La Vanguardia

Así será el espectacul­ar Espai Barça

El derribo del Mini Estadi, que durará tres meses, dará inicio a la reforma del Espai Barça

- SILVIA ANGULO

Muros vegetales que rodearán el perímetro del Camp Nou; un estadio que dejará de ser una barrera física para los vecinos con una cubierta ligera y placas fotovoltai­cas; carriles bicis por las calles del entorno, avenidas reformadas con aceras más anchas y una gran plaza verde... Estos son algunos de los elementos que incorpora el proyecto del Espai Barça para transforma­r en siete años los terrenos que el club ocupa en Les Corts. Se trata de una actuación urbanístic­a de grandes cifras que –además de la inversión económica de 633 millones de euros y la transforma­ción de 286.000 meción tros cuadrados– comportará la construcci­ón de un nuevo Palau Blaugrana con capacidad para 12.000 aficionado­s, un hotel de 165 habitacion­es, edificios de oficinas y el incremento de 12.000 viajes de ida y vuelta en días de partido que se sumarán a los 200.000 desplazami­entos que ya se producen ahora durante esas jornadas.

Los planes del Barça avanzan con la vista puesta en arrancar esta gigante transforma­ción el próximo año. Las obras de remodela- se concentrar­án, en un principio, en el entorno del estadio. El proyecto de Modificaci­ón del Plan General Metropolit­ano (MPGM), aprobado de forma inicial, estará hasta el próximo 14 de octubre en exposición pública y se espera que en diciembre o principios del año que viene salga adelante de manera definitiva, una vez se recojan todas las alegacione­s. El club tiene prisa, el Ayuntamien­to se toma su tiempo, por lo que el calendario podría variar. Además, el proyecto debe recibir el visto bueno de la comisión de Urbanismo de la Generalita­t, un trámite que puede alargarse unos meses.

Quizás por eso, y ante la imprevisió­n de un calendario que depende en exceso de los trámites administra­tivos, las obras se iniciarán con la urbanizaci­ón de la calle Menéndez Pelayo, una operación de menor calado, donde debe ubicarse un aparcamien­to para 60 autocares.

No será hasta el año siguiente, previsible­mente el 2019, cuando se inicie propiament­e la reforma del Espai Barça y empiecen los primeros trabajos de renovación del Camp Nou, que se concentrar­án durante los meses de verano. Ese mismo año, se actuará en la avenida Joan XXIII, que se convertirá en una rambla con carriles bici y sin motos en las aceras; se abordará la urbanizaci­ón de la Masía y el derribo del Mini, que durará tres meses. Esta operación es de vital importanci­a para desarrolla­r los planes del Barça, ya que en este espacio se alzará el futuro Palau Blaugrana, que estará listo tras 24 meses de obras

En paralelo, comenzará la construcci­ón del nuevo Camp Nou, que se prolongará durante 39 meses. En el 2022, las remodelaci­ón del estadio podría estar acabada, al mismo tiempo que los edificios de servicios de administra­ción y gestión del club, que se ubicarán junto al Museu del Barça, en la propia fachada del futuro estadio.

Las obras, según refleja el proyecto que ahora está en exposición pública, se ejecutarán al mismo tiempo en los terrenos privados del Barça y en entorno del recinto deportivo. Todo ello manteniend­o la actividad deportiva. De ahí la complejida­d de la ejecución de las obras que, en el caso de la reforma del estadio, obligará a ejecutará los trabajos por fases para minimizar así al máximo las molestias a los socios.

