La ciudadanía reacciona a la violencia policial con múltiples protestas
Unos 15.000 estudiantes se manifiestan silenciosamente en Barcelona
Al día siguiente de la celebración del referéndum, miles de ciudadanos se manifestaron para rechazar la violencia de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Hoy habrá más, y serán más intensas y numerosas que las de ayer, teniendo en cuenta que se realizarán en el marco del “paro de país” que los sindicatos y las entidades soberanistas han convocado para todo el día. Pero las de ayer fueron un anticipo y algunas bastante singulares: por ejemplo, ante las puertas del Liceu, en la Rambla, se cantó el Va, pensiero de Verdi; y por la mañana, los trabajadores de CaixaBank cortaron la avenida Diagonal, entonando un canto propio de la izquierda alternativa independentista: “Las calles serán siempre nuestras”.
Hubo concentraciones en multitud de localidades catalanas, las más destacadas transcurrieron en las capitales de provincia. Y algunas dejaron algún detalle, como en Figueres, donde la bandera española que ondeaba en el Ayuntamiento acabó siendo retirada a petición de las cerca de quinientas personas reunidas.
Sin embargo, la más numerosa fue la protagonizada por los estudiantes por la mañana. Unas 15.000 personas, según la Guardia Urbana, se juntaron en la plaza Catalunya, en Barcelona, para protestar contra la violencia policial. Media hora antes habían quedado en la plaza Universitat, y durante la marcha, silenciosa, los estudiantes llevaban esparadrapos rojos tapando sus labios para simbolizar la falta de libertad de expresión.
Por la tarde, más protestas de manera espontánea. El paso de furgones de la Policía Nacional por la Via Laietana de Barcelona en dirección a la dirección superior de la Policía generó pitadas y signos de rechazo por parte de los peatones. Poco a poco se fue congregando gente en torno al edificio policial, hasta el punto de que la Guardia Urbana tuvo que cortar la calle y los Mossos d’Esquadra tuvieron que formar un cordón polidiodía cial. No hubo incidentes en una concentración donde a última hora de la tarde había más de 350 personas.
Se repitieron muchas de las consignas de estos últimos días, pero hubo nuevas, como “Con tanto ‘Cara al Sol’ os vais a quemar”. De hecho, los manifestantes, la mayoría estudiantes, calificaron constantemente a los agentes de la Policía Nacional como “fascistas”. Y en la tónica habitual, fue pacífica, pero con cierta sorna: los manifestantes se dedicaron a lanzar aviones de papel al mismo tiempo –algunos hechos con papeletas del 1-O– para pasar por encima de los furgones de los Mossos y hacerlos llegar a la Policía Nacional.
Como acostumbra a suceder ante concentraciones de rechazo de cualquiera índole, a las 12 del me- se detuvo la actividad durante quince minutos en todas las poblaciones. En la plaza Sant Jaume de Barcelona se reunieron diferentes autoridades, entre ellas el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la alcaldesa, Ada Colau, así como también el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras; el conseller de Presidència, Jordi Turull, o el primer teniente de alcalde, Gerard Pisarello. Todos ellos fueron recibidos con una gran ovación por centenares de ciudadanos, al grito de “Hemos votado”, “No tengo miedo” o “Somos gente pacífica, sólo queremos votar”.
En Lleida también se reunieron centenares de personas en la plaza de la Paeria, donde el alcalde, Àngel Ros, fue abroncado continuamente y al que pidieron que dimitiera. A la concentración se sumaron una decena de bomberos, que fueron aclamados por defender algunos de los colegios electorales amenazados por la Policía Nacional y la Guardia Civil. Sin embargo, por la tarde se volvieron a concentrar casi un millar de ciudadanos.
Quien también fue abucheado fue el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, que no facilitó la apertura de centros de votación. Los 300 manifestantes reclamaron su dimisión y como pasó en Lleida, la presencia de los bombers de la Generalitat fue recibida con aplausos.
Igualmente sucedió en Girona. Las 4.000 personas reunidas formaron un pasillo a los bomberos para ovacionarlos en la plaza del Vi. En la fachada del Ayuntamiento un cartel reclamaba que se declarara a Enric Millo, gerundense y delegado del Gobierno en Catalunya, como persona non grata.
Con todo, el Gobierno asegura que la actuación policial fue “proporcionada” y ha felicitado a la Policía Nacional y a la Guardia Civil en varias ocasiones. Lo hizo ayer el Ministerio del Interior. El ministro Juan Ignacio Zoido, en un comunicado, se dirigió a estos cuerpos: “Habéis tenido quesoportar provocaciones, insultos e incluso agresiones. Os han llamado fuerzas opresoras y fuerzas de ocupación, cuando lo único que hacéis es defender y proteger la seguridad, la libertad y los derechos de todos los españoles y cumplir y hacer cumplir la ley y los mandatos de la Constitución”.
EN VIA LAIETANA Centenares de personas se reúnen para increpar a los agentes de la Policía Nacional
AGRADECIMIENTO
Los bomberos de la Generalitat están en Lleida, Girona y Tarragona