El Govern ve presión de Madrid para que las empresas dejen Catalunya
El Govern quita hierro a la salida de empresas de Catalunya a raíz de la eventual declaración de independencia puesta sobre la mesa por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, después del 1-O. Este es, cuando menos, el criterio que ayer sostuvo el vicepresidente y titular de Economia, Oriol Junqueras, aunque de forma muy genérica y sin entrar a valorar de momento casos concretos como el de Banc Sabadell o CaixaBank, en un intento de transmitir un mensaje de tranquilidad desde el punto de vista económico, pero también desde la óptica política.
En este sentido, fuentes del Govern aseguran que el impacto sobre las finanzas públicas de Catalunya del traslado de la sede social de los bancos es prácticamente inexistente y que, al mismo tiempo, una decide sión de estas características no altera la hoja de ruta política fijada como consecuencia del referéndum.
En todo caso, las mismas fuentes ven detrás de este movimiento y de otros que puedan producirse en empresas catalanas la presión del Gobierno español para que abandonen Catalunya, con la voluntad sobre todo, entienden, de crear un escenario de miedo hacia una eventual independencia. “Es márketing del miedo”, subrayan. Y más después de saberse que el Ejecutivo de Mariano Rajoy planea aprobar un decreto ley que facilitaría la salida empresas de Catalunya sin necesidad de que organicen una junta de accionistas.
No obstante, el conseller de Empresa, Santi Vila, no se pronunció en este sentido y en declaraciones a la ACN dejó claro que desde el Govern respetan y comprenden la decisión de Banc Sabadell, aunque también la lamentan. “El Banc Sabadell, como cualquier entidad financiera, tiene que tomar las decisiones que considere más oportunas para proteger sus activos y generar un marco de confianza”, destacó Vila. El conseller también
pidió “serenidad” a la hora de interpretar la medida de la entidad.
Los grupos parlamentarios independentistas reaccionaron también a la decisión de Banc Sabadell. Junts pel Sí llamó a la calma: “Ante todo, tranquilidad”, manifestó su portavoz, Roger Torrent. Consultado por este diario, Torrent no dio importancia al hecho de que Banc Sabadell sitúe su sede social en Alicante o que CaixaBank vaya a hacerlo en las próximas horas: “Es una decisión técnica, de acceso a crédito del Banco Central Europeo”.
Por parte de la CUP se pronunciaron Mireia Boya y Eulàlia Reguant. La primera, en línea con la banca pública por la que siempre ha apostado su formación, comulgó con la idea de la estrategia del miedo del Gobierno y se lamentó de que “ahora todo será miedo por el cambio de sede de los bancos”, y animó a sumarse a la “banca ética”. Reguant consideró en una entrevista en Nació Digital previa a conocerse la decisión de la entidad bancaria que para “construir la nueva república catalana” es preciso “dejar de trabajar” con CaixaBank, Banc Sabadell y BBVA.