El derribo del actual edificio de oficinas y de la pista de hielo, así como del Palau Blaugrana –con una duración máxima de 5 meses– dará lugar a la creación de una gran plaza central que será nexo de unión entre las avenidas Joan XXIII y Doctor Marañón, la calle Arístides Maillol y la Travessera de les Corts. Todas estas arterias sufrirán una profunda remodelaci­ón que comportará la ampliación de las aceras hasta alcanzar los cinco metros. También se incorporar­án carriles bici bidireccio­nales –algunos de ellos por el centro de la calzada– que sumarán un total de tres kilómetros con los que se pretende animar a los aficionado­s a desplazars­e en este medio de transporte. De hecho, la transforma­ción permitirá al peatón llegar casi a las mismas puertas del nuevo estadio que tendrá un perímetro de seguridad con siete puertas de control. El proyecto recoge que estas formarán un gran muro vegetal que se combinará con puertas caladas correderas que permanecer­án abiertas durante el día para dar mayor sensación de permeabili­dad.

Otra de las cuestiones que preocupa en extremo a los vecinos es la movilidad en el entorno del estadio. Este ha sido, sin duda, uno de los principale­s caballos de batalla de las entidades vecinales, que lamentan la congestión viaria que sufren los días en las que se celebra partido. De hecho, el principal escollo entre el FC Barcelona y el Ayuntamien­to durante las negociacio­nes para pactar el plan fue el aparcamien­to soterrado que el club deseaba ampliar y que, finalmente, mantendrá las mismas plazas de aparcamien­to que tiene ahora. Con todo, el parking del Camp Nou tiene 52.000 metros cuadrados y equivale a siete campos de fútbol. También se ha previsto un aparcamien­to para autocares junto al Palau Blaugrana que se complement­ará con otro en la calle Maternitat.

Para minimizar las molestias a los vecinos, el club ha ideado una batería de propuestas encaminada­s a reducir la movilidad, que van desde la mejora del transporte público hasta incentivos a los aficionado­s para que lo utilicen. La ampliación del aforo del Camp Nou prevé un incremento de 12.000 viajes los días de partido, una cifra que se deberá sumar a los 200.000 desplazami­entos que se producen ahora. Según el estudio de movilidad que acompaña al proyecto del Espai Barça, se prevé que cuando acabe la reforma el 33% de los viajes se realicen en metro, tren o ferrocarri­l; el 31% en vehículo privado; el 12% a pie; el 10% en moto y el resto en autocar, bus o bicicleta.

Una de las medidas que se han previsto es que el FC. Barcelona destine 20.000 euros al año para incentivar a los aficionado­s a desplazars­e los días de partido en transporte público. La intención es reducir el coste de la compra de billetes (ida y vuelta) a todos

aquellos espectador­es que utilicen el transporte público.

Al margen de esta iniciativa, el club también está dispuesto a realizar una aportación económica para reforzar el servicio de metro, tranvía y bus en función del incremento de espectador­es. En esta medida está previsto invertir 173.000 euros anuales que servirán, entre otras cosas, para poner en funcionami­ento tres nuevas líneas de autobuses lanzadera con destino las estaciones ferroviari­as de Sants, plaza Espanya y Sarrià. La cantidad ya se anunció durante la presentaci­ón del acuerdo entre el Ayuntamien­to y el Barça, el pasado 6 de julio, pero no llegó a anunciarse cómo se invertiría este dinero que serviría para mejorar el transporte público. El club azulgrana empezó a financiar hace años la ampliación del horario del metro en una ahora aquellos días en que los partidos acaban cerca de la medianoche.

Sobre el uso del vehículo privado, el club tiene previsto efectuar cambios en el sistema de gestión de su aparcamien­to. En la actualidad las más de 3.000 plazas están asignadas a socios y en cada una de ellas solo puede aparcar el titular de la plaza. Para optimizar el modelo de gestión se establecer­á un nuevo sistema, con el fin de que el aparcamien­to se llene con los primeros 3.000 turismos que lleguen, reservando un 10% de las plazas para vips.

En paralelo, se iniciará una campaña dirigida a intensific­ar la ocupación del vehículo privado que incluirá la reducción del precio del alquiler de la plaza de parking, además de otros incentivos. Este sistema no sólo se aplicará en el aparcamien­to de las instalacio­nes del Barça, también se prevé extender a otros estacionam­ientos próximos. El club aportará la diferencia del coste y los incentivos.

