Zoido acusa a Puigdemont de inculcar “odio” hacia la Policía y Guardia Civil
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, aseguró ayer que los policías y guardias civiles desplazados a Catalunya no van a abandonar los hoteles en que se hallan alojados mientras existan contratos en vigor. Zoido se reunió con el presidente Mariano Rajoy y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en la Moncloa y luego con la cúpula de su departamento. Al término de las citas lanzó, por un lado, un mensaje de respaldo a las fuerzas de seguridad del Estado, y, por otro, acusaciones directas al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a quien imputó haber inculcado “odio” hacia los agentes “desplazados a Catalunya para cumplir con la ley”.
Zoido dijo en la comparecencia que policías y guardias civiles cuentan con el pleno respaldo de Interior para defender “sus derechos y su dignidad” frente a los “asedios organizados y consentidos en diferentes localidades de Catalunya”. El ministro aseguró que estos actos tendrán consecuencias jurídicas. Y dicho y hecho. A los pocos minutos, la Fiscalía anunció una investigación sobre lo ocurrido en algunos hoteles de Calella y Pineda en los que los responsables de los establecimientos han pedido a los agentes que abandonaran las habitaciones.
El titular de Interior añadió que los agentes están “garantizando la libertad y los derechos de todos los catalanes” en cumplimiento de las órdenes dadas en su momento por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya. Frente a ello –prosiguió– la Generalitat “empuja al pueblo catalán al abismo” y “alienta la rebelión en las calles”.
Zoido quiso subrayar la “profesionalidad y responsabilidad” con que tanto la Policía como la Guardia Civil “están haciendo cumplir la ley” en Catalunya ante “la grave amenaza que se vive en Catalunya”. Y concluyó que en un Estado de derecho los ciudadanos han de poder votar “dentro del marco legal, con unas lógicas garantías, no en paripés y pantomimas” sin “ningún tipo de control, seriedad ni legalidad”.
Tras las declaraciones del ministro, los policías y guardias civiles que al mediodía ya habían hecho las maletas y empezaban a abandonar los hoteles recibieron la orden de quedarse en los establecimientos. En Pineda, un vecino de Lleida se acercó hasta un hotel en el que están hospedados guardias civiles y, entre lágrimas, les ofreció las llaves de su casa para que se instalaran en ella si les echaban.
Desde que empezaron las concentraciones en las puertas de los hoteles en los que están alojados parte de los operativos de la Guardia Civil y la Policía enviados a Catalunya, los Mossos d’Esquadra han desplegado dispositivos de seguridad para evitar incidentes. La policía de la Generalitat echó mano de su cuenta oficial de Twitter para pedir a la gente que dejara de increpara los policías y guardias civiles en sus hoteles: “No contribuyan a la crispación. Respetar los lugares en los que se alojan fuerzas policiales”. Y también por la tarde, los responsables de la ANC y Òmnium hacían públicos mensajes pidiendo “tranquilidad” y alejarse de los hoteles.
El Ministerio del Interior ha decidido ampliar la estancia del dispositivo policial en Catalunya, pero sólo de los antidisturbios de la Guardia Civil y la Policía, hasta el próximo día 11 de octubre. Sí han ido regresando ya los policías de la comisaría general de Información y de la comisaría judicial, que el 1 de octubre iban de paisano y se encargaban de incautarse de las urnas y redactar los atestados. También han ido volviendo los guardias civiles de información y de la unidad central operativa (UCO) de la Guardia Civil que desbarataron el programa informático con el que se iba a organizar el referéndum.
HASTA EL 11 DE OCTUBRE Interior amplía la estancia de los agentes enviados para impedir el referéndum