Así será el espectacular Espai Barça
El derribo del Mini Estadi, que durará tres meses, dará inicio a la reforma del Espai Barça
Muros vegetales que rodearán el perímetro del Camp Nou; un estadio que dejará de ser una barrera física para los vecinos con una cubierta ligera y placas fotovoltaicas; carriles bicis por las calles del entorno, avenidas reformadas con aceras más anchas y una gran plaza verde... Estos son algunos de los elementos que incorpora el proyecto del Espai Barça para transformar en siete años los terrenos que el club ocupa en Les Corts. Se trata de una actuación urbanística de grandes cifras que –además de la inversión económica de 633 millones de euros y la transformación de 286.000 meción tros cuadrados– comportará la construcción de un nuevo Palau Blaugrana con capacidad para 12.000 aficionados, un hotel de 165 habitaciones, edificios de oficinas y el incremento de 12.000 viajes de ida y vuelta en días de partido que se sumarán a los 200.000 desplazamientos que ya se producen ahora durante esas jornadas.
Los planes del Barça avanzan con la vista puesta en arrancar esta gigante transformación el próximo año. Las obras de remodela- se concentrarán, en un principio, en el entorno del estadio. El proyecto de Modificación del Plan General Metropolitano (MPGM), aprobado de forma inicial, estará hasta el próximo 14 de octubre en exposición pública y se espera que en diciembre o principios del año que viene salga adelante de manera definitiva, una vez se recojan todas las alegaciones. El club tiene prisa, el Ayuntamiento se toma su tiempo, por lo que el calendario podría variar. Además, el proyecto debe recibir el visto bueno de la comisión de Urbanismo de la Generalitat, un trámite que puede alargarse unos meses.
Quizás por eso, y ante la imprevisión de un calendario que depende en exceso de los trámites administrativos, las obras se iniciarán con la urbanización de la calle Menéndez Pelayo, una operación de menor calado, donde debe ubicarse un aparcamiento para 60 autocares.
No será hasta el año siguiente, previsiblemente el 2019, cuando se inicie propiamente la reforma del Espai Barça y empiecen los primeros trabajos de renovación del Camp Nou, que se concentrarán durante los meses de verano. Ese mismo año, se actuará en la avenida Joan XXIII, que se convertirá en una rambla con carriles bici y sin motos en las aceras; se abordará la urbanización de la Masía y el derribo del Mini, que durará tres meses. Esta operación es de vital importancia para desarrollar los planes del Barça, ya que en este espacio se alzará el futuro Palau Blaugrana, que estará listo tras 24 meses de obras
En paralelo, comenzará la construcción del nuevo Camp Nou, que se prolongará durante 39 meses. En el 2022, las remodelación del estadio podría estar acabada, al mismo tiempo que los edificios de servicios de administración y gestión del club, que se ubicarán junto al Museu del Barça, en la propia fachada del futuro estadio.
Las obras, según refleja el proyecto que ahora está en exposición pública, se ejecutarán al mismo tiempo en los terrenos privados del Barça y en entorno del recinto deportivo. Todo ello manteniendo la actividad deportiva. De ahí la complejidad de la ejecución de las obras que, en el caso de la reforma del estadio, obligará a ejecutará los trabajos por fases para minimizar así al máximo las molestias a los socios.
El derribo del actual edificio de oficinas y de la pista de hielo, así como del Palau Blaugrana –con una duración máxima de 5 meses– dará lugar a la creación de una gran plaza central que será nexo de unión entre las avenidas Joan XXIII y Doctor Marañón, la calle Arístides Maillol y la Travessera de les Corts. Todas estas arterias sufrirán una profunda remodelación que comportará la ampliación de las aceras hasta alcanzar los cinco metros. También se incorporarán carriles bici bidireccionales –algunos de ellos por el centro de la calzada– que sumarán un total de tres kilómetros con los que se pretende animar a los aficionados a desplazarse en este medio de transporte. De hecho, la transformación permitirá al peatón llegar casi a las mismas puertas del nuevo estadio que tendrá un perímetro de seguridad con siete puertas de control. El proyecto recoge que estas formarán un gran muro vegetal que se combinará con puertas caladas correderas que permanecerán abiertas durante el día para dar mayor sensación de permeabilidad.
Otra de las cuestiones que preocupa en extremo a los vecinos es la movilidad en el entorno del estadio. Este ha sido, sin duda, uno de los principales caballos de batalla de las entidades vecinales, que lamentan la congestión viaria que sufren los días en las que se celebra partido. De hecho, el principal escollo entre el FC Barcelona y el Ayuntamiento durante las negociaciones para pactar el plan fue el aparcamiento soterrado que el club deseaba ampliar y que, finalmente, mantendrá las mismas plazas de aparcamiento que tiene ahora. Con todo, el parking del Camp Nou tiene 52.000 metros cuadrados y equivale a siete campos de fútbol. También se ha previsto un aparcamiento para autocares junto al Palau Blaugrana que se complementará con otro en la calle Maternitat.
Para minimizar las molestias a los vecinos, el club ha ideado una batería de propuestas encaminadas a reducir la movilidad, que van desde la mejora del transporte público hasta incentivos a los aficionados para que lo utilicen. La ampliación del aforo del Camp Nou prevé un incremento de 12.000 viajes los días de partido, una cifra que se deberá sumar a los 200.000 desplazamientos que se producen ahora. Según el estudio de movilidad que acompaña al proyecto del Espai Barça, se prevé que cuando acabe la reforma el 33% de los viajes se realicen en metro, tren o ferrocarril; el 31% en vehículo privado; el 12% a pie; el 10% en moto y el resto en autocar, bus o bicicleta.
