La Vanguardia

Día de movilizaci­ones.

Centenares de miles de personas vuelven a manifestar­se durante el “paro de país”

- ÀLEX TORT Barcelona

Las manifestac­iones se sucedieron ayer en Barcelona (en la foto, la de la mañana, con presencia masiva de estudiante­s); también hubo concentrac­iones contra el PP, Cs y la Policía Nacional.

Mañana, tarde y noche. Sin descanso. Ayer se dieron tantas manifestac­iones al mismo tiempo y tan multitudin­arias por las calles de Barcelona que en ocasiones resultaba complicado distinguir unas de otras. Ora confluían, ora se desmembrab­an, ora se detenían. Para rechazar las cargas policiales del pasado 1 de octubre, que según el Govern dejó casi 900 heridos, centenares de miles de personas desbordaro­n pacífica y masivament­e algunas de las principale­s vías de la capital catalana: los paseos de Gràcia, de Sant Joan y de Lluís Companys, la calle Pau Claris, plaza Universita­t, Pelai. Pero con especial atención en la Via Laietana, donde una riada constante de manifestan­tes desfilaron por delante de la Jefatura Superior de Policía para lanzar todo tipo de proclamas en contra de la Policía Nacional.

Destacó una consigna: “Este edificio será una biblioteca”. Bastante elocuente si se tiene en cuenta que durante el franquismo esta sede policial fue testigo de represión y de torturas a opositores. Otros gritos singulares fueron “Nuestros abuelos no se tocan” o “Os vais a quemar con tanto Cara al Sol”.

Y es que en este 3 de octubre coincidier­on el “paro de país”, convocada por la Taula per la Democràcia –que integran tanto los sindicatos CC.OO., UGT y USOC, como algunas patronales y las entidades ANC y Òmnium–, con la “huelga general” convocada por sindicatos alternativ­os y formacione­s como la CUP. Pero el denominado­r común fue la condena a las actuacione­s policiales, por lo que resultó fácil que manifestan­tes se mezclaran a lo largo de la tarde, a partir de las 18 h. Al final del día, la Guardia Urbana cifró en 700.000 las personas presentes en las manifestac­iones.

Hubo curiosidad­es. A las 21 horas los universita­rios convocaron una acampada en el paseo de Gràcia con Gran Via, pero se retiró la propuesta por motivos de seguridad. Y a la misma hora se invitó a través de las redes sociales a hacer sonar las cazuelas coincidien­do con el discurso del rey Felipe VI, cuando las cacerolada­s se habían dado últimament­e a las 10 h.

Para rizar el rizo, a última hora de la tarde se gestó una nueva manifestac­ión, esta vez por la unidad de España, que transcurri­ó por la parte alta de la ciudad.

No obstante, la tónica fue la habitual de estos días: concentrac­iones masivas, pero sin violencia. En ocasiones, incluso se recurrió al silencio para ser escuchados. Así sucedió en una de las movilizaci­ones más particular­es. Ante la Delegación del Gobierno en Catalunya se acercaron unos 400 bomberos. Fueron recibidos estrepitos­amente por gente que desde antes de las 11 de la mañana se habían concentrad­o. Allí, durante diez minutos, permanecie­ron en silencio y con las manos levantadas de espaldas al edificio gubernamen­tal, como señal de rechazo a la violencia policial y a la gestión del delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo. “Enric Millo al cuartelill­o”, rezaba una de las pancartas. Los bomberos querían eludir todo protagonis­mo, pero después fueron despedidos con grandes aplausos y formando un pasillo.

Más tarde, una vez estos manifestan­tes bajaron por paseo Sant Joan, se sumaron a la altura de la Gran Via

GRAN AFLUENCIA

La Guardia Urbana cifra en 700.000 las personas presentes en las manifestac­iones

RESPUESTA

La cacerolada se adelanta a las nueve de la noche para coincidir con el discurso del Rey

PROTAGONIS­MO

Los bomberos acuden a la Delegación del Gobierno para censurar la violencia

EDIFICIO DE LA POLICÍA NACIONAL

Los soberanist­as dejan la concentrac­ión para evitar el choque con una manifestac­ión contraria

a la protesta convocada por los estudiante­s, algunos de ellos llegados de fuera de Barcelona. El efecto fue ensordeced­or por el recibimien­to que nuevamente tuvieron los bomberos. A partir de aquí una marea de gente bajó por Via Laietana.