Siguiendo esta línea de reducir la circulació­n en el entorno del campo, se ofrecerán nuevos métodos que aporten informació­n actual al conductor de la ocupación de los parkings, de manera, que se pueda evitar el denominado “tráfico de agitación”, que es aquel que se produce por la búsqueda de una plaza en la que estacionar el vehículo.

Otra de las iniciativa­s encaminada­s a mejorar la movilidad preamplios vé incentivar a los aficionado­s a llegar antes del partido y salir un tiempo después del final. En este punto, el proyecto recoge que se ofrecerán nuevos servicios de actividade­s complement­arias lúdicas e infantiles que se desarrolla­rían dentro del recinto del FC Barcelona. El objetivo sería rebajar las puntas de acceso y salida del estadio.

Como curiosidad, el estudio de movilidad incorpora infraestru­cturas que están a medio hacer (como la L9), proyectada­s (es el caso de la ampliación de la L3) o sobre la mesa (la conexión del tranvía por la Diagonal), quizás con la esperanza de que cuando finalicen las obras del Espai Barça, en el 2024, tengan calendario y puedan contribuir a mejorar la movilidad del barrio.

En el plano económico, el club ha hecho cuentas de lo que podría representa­r la venta del futuro establecim­iento hotelero que se construirá en la manzana del Camp Nou. Según el proyecto, será un hotel con un potencial de 165 habitacion­es de cuatro estrellas y categoría superior. La intención del FC Barcelona es relacionar el establecim­iento de 10.000 metros cuadrados de techo con servicios de deporte y salud. Según los cálculos, el hotel podría tener un valor de venta de 44 millones de euros. La cifra no tiene en cuenta únicamente las caracterís­ticas de dicho establecim­iento. Según refiere el proyecto “tendrá unos atributos exclusivos de ubicación, especializ­ación y capacidad de atracción de público por parte del Barça”. También el edificio de oficinas reportará beneficios al club. Los cálculos realizados apuntan que el metro cuadrado pueda venderse por casi a 3.000 euros.

Otro de los compromiso­s a los que llegó el club es la de no excederse en la superficie comercial, ni en la restauraci­ón. El proyecto refleja que se han previsto entre siete y nueve restaurant­es que se ubicarán en el Palau Blaugrana, el Camp Nou –donde se situará también la Botiga del Barça–y la Oficina de Atención al Socio, que estará donde ahora se encuentra el antiguo Picadero, edificio que deberá ser derribado.

La remodelaci­ón vendrá acompañado de una ampliación de la plantilla del club. En la actualidad cuenta con 500 trabajador­es en Les Corts y alberga adicionalm­ente unos 200 empleados de otras empresas directamen­te vinculadas y necesarias para el funcionami­ento de la entidad. En los próximos cinco años, el FC Barcelona estima un incremento de 120 trabajador­es.

LAS BICICLETAS

Las calles del entorno del estadio tendrán unos tres kilómetros de carriles bici

EL HOTEL

El establecim­iento hotelero tendrá 165 habitacion­es y será de cuatro estrellas

EL ESTADIO

Las obras en el Camp Nou se alargarán 39 meses y podrían estar acabadas en el 2022

LA RESTAURACI­ÓN

El proyecto prevé entre siete y nueve restaurant­es en el futuro complejo

 ?? JOSEP LAGO / GETTY ?? El estadio. La reforma del Camp Nou conservará caracterís­ticas arquitectó­nicas del estadio de 1957 combinadas con elementos de sostenibil­idad y ahorro energético
JOSEP LAGO / GETTY El estadio. La reforma del Camp Nou conservará caracterís­ticas arquitectó­nicas del estadio de 1957 combinadas con elementos de sostenibil­idad y ahorro energético
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain