Los mercados regatean el pánico en la jornada posterior al referéndum
El Ibex cae un 1,2% y la prima de riesgo de España sube hasta los 124 puntos
Los inversores descartaron ayer tomar decisiones apocalípticas tras la intensa jornada vivida el pasado domingo en Catalunya, que deja un escenario abierto a mayores tensiones políticas y no pocas incertidumbres. Nada se hundió. La vida sigue y, aunque todo puede complicarse, de momento no hay que lamentar males mayores. “La reacción no es equiparable a lo sucedido con el Brexit o el referéndum kurdo; hay cierta volatilidad, pero no se visualiza el Catexit”, dice Robert Tornabell, profesor de Esade.
El Ibex 35, uno de los principales focos de atención, aguantó ayer el fuerte castigo sufrido por Banc Sabadell (-4,5%), CaixaBank (-4,4%) y –en menor medida– el resto de los bancos españoles, pero al final del día solo lamentó una pérdida del 1,2%. Las empresas cotizadas aún no avanzaron ayer en sus cotizaciones los posibles recortes de beneficios que se anotarían en el caso de que la situación política acabe afectando de forma severa a la inversión y el consumo, si es que eso llega a suceder. “Teniendo en cuenta lo que hay ahora mismo sobre la mesa, hoy ha estado todo muy tranquilo y la caída en bolsa se puede considerar muy razonable”, dijo ayer Laura Sierra, analista de Interbrokers, justo después del cierre.
En el mercado de la deuda, el Tesoro vio cómo los bonos a diez años incrementaron su rentabilidad –por la caída de su precio en el mercado secundario– desde el 1,604% del pasado viernes al 1,684% de ayer, su nivel más alto en cuatro meses. Esto se tradujo en un avance de la prima de riesgo de España hasta los 124 puntos básicos en el primer día después de que, el pasado viernes, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) decidiese mantener la nota de España en BBB+ con perspectiva positiva al apreciar que las tensiones abiertas con Catalunya podrían lastrar el crecimiento de la economía.
Con todo, los citados 124 puntos no comportan por sí mismos un riesgo elevado. Los analistas destacan que lo ocurrido el domingo y también ayer sirve para llegar a la constatación de que el choque de trenes es cada vez más real. Hay una preocupación mayor y, por eso, parece claro que la prima de riesgo no subió más ayer debido a la acción del Banco Central Europeo (BCE) en el mercado, lo que hace que la deuda esté anestesiada por sus compras, lo que eleva su precio y contiene la rentabilidad de los bonos.
Pero, de fondo, hay más tensión. “Hasta la semana pasada, los inversores extranjeros estaban despreocupados con la deriva de los acontecimientos en Catalunya y España, pero ahora las sensaciones son bastante negativas y en casos así, primero se vende y luego se pregunta”, asegura Roberto Ruiz-Scholtes, estratega jefe de UBS en España y Portugal. Los fondos siguen de cerca cualquier evento que afecte a sus inversiones. “Les preocupa España, su capacidad para tener bajo control el déficit, el estado de las finanzas de las comunidades autónomas y el devenir político más inmediato”, añade Ruiz-Scholtes.
ESPAÑA, EN EL PUNTO DE MIRA De golpe, preocupa la inestabilidad política y la visibilidad del país para seguir creciendo
Y LA EUROZONA TAMBIÉN
Si España ralentiza su economía, la zona euro lo notará más pronto que tarde
En este sentido, la mayor incertidumbre no es que la declaración unilateral de independencia (DUI) se concrete y nazca un nuevo Estado, sino que pasen otro tipo de cosas en Madrid. Empieza a verse como una posibilidad muy real un escenario de elecciones anticipadas para el Parlamento español.
“De golpe, la España que lideraba el crecimiento económico y de empleo de la eurozona ha entrado de lleno en el terreno de la inestabilidad política y de la falta de visibilidad”, dicen desde un banco del Ibex. Y esto ya es más serio porque puede afectar a la eurozona. Ayer, el euro aguantó. Perdió a primera hora los 1,18 dólares, pero a última hora de la tarde solo se había dejado un 0,6% de su valor. En la jornada de ayer, las bolsas europeas ignoraron los problemas actuales o futuros de España, uno de los socios de referencia de la eurozona, y se apuntaron ganancias moderadas. Obviamente, queda mucho partido por jugar tanto en la arena política como en los mercados. De momento, la sangre no llega al río.