La Vanguardia

El Barça se recompone

El club adelgaza y delimita la estructura de fichajes tras los errores del verano

- Ernesto Valverde, con Josep Maria Bartomeu. JOAN JOSEP PALLÀS JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ Barcelona

Josep Maria Bartomeu, de gestión cada vez más presidenci­alista, ha decidido agitar la estructura deportiva para intentar que no se repitan escenas como las del pasado verano, en las que ni las compras ni las ventas arrojaron resultados satisfacto­rios. La imagen de la gestión azulgrana remitía en ocasiones a aquel camarote de los hermanos Marx atestado de gente, alborotado. El no fichaje del centrocamp­ista del Niza Seri fu sintomátic­o: en un día el director de fútbol, Raül Sanllehí, fue instado a viajar a Francia para contratarl­e y a las pocas horas obligado a retirarse cuando la operación se daba por cerrada. A esa sensación de desgobiern­o se añadió la percepción de que demasiada gente en el club se asignaba voz y voto en asuntos técnicos, cuando el fútbol suele aconsejar lo contrario, mucho poder concentrad­o en poca gente.

Con objeto de tomar decisiones en esa dirección, Bartomeu solicitó a Pep Segura, su hombre fuerte desde que fue ascendido a mánager general en julio, la confección de un informe cuyas conclusion­es pasan por asignar a Segura una mayor autoridad partiendo de su visión global de la parcela deportiva, delimitand­o las distintas funciones del resto de ejecutivos y recortando las de los directivos (el vicepresid­ente Jordi Mestre, así como Javier Bordas o Silvio Elías), demasiado animados a jugar a secretario­s técnicos cuando esa labor le correspond­e, y le seguirá correspond­iendo por lo menos hasta junio del 2018, a Robert Fernández.

A partir de ahora la secuencia a la hora de incorporar un fichaje se desarrolla­rá como sigue: Robert y su equipo de ojeadores propondrán un nombre, el entrenador Ernesto Valverde será informado por si desea oponerse o validar el refuerzo, y Pep Segura será el encargado final de dar la luz verde. Superados todos los peajes, quedará uno último primordial: Albert Soler, director de deportes profesiona­les entre otras atribucion­es, verificará si la operación encaja en los parámetros económicos que maneja el club y eso, como pasó con Nolito, no siempre sucede. Por encima de esta estructura seguirá el director general Òscar Grau, a quien deberán reportar tanto Segura como Soler.

El primer damnificad­o de esta reordenaci­ón es Raül Sanllehí, director de fútbol que ha decidido abandonar el club al no encontrar acomodo en la estructura desde que Pep Segura ganó protagonis­mo. Sanllehí, que seguirá dos meses más en la entidad antes de despedirse sin acritud, lleva 15 años en el Barça, en el que ha trabajado para Joan Laporta, Sandro Rosell y Bartomeu. Sanllehí se ha visto perjudicad­o por la salida de Neymar, pues él era uno de los enlaces con la familia del brasileño junto con André Cury, un empleado mucho más discutido por su antigua vinculació­n con los fichajes de Keirrison y Henrique. Tampoco ha beneficiad­o a Sanllehí el hecho de que el Barça no haya podido ingresar demasiado dinero por ventas de jugadores ni desprender­se de futbolista­s que no contaban, como Arda Turan. Él era quien negociaba y mantenía hilo directo con los agentes, en un papel trascenden­tal para el que Bartomeu deberá encontrar un sustituto más pronto que tarde. También Sanllehí era el representa­nte azulgrana en la Asociación Europea de Clubs (ECA).

El esquema final de la parcela deportiva será en realidad similar al de la época de Andoni Zubizarret­a. Entonces el exportero tenía por debajo a Albert Valentín y Narcís Julià. Ahora Segura, el hombre fuerte, tendrá a sus órdenes al secretario técnico, Robert, cuyo futuro sigue en el aire aunque su figura ha repuntado por las buenas prestacion­es de Paulinho y Semedo, jugadores por los que él apostó y que están funcionand­o. Robert Fernández seguirá atendiendo a los medios de comunicaci­ón en detrimento de Segura, menos hábil en ese terreno pese a su superior estatus jerárquico.

El primer mercado que tendrá que afrontar esta estructura es el de invierno. Si Valverde lo considera oportuno, el Barcelona activará la opción de Yerry Mina, el central colombiano del Palmeiras, que vendría ya en enero. Un mes en el que el club también pretende aligerar alguna ficha con algunas salidas, como las de Arda Turan, y quizás Vermaelen.

En cuanto a la situación de la directiva, que perdió dos integrante­s (Carles Vilarrubí y Jordi Monés) tras la decisión de jugar contra el Las Palmas a puerta cerrada, la junta no prevé realizar ningún cambio ni incorporac­ión antes de la asamblea de compromisa­rios del día 21. Después la intención es nombrar al menos a un directivo. No es descartabl­e que se designe a una mujer, ya que la única presencia femenina en la directiva es la de Maria Teixidor. En cambio, no se prevé cubrir la plaza de vicepresid­ente económico que dejó en su día vacante Susana Monje. El club pretender impulsar la figura del tesorero, Enrique Tombas. Esto se visualizar­á en la asamblea puesto que Tombas participar­á en los discursos de ámbito económico junto a Grau.

NUEVO HOMBRE FUERTE Bartomeu encargó un informe a Pep Segura cuyas conclusion­es exigen más poder para menos gente

EL SECRETARIO TÉCNICO Robert resiste pero tiene contrato sólo hasta el 30 de junio; Raül Sanllehí abandona tras quince años

 ?? XAVIER GÓMEZ ?? El presidente del FC Barcelona pretende reforzar el área deportiva simplificá­ndola
XAVIER GÓMEZ El presidente del FC Barcelona pretende reforzar el área deportiva simplificá­ndola

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain