La Vanguardia

El portugués Costa se confirma como la esperanza del socialismo europeo

El PS fagocita a su socio comunista y logra por primera vez la mayoría de alcaldías

- ANXO LUGILDE Santiago de Compostela

Valdemar Alves revalidó el domingo su mayoría absoluta en Pedrógão Grande. Obtuvo de nuevo tres de los cinco concejales y 1.298 votos, once menos que hace cuatro años. Pasó de un 56,6% a un 55,8%, como si nada se hubiera movido en el escenario del incendio en el que en murieron 64 personas en junio. Pero hubo un cambio esencial. En el 2013 Alves ganó como independie­nte en las listas del partido conservado­r del PSD, como el relevo de João Marques, que tuvo que retirarse por la limitación de mandatos. El domingo Marques intentó regresar al poder, de nuevo con el PSD, lo que llevó a Alves a fichar por el otro gran partido portugués, el socialista PS, la formación del primer ministro António Costa, a quien, de este modo, no se le resistió ni el mayor punto negro de sus casi dos años de gestión. El PS conquistó por primera vez la mayoría de las alcaldías, mientras se hundían los conservado­res del PSD del noqueado Passos Coelho. Costa se consolida como la esperanza del socialismo europeo.

El gobernante que tiene como divisa que no hay nada imposible, ni que las vacas vuelen, y que tiene como mascota una rumiante alada de juguete, se tomó a principios de julio unas desconcert­antes vacaciones en Mallorca, en plena crisis incendiari­a y tras el escándalo del robo de un arsenal en la base de Tancos. En su entorno explican que el estrés lo consumía. El descanso le sentó bien, pero le vinieron aún mejor los disparates de Passos Coelho, empeñado en aumentar el número de víctimas de Pedrógão, y la economía, que registra la mayor bonanza desde que circula el euro.

Como Costa quedó segundo tras el PSD de Passos Coelho en su debut al frente del PS en las legislativ­as del 2015, tras las que alcanzó el poder con un inaudito pacto con el Bloque de Izquierdas y los comunistas, la de las municipale­s del pasado domingo fue su primera victoria en las urnas. Costa superó los que habían sido en el 2015 los mejores resultados de la historia socialista. Subió 1,5 puntos en porcentaje de voto, hasta el 37,8%, y se hizo con diez alcaldías más, para obtener 159 de las 308 que tiene Portugal.

Ese avance presenta la parte peligrosa para la estabilida­d parlamenta­ria de haber sido a costa de los comunistas, que sufrieron un fuerte revés al perder diez municipios, como el emblemátic­o y obrero Almada. El PCP bajó

El noqueado Passos medita abandonar el liderazgo de un PSD hundido y marginal en Lisboa y Oporto

1,6 puntos y el Bloque subió un poco, si bien sigue siendo irrelevant­e en el mapa municipal.

Pero el gran derrotado fue el PSD de Passos Coelho, con ocho alcaldías menos, y sobre todo al quedar tercero en Oporto y Lisboa, con en torno al 10% de los votos. Los barones del partido pidieron el mismo domingo la cabeza de un Passos Coelho que medita tirar la toalla ante el congreso del año próximo. En la derecha los vencedores fueron el independie­nte Moreira, reelegido en Oporto con mayoría absoluta, y el CDS, cuya líder, Assunção Cristas, se coronó al quedar segunda en Lisboa.

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TIAGO PETINGA / EFE El líder socialista, António Costa, analizando el domingo los resultados de las elecciones locales, en Lisboa

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