Una de las medidas que se han previsto es que el FC. Barcelona destine 20.000 euros al año para incentivar a los aficionados a desplazarse los días de partido en transporte público. La intención es reducir el coste de la compra de billetes (ida y vuelta) a todos
aquellos espectadores que utilicen el transporte público.
Al margen de esta iniciativa, el club también está dispuesto a realizar una aportación económica para reforzar el servicio de metro, tranvía y bus en función del incremento de espectadores. En esta medida está previsto invertir 173.000 euros anuales que servirán, entre otras cosas, para poner en funcionamiento tres nuevas líneas de autobuses lanzadera con destino las estaciones ferroviarias de Sants, plaza Espanya y Sarrià. La cantidad ya se anunció durante la presentación del acuerdo entre el Ayuntamiento y el Barça, el pasado 6 de julio, pero no llegó a anunciarse cómo se invertiría este dinero que serviría para mejorar el transporte público. El club azulgrana empezó a financiar hace años la ampliación del horario del metro en una ahora aquellos días en que los partidos acaban cerca de la medianoche.
Sobre el uso del vehículo privado, el club tiene previsto efectuar cambios en el sistema de gestión de su aparcamiento. En la actualidad las más de 3.000 plazas están asignadas a socios y en cada una de ellas solo puede aparcar el titular de la plaza. Para optimizar el modelo de gestión se establecerá un nuevo sistema, con el fin de que el aparcamiento se llene con los primeros 3.000 turismos que lleguen, reservando un 10% de las plazas para vips.
En paralelo, se iniciará una campaña dirigida a intensificar la ocupación del vehículo privado que incluirá la reducción del precio del alquiler de la plaza de parking, además de otros incentivos. Este sistema no sólo se aplicará en el aparcamiento de las instalaciones del Barça, también se prevé extender a otros estacionamientos próximos. El club aportará la diferencia del coste y los incentivos.
Siguiendo esta línea de reducir la circulación en el entorno del campo, se ofrecerán nuevos métodos que aporten información actual al conductor de la ocupación de los parkings, de manera, que se pueda evitar el denominado “tráfico de agitación”, que es aquel que se produce por la búsqueda de una plaza en la que estacionar el vehículo.
Otra de las iniciativas encaminadas a mejorar la movilidad preamplios vé incentivar a los aficionados a llegar antes del partido y salir un tiempo después del final. En este punto, el proyecto recoge que se ofrecerán nuevos servicios de actividades complementarias lúdicas e infantiles que se desarrollarían dentro del recinto del FC Barcelona. El objetivo sería rebajar las puntas de acceso y salida del estadio.
Como curiosidad, el estudio de movilidad incorpora infraestructuras que están a medio hacer (como la L9), proyectadas (es el caso de la ampliación de la L3) o sobre la mesa (la conexión del tranvía por la Diagonal), quizás con la esperanza de que cuando finalicen las obras del Espai Barça, en el 2024, tengan calendario y puedan contribuir a mejorar la movilidad del barrio.
En el plano económico, el club ha hecho cuentas de lo que podría representar la venta del futuro establecimiento hotelero que se construirá en la manzana del Camp Nou. Según el proyecto, será un hotel con un potencial de 165 habitaciones de cuatro estrellas y categoría superior. La intención del FC Barcelona es relacionar el establecimiento de 10.000 metros cuadrados de techo con servicios de deporte y salud. Según los cálculos, el hotel podría tener un valor de venta de 44 millones de euros. La cifra no tiene en cuenta únicamente las características de dicho establecimiento. Según refiere el proyecto “tendrá unos atributos exclusivos de ubicación, especialización y capacidad de atracción de público por parte del Barça”. También el edificio de oficinas reportará beneficios al club. Los cálculos realizados apuntan que el metro cuadrado pueda venderse por casi a 3.000 euros.
Otro de los compromisos a los que llegó el club es la de no excederse en la superficie comercial, ni en la restauración. El proyecto refleja que se han previsto entre siete y nueve restaurantes que se ubicarán en el Palau Blaugrana, el Camp Nou –donde se situará también la Botiga del Barça–y la Oficina de Atención al Socio, que estará donde ahora se encuentra el antiguo Picadero, edificio que deberá ser derribado.
La remodelación vendrá acompañado de una ampliación de la plantilla del club. En la actualidad cuenta con 500 trabajadores en Les Corts y alberga adicionalmente unos 200 empleados de otras empresas directamente vinculadas y necesarias para el funcionamiento de la entidad. En los próximos cinco años, el FC Barcelona estima un incremento de 120 trabajadores.
LAS BICICLETAS
Las calles del entorno del estadio tendrán unos tres kilómetros de carriles bici
EL HOTEL
El establecimiento hotelero tendrá 165 habitaciones y será de cuatro estrellas
EL ESTADIO
Las obras en el Camp Nou se alargarán 39 meses y podrían estar acabadas en el 2022
LA RESTAURACIÓN
El proyecto prevé entre siete y nueve restaurantes en el futuro complejo