El Rey garantiza que el Estado velará por el orden constitucional
El jefe del Estado ratifica su compromiso con la unidad y permanencia de España
Sentado tras la mesa de su despacho en el palacio de la Zarzuela, serio, con traje oscuro y corbata roja, anoche el Rey, de forma excepcional, lanzó un mensaje a la nación, el primero de carácter extraordinario desde su proclamación hace tres años y medio. Dos días después de la celebración del 1-O, el Rey que calificó la situación de “extrema gravedad”, garantizó que los legítimos poderes del Estado cumplirán con su responsabilidad de “asegurar el orden constitucional, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Catalunya”.
En sus firmes palabras, el jefe del Estado acusó a las autoridades de Catalunya de “incumplir” la Constitución y el Estatut; de deslealtad “inadmisible” hacia el Estado y de socavar la armonía y la convivencia de la sociedad catalana. Fueron seis minutos, de los que más de la mitad estuvieron dedicados a enumerar los diferentes puntos del desafío catalán al Estado, en los que responsabilizó a la Generalitat de poner en riesgo la estabilidad económica y social de Catalunya y de toda España. Unas palabras que el Rey enfatizó con gestos imperativos utilizando una o ambas manos.
En la segunda parte del mensaje, Felipe VI recordó a los catalanes, “a todos”, que cualquier persona pueden defender sus ideas dentro del respeto a la ley y que en la España constitucional y democrática, existe “un espacio de concordia y encuentro de todos los sus conciudadanos.” El Rey aseguró , a los catalanes preocupados por la conducta de las autoridades autonómicas, que tienen el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles y la garantía absoluta de que el Estado “defenderá su libertad y sus derechos. “
En el mensaje, que se emitió de forma simultánea en todas las cadenas de televisión de España a las nueve de la noche en punto, el Rey comenzó reconociendo que “estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática”. Una declaración basada “en los hechos que se han ido produciendo en Catalunya, con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada −ilegalmente− la independencia de Catalunya”. El Rey utilizó la expresión “determinadas autoridades de Catalunya” para atribuir la responsabilidad de “incumplir” de una manera reiterada, consciente y deliberada, “la Constitución y el Estatut que es la ley que reconoce, protege y ampara sus instituciones históricas y su autogobierno”. A continuación, el jefe del Estado aseguró que esas mismas autoridades, en clara referencia al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la del Parlament, Carme Forcadell, pero sin citarlos expresamente, “con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado. Un Estado al que, precisamente, esas autoridades representan en Catalunya”.
Continuó el Rey su reprobación, afirmando que se “han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegan- do, desgraciadamente, a dividirla. Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada”, concluyó.
Hace dos años, en su discurso en la entrega de los premios Princesa de Asturias, el Rey pidió que no se pusieran muros a los sentimientos para no fomentar la divisiones. Ayer, volvió a utilizar esa idea al acusar a las autoridades autonómicas de “menospreciar los afectos y los sentimientos de solidaridad que han unido y unirán al conjunto de los españoles”, pero fue más allá al calificar su conducta de “irresponsable” al poner en riesgo la estabili-
“Los catalanes tienen la garantía absoluta de que el Estado defenderá su libertad y todos sus derechos”
dad económica y social de Catalunya y de toda España.
El jefe del Estado calificó el proceso independentista vivido en Catalunya de “un inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas de Catalunya”, reiterando que las autoridades autonómicas “han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir democráticamente su vida en común”.
En la segunda parte de sus palabras , el Rey quiso transmitir “a todos los españoles, particularmente a los catalanes”, varios mensajes. El primero que en un estado democrático cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley y también y el principal que, a pesar de vivir momentos difíciles y complejos, “los superaremos porque nuestros principios democráticos son fuertes y sólidos”.
El Rey concluyó subrayando “el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia” y ratificando su “compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España”
Las palabras del jefe del Estado, generaron reacciones inmediatas en las diferentes formaciones políticas. Mientras el PP subrayó el compromiso del Rey con la legalidad y el estado de derecho y pidió a los demás partidos que se sumen al mensaje de concordia y unidad; el PSOE destacó la apelación a la “concordia y el entendimiento”, entre todos los catalanes y todos los españoles. Podemos se mostró preocupado por la nula capacidad del Rey para entender España, y Ciudadanos destacó que Felipe VI diera un paso adelante para garantizar la unión de todos los españoles. El PNV subrayó “la torpeza del monarca que con sus palabras ha dado un tortazo al diálogo y a la política”. En el ámbito catalán, ERC consideró que el mensaje del Rey se identificaba con la política del PP y el PDECat manifestó su expresa “preocupación” por esa coincidencia en el discurso. Catalunya En Comú no encontró más aportación del monarca que adhesión al PP.
La emisión de las palabras del Rey se anunció a media tarde mediante un comunicado del palacio de la Zarzuela. Fueron las cámaras de TVE las que poco antes de las ocho de la tarde grabaron las palabras del Rey, que se emitieron una hora más tarde. Las imágenes ofrecían un único plano medio en el que, tras el Rey, aparecía cortado el cuadro de Carlos III que está colgado en la pared y en su lado izquierdo, las banderas de España y de la Unión Europea. En la mesa del despacho, heredada del rey Juan Carlos, se intuía la esquina de un ordenador y una pluma. Ante el Rey, una carpeta de cuero y el texto del mensaje a máquina con algunas correcciones hechas a mano.
SITUACIÓN
“Desde hace tiempo determinadas autoridades de Catalunya han incumplido la Constitución y el Estatut”
SOCIEDAD CATALANA
“Se han quebrado los principios democráticos y se han socavado la armonía y la convivencia en Catalunya”
RESPETO
“El Estado democrático ofrece vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas”
ESPERANZA
“Superaremos estos momentos difíciles, porque nuestros principios están basados en el deseo de convivir en paz y libertad”
El mensaje excepcional de Felipe VI provoca disparidad de opiniones entre las diferentes formaciones políticas