El Priorat, candidato oficial a patrimonio de la humanidad
Tras diez años de trabajo, España elevará la propuesta a la Unesco en febrero en la categoría de paisaje cultural
Poner en valor la esencia del paisaje más allá de su idílica postal de viñedos y almendros; de su imponente Montsant y su inmenso parque natural; de Escaladei y Siurana, de sus 23 pueblos y sus más de 150 bodegas... La candidatura “Priorat-Montsant-Siurana, mosaico mediterráneo” se ha tejido sobre la relación del paisaje con sus habitantes a lo largo de los años y los siglos. El Consejo de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura acordó ayer aceptar la candidatura del Priorat y, junto a la de Risco Caído (Gran Canaria), elevarla a la Unesco el próximo mes de febrero. Los técnicos de la Unesco dispondrán entonces de un año para validar la propuesta, con lo que el Priorat podría ser declarado patrimonio de la humanidad en el 2019.
“Se trata de un paisaje modélico, resultado de la interacción del hombre y del medio natural que le rodea”, destacó el Consejo de Patrimonio, que se reunió en Santo Domingo de la Calzada, en La Rioja. Acudieron a defender la opción prioratina Roser Vernet, coordinadora de la candidatura; Jordi Sabaté, presidente del consejo comarcal (que junto con la asociación Prioritat y la Diputación de Tarragona impulsan el proyecto), y una técnica del Departament de Cultura de la Generalitat. Sin embargo, ningún representante político del Govern acudió a la cita.
La inclusión del Priorat como candidato oficial de España para ser patrimonio de la humanidad cierra diez años de intenso trabajo. Al principio, contracorriente. La candidatura empezó a caminar en el 2007 de la mano de un grupo de vecinos –algunos hacían vino, otros tenían casas rurales, otros eran payeses o profesionales de otros ámbitos...– que veía con preocupación cómo proliferaban proyectos de parques eólicos o grandes carreteras o cómo se planteaba el desarrollo urbanístico de algunos municipios. Y, por entonces, en la comarca ya se elaboraban algunos de los considerados mejores vinos del mundo y el Priorat se había hecho un hueco en el mapa vinícola internacional.
Al principio, algunos políticos consideraron que el grado de protección del paisaje y del territorio que suponía la candidatura –impulsada por la asociación Prioritat– podía ser contraproducente, pero la labor realizada durante estos diez años de trabajo, a base de estudios, divulgación, conferencias con especialistas y actividades acerca de la importancia del paisaje y su vinculación con la economía del territorio, acabaron sumando todas las sinergias necesarias: primero la de los alcaldes y luego de la propia Diputación de Tarragona.
En la línea de trabajo de Prioritat se sumó la Carta del Paisatge aprobada en el 2012 y la adhesión del Priorat a la Carta Europea del Turismo Sostenible. La consideración del paisaje y sus valores como eje vertebrador del futuro se ha traducido en numerosas acciones concretas aún antes de alcanzar el objetivo final: ser patrimonio de la humanidad. Por ejemplo, se renunció al Rally Catalunya y cuajó una férrea oposición a la construcción de una línea de alta tensión que cruzaba la comarca.
El Consejo de Patrimonio ha valorado de la candidatura del Priorat, que “es un paisaje agrícola de policultivo mediterráneo en tierras de interior, policultivo de mosaico, artesanal, que ha ido evolucionando a lo largo de la historia acompañado de una especial relación espiritual entre la población local y el paisaje que habita y construye”.
La Generalitat asumió la candidatura del Priorat como propia hace cuatro años, “porque tiene el aval científico y aporta una reflexión muy importante sobre cómo se ha construido el paisaje a lo largo de los años y cómo las actividades humanas han ido cambiando pero siempre adaptándose a ese entorno”, argumentó el entonces director general de Patrimoni Cultural de la Generalitat, Joan Pluma. Un año después, en el 2014, el Consejo de Patrimonio Histórico incluyó en su lista indicativa –en la que este año se han incorporado las islas Cíes y El Vino en Iberia– la propuesta del Priorat, que pulió entonces el dossier definitivo, el documento en el que se basa la candidatura y que estudiarán sobre el terreno a partir del próximo año los técnicos de la Unesco.
La propuesta empezó a promoverse para proteger un modelo de gestión sostenible y ha sumado sinergias