Europa reprocha a Rajoy el uso de la violencia y reclama diálogo
Alemania, Francia y Reino Unido piden respeto al Estado de derecho
La represión policial del 1-O ha sacado a la Unión Europea de su largo mutismo sobre la situación política en Catalunya. “La violencia nunca puede ser un instrumento político”, criticó ayer en una declaración institucional el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que pidió a “todos los actores involucrados que pasen rápidamente de la confrontación al diálogo” para llegar a una solución “conforme con la Constitución española y los derechos fundamentales de los ciudadanos que ésta recoge”.
Las imágenes de las cargas policiales para tratar de impedir el voto han causado una honda impresión en Bruselas, donde no se contaba con que el conflicto pudiera derivar en una situación de este tipo. Por primera vez, desde Europa se reclama diálogo y política a Madrid y a Barcelona recalcando que la única vía es el respeto al Estado de derecho, recetas que llegan aderezadas de críticas a la actuación policial en un estado miembro, una situación inédita. Alemania, Francia y el Reino Unido, sin embargo, evitaron censurar el recurso a la violencia y pusieron el acento en su respaldo al Gobierno de España ante el 1-O.
Bruselas hizo pública su declaración ayer al mediodía, en medio de un silencio sepulcral en la sala de prensa del Berlaymont, roto por media hora de incisivas preguntas de la prensa internacional. El ejecutivo comunitario desoyó los llamamientos a ofrecerse como mediadora y pasó de puntillas sobre una posible declaración unilateral de independencia, pero deslizó un mensaje muy claro al Govern: en caso de secesión, el nuevo territorio “se quedaría fuera” de la Unión Europea. “Más allá de los aspectos puramente legales de la cuestión, la Comisión Europea cree que estos son momentos para la unidad y no para las divisiones o la fragmentación” y confía “en el liderazgo de Mariano Rajoy para gestionar este difícil proceso”, añadió.
A las cuatro de la tarde de ayer, Juncker habló durante quince minutos por teléfono con el presidente Rajoy para transmitirle de viva voz su posición. Luego, explicó su portavoz, se puso en “modo escucha”. El colegio de comisarios europeos, debatirá hoy la situación en su reunión en Estrasburgo. También el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, cogió ayer el teléfono para hablar con Rajoy de la situación en Catalunya. De la conversación sólo ha trascendido el resumen que Tusk hizo en la red social Twitter: “Compartiendo los argumentos constitucionales, he pedido que se encuentren vías para evitar una mayor escalada (de la tensión) y el uso de la fuerza”. Palabras mayores tratándose de un estado miembro y para ser la primera vez que Tusk se pronuncia sobre la situación política en Catalunya.
¿Dilapidará Rajoy con la gestión policial del 1-O los apoyos explícitos o tácitos que había recibido hasta ahora a su gestión de la crisis catalana? “No, en absoluto”, responden fuentes del Gobierno español. “Las críticas se refieren más a la forma que al fondo de la cuestión”, sostienen, restando importancia a los recientes pronunciamientos de los dirigentes de Bélgica y Eslovenia.
Desde París, el presidente Emmanuel Macron expresó ayer ante Mariano Rajoy su “compromiso con la unidad constitucional de España”, en una conversación telefónica de la que dio cuenta el Elíseo, informa Rafael Poch. “No hay más que un interlocutor en la persona de Rajoy”, señalaba la nota que recordaba “la importancia de una estrecha colaboración franco-española” para llevar a buen término las propuestas de “refundación” de la UE. Las reacciones francesas a la situación catalana siguen siendo parcas y contenidas, con algunas críticas al gobierno central en el campo de la izquierda y un más decidido apoyo a la unidad del estado desde la derecha y extrema derecha.
Alemania llamó ayer al cumplimiento de la Constitución en el conflicto en Catalunya a través de varias voces, informa María-Paz López. El ministro de Exteriores, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, dijo que “la espiral debe parar”, llamó a ambas partes a dialogar “urgentemente”, y concluyó que “ahora es necesario preservar la paz, y actuar en el marco del Estado de derecho y de la Constitución española”. El secretario de Estado de Exteriores, Michael Roth, añadió que los sucesos en Catalunya son “muy preocupantes”, pero que “el separatismo no soluciona ningún problema”, y que es preciso dialogar. “Confiamos en un rápido apaciguamiento de la situación, sobre la base del Estado de derecho y del diálogo, por descontado en el marco de la Constitución española”, reiteró un portavoz del Gobierno.
“Yo me limito a reiterar el hecho de que, en el respeto total de las leyes, del Estado de derecho, de la Constitución española, espero que haya una oportunidad para el diálogo en los próximos días, se evite una espiral de violencia y se dé espacio a la política, la parte noble de la política, en su capacidad de encontrar soluciones”, declaró en Roma el primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni, informa Eusebio Val. La primera ministra británica, Theresa May, ha eludido pronunciarse pero anteanoche el ministro Boris Johnson eludió condenar la violencia e incidió en que “el referéndum catalán es una cuestión que atañe al Gobierno y el pueblo español”.
DECLARACIÓN INÉDITA
La Comisión advierte a Madrid que “la violencia nunca puede ser un instrumento político”
RECADO AL GOVERN
En caso de secesión, el nuevo Estado “se quedaría fuera” de la Unión Europea