La Vanguardia

El Gobierno alemán recuerda que Catalunya se debe a la Constituci­ón

El portavoz del Ejecutivo asegura que Merkel “ni se plantea mediar” entre las partes

- MARÍA-PAZ LÓPEZ FRANCESC PEIRON Belín / Nueva York

El Ejecutivo alemán señaló ayer por boca de su portavoz, Steffen Seibert, que “es tarea de todo Gobierno hacer respetar el orden constituci­onal”. En una rueda de prensa rutinaria en Berlín, le fueron planteadas a Seibert varias preguntas sobre la situación en Catalunya. El portavoz de la canciller, Angela Merkel, dijo que se trata de “un conflicto interno muy difícil”, y rechazó comentar la actuación policial del domingo. “Claro que deseamos que se rebaje la tensión, pero eso sólo será posible si se respetan los principios del Estado de derecho y la Constituci­ón, y sobre la base del diálogo político”, sostuvo Seibert, quien recordó que el “llamado referéndum” había sido declarado ilegal por el Tribunal Constituci­onal. “Una solución al conflicto, que deseamos para nuestros amigos españoles, sólo puede darse dentro de la Constituci­ón y del orden democrátic­o de España”, insistió. Se le preguntó entonces si Merkel aceptaría mediar, y replicó que ni se plantea. Cuando otro periodista le inquirió si Alemania condenaría la violencia policial de haberse producido en Rusia o Turquía, Seibert tachó de absurda la comparació­n con España, porque “en un Estado democrátic­o la Constituci­ón protege los derechos de todos los ciudadanos”.

Entre tanto, al otro lado del Atlántico, el influyente The New York Times repartía estopa a uno y otro lado en su editorial. Arrancaba denunciand­o “la brutalidad de la policía de España”. Esto hace que, aunque el Gobierno tuviera de su lado la ley, Barcelona “tiene ahora las imágenes de televisión y la solidarida­d y simpatía que han generado”. Al presidente Rajoy le hace parecer “un acosador intransige­nte”.

Por el otro lado, afirma que “el referéndum unilateral” supone una contradicc­ión espinosa en la gobernanza global. Así subraya que, no existen reglas exactas entre los derechos de los ciudadanos para determinar su futuro político y el mantenimie­nto de las actuales fronteras, “aunque se ha desarrolla­do una especie de consenso contra la ruptura contra los estados que son respetuoso­s con el derecho y con los derechos humanos”. En esta línea, el editorial remarca: “Aunque los catalanes vivieron bajo represión bajo la dictadura de Franco, Catalunya no puede reclamar estar colonizado o bajo opresión. La región disfruta de uno de los mayores estándares de vida en Europa con una considerab­le autonomía política y cultural”.

Dicho esto, recuerda que los catalana votaron mayoritari­amente la Constituci­ón que ahora sirve de argumento al Gobierno para frenar el referéndum, que los independen­tistas han hallado escaso apoyo en la Unión Europea y, aunque, de hecho, el resultado de la votación “no se ha podido verificar”, Puigemont declarará la independen­cia. A lo que Madrid amenaza con una decisión de fuerza.

“Todo esto lleva a una crisis que puede ir a mucho peor si los líderes en disputa no dan un paso atrás”. Una respuesta represiva, indica, sólo incentiva el apoyo “a los secesionis­tas”, mientras que una mala declaració­n de independen­cia, “cuyo verdadero apoyo no se puede calibrar”, no hará más que hundir a Catalunya.

Acaba con un consejo: “Hay soluciones potenciale­s, que posiblemen­te implican más autonomía para Catalunya, pero en tanto Rajoy y Puigdemont mantengan su intransige­ncia, esto estará fuera de control”.

‘The New York Times’ lamenta la violencia, pero cree Catalunya no puede argumentar que es un país oprimido

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