras actuar en el Grec, el pasado viernes la cantautora de Vic publicó su ya cuarto álbum en su sello discográfico Great Canyon Records, producido por Israel Nash, cotizado músico e intérprete de la escena
americana.
Hace solamente un año y medio que publicó su anterior álbum, Cross the verge, y ahora éste, ambos con canciones originales nuevas. ¿No es algo precipitado?
No creo, me ha pillado trabajando. Nunca paro de escribir, y como me salió la oportunidad de ir al South by Southwest y ya tenía algunas canciones nuevas compuestas, y como quería grabar con Israel Nash, lo grabé y lo saco ahora.
¿Cómo fue Cross the verge a
nivel de ventas?
Vendo mucho en directo, y allí ha funcionado bien. Pero que publique ahora el nuevo no tiene nada que ver con el marketing; tenía que aprovechar que me encontraba en Estados Unidos para grabar con quien me apetecía, y las nuevas canciones que tenía escritas ya me estaban quemando: las tenía escritas, les das montones de vueltas, las tienes superoídas y notas que tienes que grabarlas ya.
¿Se siente una privilegiada por poder publicar su música prácticamente cuando le apetece?
Me siento una privilegiada por poder trabajar con quien quiero, porque siempre he podido escoger. Y por poder sacarlo también, claro, pero es que también me lo curro mucho y eso significa que también hay mucho sacrificio. Pero de eso se trata, porque para mi carrera es ahora lo principal. Musicalmente creo que estoy avanzando poquito a poco por el buen camino. Y por mi situación y la música que hago, no te puedes parar mucho porque si lo haces, puedes desaparecer en seguida.
Vuelve a trabajar en coordenadas estadounidenses, pero no repite con el productor de su anterior disco, Howard Bilerman, y ahora lo hace con otro.
De mi anterior disco, Cross the verge, estoy muy contenta porque era bastante arriesgado, aunque yo no tenía ni idea de que era así, porque simplemente me dejé guiar por cómo quería yo que fuese. Pero paradójicamente fue el disco con ha tenido mejor acogida, aunque para mí es el más raro, tanto temáticamente como en el modo en que se hizo. Con perspectiva, ahora lo hubiese hecho de otra manera, con otro equipo, pero hacerlo fue trascendental
porque me permitió trabajar en Montreal y estar donde estoy ahora.
¿En qué sentido fue trascendental?
En ese momento necesitaba definir la ingravidez y los dos mundos entre los que me encontraba; mi equipaje personal pesaba muchísimo pero no sabía cómo sacármelo de encima. Estoy muy contenta con el concepto de aquel disco; ahora continuaría siendo fiel al concepto pero cambiaría algo artísticamente.
¿Comparativamente ¿cómo definiría su nueva obra?
Uy, no es nada difícil. Pero conceptualmente, con Dripping Springs quería hacer un cambio de chip, lo tenía muy claro. Quería un sonido mucho más rock, que el disco como tal tuviese mucho más peso y, por lo tanto, nada de ingravidez.
¿Cómo aparece en su mundo Israel Nash?
Musicalmente me gustaba mucho desde hacía tiempo. Después de sacar Cross the verge me paré y me planteé hacia dónde quería ir musicalmente. Tenía algunas de las nuevas canciones y tenía bien claro que necesitaba esa garra que su música tiene y que me encanta. Y en noviembre decidí llamarle, encontré su teléfono en su página web y así lo hice. Me dijo que le sonaba mi nombre y que me viniera a su rancho en Texas para ver qué hacíamos.
¿Cuál fue su primera reacción?
El día que llegué estaban tocando él y sus músicos en una fiesta de South by Southwest y flipé tanto que me eché a llorar. Bueno, el caso es que me propuso trabajar con su banda y preparamos las demos que traía conmigo.
¿Qué le dijo usted que quería hacer?
Le dije que quería hacer un disco que no tuviese nada de pop, quería
americana pura y dura. No quería hacer un álbum con distintas paletas de colores, quería centrarme en una sonoridad mucho más compacta con algún detalle más psicodélico. Y él tiene un punto más rock. Además ya tenía ganas de trabajar con un productor muy dictador, que me dijese lo que había que hacer mis canciones.
¿Qué ha aprendido musicalmente de este modo de trabajo?
Cosas de ritmo, intentar dar más dinámica a las canciones, y creo que se ha conseguido. Eso es algo muy positivo. Creo que es el mejor disco que he hecho hasta hoy, y esto es una buena señal para como soy yo. Y aparte de esto, con esta experiencia me he dado cuenta de que sé más de lo que pensaba sobre lo que necesita una canción. Me he sabido desenvolver en una situación en que estaba totalmente sola... no sé, era una cuestión sobre todo de confianza en mí misma. Para una chica de Vic que toda su vida ha admirado la música norteamericana, que te acojan desde el primer día y que te digan que se sienten inspirados contigo, que para ellos tú eres un igual, pues todo eso te da un chute al ego que no veas. He aprendido por fin a valorar lo que hago. Y a nivel personal todo el proceso fue como una epifanía, me enamoré muchísimo de todo lo que hice allí; no quería volver. Quería quedarme a vivir allí. Ves que la gente es feliz haciendo lo que hace... he encontrado a gente que habla mi mismo idioma.
EL NUEVO DISCO “Quería hacer un disco que no tuviese nada de pop, quería americana pura y dura”
LA EXPERIENCIA PERSONAL “No quería volver de Texas, he encontrado a gente que habla mi mismo idioma”