La manifestación de Lleida exige la dimisión de Àngel Ros
Una espectacular tractorada, con más de 150 vehículos, encabezó una multitudinaria manifestación en Lleida en la que participaron más de 45.000 personas con banderas, pancartas y manos al aire, gente de todo tipo y condición que coreaba y cantaba contra la violencia; pero que también pidió la dimisión de Àngel Ros.
De hecho, la exigencia de que el alcalde socialista renuncie a su cargo fue el lema más coreado. Ros está siendo objeto de duras críticas después de unas declaraciones sobre la actuación policial del pasado domingo, que en un inicio calificó de proporcionadas, aunque poco después matizó para acabar criticándolas. Ros se presentó el lunes en la Escola Oficial d’Idiomes y aguantó con humildad la interpelación de un joven que le afeó su postura. Las imágenes se han hecho virales en Lleida. El alcalde tiene por delante una moción conjunta de toda la oposición que le pide que dimita.
El paro fue secundado por el pequeño comercio y ayer la ciudad parecía desierta en muchos barrios. Fábricas como San Miguel o superficies como Carrefour no cerraron, pero se consiguió paralizar la actividad ciudadana y al mediodía era difícil encontrar un bar abierto.
En la concentración en el local social de La Mariola, donde Enric Sirvent fue agredido, se leyó un mensaje del herido. Según su sobrina, Magda Ballester, volvería a hacer lo mismo. Sirvent se encuentra hospitalizado y su estado es grave pero estable y pendiente de ser intervenido. El padre de Enric, Tonet Sirvent, fue uno de los militantes de Joventut Republicana que colgaron una gran señera en el Segre como respuesta a la dictadura de Primo de Rivera.
Una gran tractorada encabeza una protesta que consigue congregar a más de 45.000 personas