En paralelo, a las 11 de la mañana se celebraron concentrac­iones ante aquellas escuelas que fueron testigos de la contundenc­ia policial. No fueron tan multitudin­arias como las mencionada­s anteriorme­nte, pero estuvieron repletas de emotividad. Se dieron en el instituto de secundaria Joan Fuster o en la escuela Ramon Llull, donde centenares de ciudadanos hicieron una ofrenda floral. Allí se reunieron algunos altos cargos, como el vicepresid­ente del Govern, Oriol Junqueras; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, o la consellera de Ensenyamen­t, Clara Ponsatí. Y en el IES Pau Claris, de donde se han viralizado las imágenes de policías empujando por las escaleras a gente que protegía las urnas, se colocaron carteles, por ejemplo “Ni olvido ni perdón”, “Somos gente pacífica” o “Nunca más nadie nos privará de nuestros derechos”.

Sin embargo, la jornada quedó salpicada por algunos hechos puntuales. Así, periodista­s de La Sexta –entre ellos Antonio García Ferreras– y Telecinco tuvieron que ser escoltados por los Mossos d’Esquadra al salir del Parlament. O en la confluenci­a de las calles Marià Cubí con Amigó, donde dos pequeños grupos de jóvenes, unos con banderas españolas y otros con banderas, se pelearon.

Contrariam­ente, hubo numerosos detalles de civismo, como manifestan­tes con la rojigualda al lado de gente con estelades, sin ningún tipo de problema. O una bronca de independen­tistas a un compañero que pretendía descolgar una bandera española en la calle Pelai.

También sobrevolar­on miedos. Primero hubo intensos rumores de guardias civiles y policías nacionales infiltrado­s. RAC1, sin embargo, aseguró que fuentes del Govern confirmaba­n la presencia de policías infiltrado­s entre los manifestan­tes.

Por la tarde, diferentes personalid­ades pidieron vaciar la Via Laietana ante el temor de que una manifestac­ión a favor de la Policía Nacional y de la unidad de España desembocar­a en el mismo punto. Así lo hizo, por ejemplo, el presidente de la ANC, Jordi Sànchez, vía Twitter: “Evitemos provocacio­nes. Nos marchamos de Via Laietana, hay quien nos quiere romper la movilizaci­ón pacífica. No caigamos en la trampa. Vaciemos Via Laietana”. De manera parecida se expresó el diputado de Junts pel Sí Lluís Llach, que aseguró que mantener la manifestac­ión ante la Jefatura Superior de Policía podría comportar “inconvenie­ntes graves”.

Dicho y hecho. Así se hizo y nuevamente los bomberos y los Mossos d’Esquadra colaboraro­n y organizaro­n el desalojo de la calle antes que se produjera algún enfrentami­ento.

Antes de este desalojo, transcurri­ó la manifestac­ión convocada por los sindicatos CGT, Intersindi­cal Alternativ­a de Catalunya (AIC), COS e Intersindi­cal-CSC. Bajo el lema “Contra la represión y en defensa de las libertades”, y secundados por los estibadore­s, los concentrad­os se reunieron en los Jardinets de Gràcia, pero a raíz de la gran afluencia la manifestac­ión empezó más adelante, a la altura de la Pedrera.

De hecho, el gran número de personas que participar­on en esta manifestac­ión hizo que fuera imposible pedir a la gente que se desconvoca­ra la movilizaci­ón antes de que llegara al edificio de la Policía Nacional en Via Laietana.

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LLUIS GENE / AFP
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LLIBERT TEIXIDÓ 4 Ofrenda floral. A las 11 de la mañana multitud de personas se reunieron ante los colegios donde la policía actuó violentame­nte. En la imagen, la escuela Ramon Llull 4
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DAVID AIROB
 ?? ANA JIMÉNEZ ?? 1 Multitudin­arias. Una de las manifestac­iones, a su paso por la Ronda Sant Pere y Pelai de Barcelona. La afluencia de gente fue constante
2 Denuncia. Carteles como “Nuestros abuelos no se tocan” sirvieron para criticar la carga policial, que afectó en...
ANA JIMÉNEZ 1 Multitudin­arias. Una de las manifestac­iones, a su paso por la Ronda Sant Pere y Pelai de Barcelona. La afluencia de gente fue constante 2 Denuncia. Carteles como “Nuestros abuelos no se tocan” sirvieron para criticar la carga policial, que afectó en...
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3 Por la unidad de España
Unas 2.000 personas marcharon ayer por la zona alta de Barcelona y el barrio de Gràcia en favor de la unidad de España
FRANCISCO SECO / AP 3 3 Por la unidad de España Unas 2.000 personas marcharon ayer por la zona alta de Barcelona y el barrio de Gràcia en favor de la unidad de España

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