Aparecen enterradas una pareja y una niña en sosa cáustica y bajo hormigón
La policía halla en un pozo de Sevilla a tres personas desaparecidas hace semanas
Enterrados en un pozo ciego de la cocina, rociados con sosa cáustica para acelerar la descomposición de los cuerpos y bajo una losa de hormigón. La policía logró sacar ayer a la superficie los cuerpos de dos adultos y un menor que se encontraban en un inmueble deshabitado de la localidad de Dos Hermanas. El descubrimiento de los cadáveres necesitó de un intenso trabajo de varios días por parte de la Unidad Militar de Emergencias, que tuvo que retirar el hormigón que los cubría utilizando maquinaria pesada. Casi 48 horas de duros trabajos que finalizaron ayer por la mañana con el macabro descubrimiento.
A falta de confirmación oficial tras las autopsias, los mandos policiales y el delegado del Gobierno dan por hecho que se trata de los cadáveres de Sandra Capitán, de 26 años y embarazada de tres meses; de su hija Lucía, de seis años, y de un varón de origen turco de nombre Mehmet, compañero sentimental de la mujer sevillana.
Desde mediados de septiembre se buscaba a Sandra y a su hija. Justo desde el momento que sus familiares denunciaron la desaparición de ambas en circunstancias extrañas. La mujer se había dejado la comida a medio hacer, la freidora encendida, las patatas cortadas. El coche particular, que utilizaba para todo, estaba aparcado delante de la puerta del domicilio al que se había mudado hacía seis meses con su hija, ubicado en la barriada de Nueva Bellavista.
Fue el padre biológico de la menor, que iba a recoger a la pequeña para pasar el fin de semana, quien alertó a los familiares de Sandra de que nadie respondía a sus llamadas y que el teléfono móvil estaba desconectado. La madre de la mujer acudió al piso y tras contemplar el panorama presentó denuncia ante la Guardia Civil.
Horas después se conoció que tampoco daba señales de vida su actual novio, un turco de 55 años que al parecer tenía una doble vida. Algunas fuentes señalan que estaba casado en su país con la hermana de uno de los mayores traficantes de heroína en Europa, un individuo conocido como El Paralítico. Entre unas relaciones y otras, la desaparición de Sandra y su hija no pintaba nada bien para los investigadores.
Con antecedentes penales por tráfico de drogas, los investigadores policiales consideran que Mehmet podía estar relacionado con los clanes del tráfico de estupefacientes que actúan en el deprimido barrio sevillano de las Tres Mil Viviendas, donde el turco podía tener su área de actuación y donde conoció a Sandra, habitante del barrio y madre de Lucía Begines, fruto de una anterior relación de la mujer.
El hecho de que los asesinos de las tres personas se tomaran tantas molestias en ocultar los cuerpos significa, en opinión de los investigadores policiales, que estaban dispuestos a que nunca se pudieran descubrir y el asunto quedara cerrado para siempre. Pero una serie de carambolas parece haberlo impedido.
Hace una semana, un individuo resultó herido con siete impactos de bala en la calle Manzanilla de Dos Hermanas, una vía paralela a la del Azofairón donde han sido encontrados los cuerpos de Sandra, su hija y su novio. El interrogatorio policial al herido llevó a la detención de al menos tres personas implicadas en el tiroteo. La policía fue tirando del hilo y logró que uno de ellos confesara la ubicación de los cadáveres, “algo que de otra manera nunca podríamos haber conseguido descubrir”, reconoce uno de los agentes que participaron en la investigación.
Los detenidos son todos de nacionalidad española y mayores de edad, y hoy pasarán a disposición judicial. Aunque en principio se trata de tres individuos, la operación policial sigue abierta, por lo que no se descartan más detenciones
El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, señala que “hasta el informe del forense es imposible determinar las causas de la muerte o cómo fueron asesinados”. Sanz destaca el trabajo “difícil y complejo” de la policía que ha tenido un “resultado espantoso”.
Una serie de carambolas permitió que se encontraran los cadáveres en un caso sobre tráfico de drogas