El Gobierno alemán recuerda que Catalunya se debe a la Constitución
El portavoz del Ejecutivo asegura que Merkel “ni se plantea mediar” entre las partes
El Ejecutivo alemán señaló ayer por boca de su portavoz, Steffen Seibert, que “es tarea de todo Gobierno hacer respetar el orden constitucional”. En una rueda de prensa rutinaria en Berlín, le fueron planteadas a Seibert varias preguntas sobre la situación en Catalunya. El portavoz de la canciller, Angela Merkel, dijo que se trata de “un conflicto interno muy difícil”, y rechazó comentar la actuación policial del domingo. “Claro que deseamos que se rebaje la tensión, pero eso sólo será posible si se respetan los principios del Estado de derecho y la Constitución, y sobre la base del diálogo político”, sostuvo Seibert, quien recordó que el “llamado referéndum” había sido declarado ilegal por el Tribunal Constitucional. “Una solución al conflicto, que deseamos para nuestros amigos españoles, sólo puede darse dentro de la Constitución y del orden democrático de España”, insistió. Se le preguntó entonces si Merkel aceptaría mediar, y replicó que ni se plantea. Cuando otro periodista le inquirió si Alemania condenaría la violencia policial de haberse producido en Rusia o Turquía, Seibert tachó de absurda la comparación con España, porque “en un Estado democrático la Constitución protege los derechos de todos los ciudadanos”.
Entre tanto, al otro lado del Atlántico, el influyente The New York Times repartía estopa a uno y otro lado en su editorial. Arrancaba denunciando “la brutalidad de la policía de España”. Esto hace que, aunque el Gobierno tuviera de su lado la ley, Barcelona “tiene ahora las imágenes de televisión y la solidaridad y simpatía que han generado”. Al presidente Rajoy le hace parecer “un acosador intransigente”.
Por el otro lado, afirma que “el referéndum unilateral” supone una contradicción espinosa en la gobernanza global. Así subraya que, no existen reglas exactas entre los derechos de los ciudadanos para determinar su futuro político y el mantenimiento de las actuales fronteras, “aunque se ha desarrollado una especie de consenso contra la ruptura contra los estados que son respetuosos con el derecho y con los derechos humanos”. En esta línea, el editorial remarca: “Aunque los catalanes vivieron bajo represión bajo la dictadura de Franco, Catalunya no puede reclamar estar colonizado o bajo opresión. La región disfruta de uno de los mayores estándares de vida en Europa con una considerable autonomía política y cultural”.
Dicho esto, recuerda que los catalana votaron mayoritariamente la Constitución que ahora sirve de argumento al Gobierno para frenar el referéndum, que los independentistas han hallado escaso apoyo en la Unión Europea y, aunque, de hecho, el resultado de la votación “no se ha podido verificar”, Puigemont declarará la independencia. A lo que Madrid amenaza con una decisión de fuerza.
“Todo esto lleva a una crisis que puede ir a mucho peor si los líderes en disputa no dan un paso atrás”. Una respuesta represiva, indica, sólo incentiva el apoyo “a los secesionistas”, mientras que una mala declaración de independencia, “cuyo verdadero apoyo no se puede calibrar”, no hará más que hundir a Catalunya.
Acaba con un consejo: “Hay soluciones potenciales, que posiblemente implican más autonomía para Catalunya, pero en tanto Rajoy y Puigdemont mantengan su intransigencia, esto estará fuera de control”.
‘The New York Times’ lamenta la violencia, pero cree Catalunya no puede argumentar que es un país oprimido