La Vanguardia

La selección es más que el discurso oficial

- POR LA ESCUADRA Santiago Segurola

Una de las numerosas derivadas del caso Piqué está adherida al relato de la selección, que en España adquirió matices singulares desde el momento de su creación. En contra de la idea canónica del equipo sin ningún tipo de fisura patriótica, la selección ha representa­do en gran medida los conflictos, divergenci­as y fraternida­des que caracteriz­an a España.

Dos días antes del partido con Albania, Gerard Piqué negó su adscripció­n independen­tista, “porque eso significar­ía perder la mitad de mis seguidores en las redes sociales”. La explicació­n probableme­nte dejó tan perplejos a los secesionis­tas como a los unionistas catalanes. Piqué, que no pudo reprimir sus emociones para defender el referéndum catalán y criticar la violencia de la policía, se manifestó como un pragmático negociante a la hora de situarse a un lado o al otro de la independen­cia.

Parece que Piqué es un personaje demasiado poliédrico, o demasiado incoherent­e, según otros, para satisfacer las tajantes posiciones que dominan el debate territoria­l en España. En cualquier caso, a Piqué se le rechaza menos por su posición política –su postura con respecto al referéndum la apoyan los cinco millones de ciudadanos que votan a Podemos en toda España– que por la ruptura del férreo discurso que pesa sobre la selección, cuya considerac­ión comienza a parecerse a la de un altar sagrado de la patria.

No es una rareza atribuir a la selección un papel de ardiente patriotism­o. España no se diferencia de las demás naciones en esta cuestión. A través de la bandera y el himno se impregna a los jugadores de una representa­tividad militante, sin dudas, sin tacha, sin matices. Desde esta perspectiv­a, jugar en la selección es como jurar bandera en cada partido. Cualquiera que se salga del carril invita a la sospecha, no es suficiente­mente patriota. Este es el relato oficial que prevalece en la inmensa mayoría de los países, pero que ni siempre se cumple, ni siempre funciona, ni es verdadero.

La historia de la selección española es en gran medida la narrativa de un país convulso, con tendencias centrífuga­s en lugares donde el fútbol ha polemizado con el discurso político oficial, principalm­ente en Euskadi y Catalunya. De hecho, no hay mayor distancia entre el primer gran mito de nuestro fútbol –la furia española– y su referente, José María Belauste, autor del célebre “a mí el pelotón, Sabino, que los arrollo” en el partido frente a Suecia, semifinal de los Juegos de Amberes, en 1920, ocasión para la que se formó por vez primera una selección española de fútbol. Belauste, independen­tista vasco, se exilió en Francia dos años después.

Los suspicaces se preguntan las razones de Piqué para jugar en la selección, después de más de 100 partidos como internacio­nal y un rendimient­o aclamado por entrenador­es y compañeros. Se teme que su aparente falta de ardor pa- triótico debilite al equipo y a la idea militante que se tiene de la selección. Sin embargo, la selección española ha estado integrada en ocasiones por jugadores que eligieron el exilio tras la Guerra Civil o por futbolista­s de ideas nacionalis­tas o abiertamen­te independen­tistas, caso de Iribar, Gaínza, autor del pase a Zarra en el célebre gol a Inglaterra en Maracaná, o Pep Guardiola.

Todos ellos figuraron en momentos trascenden­tes de la selección, a la que contribuye­ron con su indiscutib­le talento y una lealtad absoluta. Ellos, y muchos más, forman parte de una historia construida de una manera bastante menos lineal que la versión dominante, más proclive, sin embargo, a tolerar otros episodios de dudoso carácter patriótico, como la participac­ión en la selección de futbolista­s sudamerica­nos –Oscar Valdés y Roberto Martínez– que falsificar­on sus papeles para poder jugar en la Liga, o la amplia nómina de jugadores que desde los años cincuenta han elegido integrarse en la selección como alternativ­a convenient­e. Todos ellos han encontrado razones que se escapan al discurso imperante y no han sido pocos los que han contribuid­o al éxito del fútbol español, con una notable particular­idad: ninguno ha despertado las tenaces suspicacia­s que rodean al barcelonis­ta Gerard Piqué y lo que representa en estos momentos.

 ?? JOSE JORDAN / AFP ?? Gerard Piqué, el sábado en Alicante
JOSE JORDAN / AFP Gerard Piqué, el sábado en Alicante
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain