Las grandes empresas siguen aprobando traslados de sede social
Foment del Treball asegura que cientos de pymes están cambiando de domicilio y que la inversión está hundiéndose
La lista de grandes empresas que deciden aprobar el traslado de su sede social –en ocasiones también la fiscal– fuera de Catalunya en previsión de
una declaración unilateral de independencia ha ido creciendo: Abertis, Cellnex, Colonial, MRW o SegurCaixa. Los cambios afectan a todos los sectores.
Foment del Treball advirtió que cientos de pymes también se están marchando y que la inversión está hundiéndose.
El traslado de sede de importantes empresas que arrancó la semana pasada con los dos grandes bancos lleva camino de convertirse en una bola de nieve que arrastre a un número considerable. Entre las últimas que confirmaron ayer el cambio destacan Abertis, Cellnex, Colonial, SegurCaixa, VidaCaixa, MGS, Torraspapel, Trea Asset o Lleidanet. La mayoría han optado por Madrid. El éxodo trasciende el sector financiero y las empresas cotizadas y afecta a firmas de gran consumo como la cervecera San Miguel, ubicada en Lleida, o la de mensajería MRW, que marcha a Valencia. La veintena de empresas y bancos que han ejecutado el cambio generan un impacto agregado de alrededor de 100.000 millones de euros al año entre facturación o ingresos.
Las razones que alegan las empresas giran en torno a la seguridad jurídica. El movimiento de sedes a priori no tiene impacto en el PIB de la comunidad, explican diversos economistas siempre que sea un traslado sólo de domicilio social y no de personas o activos. No obstante ayer trascendió que algunas de esas empresas trasladan también la sede fiscal, algo que sí tiene impacto directo en la actividad que se realiza en la comunidad.
Es el caso de Banc Sabadell y CaixaBank, que trasladarán fuera de Catalunya la sede social pero también la fiscal. La actual legislación prevé que la sede fiscal de las empresas se ubique donde esté “efectivamente centralizada su gestión administrativa y la dirección de sus negocios”. Eso significa que tanto CaixaBank como el Sabadell deberán trasladar a València y Alicante una parte de la gestión del banco. Fuentes consultadas explican que ese traslado de parte de la gestión puede materializarse en que las dos entidades celebren una parte de los consejos de administración en la nueva sede fiscal o también la junta de accionistas. Las mismas fuentes precisaron que de esta manera las dos entidades, a todos los efectos, están bajo jurisdicción fiscal de España tanto en lo que hace referencia a impuesto de sociedades como a otros tributos. En el hipotético caso de que Catalunya se independizara, el impuesto de sociedades se pagaría integramente a la Hacienda española.
La agencia Moody’s publicó ayer una nota en la que considera que el cambio de domicilio social de los grandes bancos catalanes asegura que clientes y acreedores permanecerán bajo el marco le-
BANCOS
CaixaBank y Sabadell también trasladan la sede fiscal a la Comunitat Valenciana
AVISO
Planeta y el fabricante de Cola Cao anuncian el cambio de sede si se aprueba la DUI
gal de España y la UE, lo cual debería ayudar a restaurar la confianza. Moody’s también indica que la tensión en Catalunya continuará y, con ello, la volatilidad en financiación y actividad, pero no ven impactos inmediatos en los ratings de bancos.
Mientras, la patronal Foment del Treball y la Cambra de Comerç realizaron sendas reuniones de sus consejos ejecutivos en los que trataron la crisis empresarial que vive la economía catalana ante la posibilidad que hoy el Parlament apruebe una declaración unilateral de independencia (DUI)
Fuentes de la Conselleria d’Empresa, que dirige Santi Vila, explicaron ayer que una quince- na de empresas han comunicado al departament su intención de trasladar su sede fuera de Catalunya y que en la mayoría de los casos esa decisión sería temporal. Del grupo de las grandes empresas, Gas Natural, Abertis y Cellnex comunicaron a la CNMV que en su caso el traslado era “temporal”. Otras no han dicho nada oficialmente sobre si el traslado es definitivo o no.
Además de las que ya han tomado la decisión de forma efectiva, hay otro grupo que ha anunciado que cambiará la sede si el Parlament aprueba una declaración unilateral de independencia. Es el caso del fabricante de Cola Cao o de Nocilla (Idiada) o del grupo multinacional editorial Planeta. En ambos casos las empresas hicieron oficial que marcharán si hay DUI.
Ayer trascendió también que la agencia de valores GVC Gaesco has trasladado su sede de Barcelona a Madrid. Fuentes de la empresa dijeron que ese traslado es consecuencia de la fusión con Deka y nada tiene que ver con el proceso político. Se da la circunstancia de que un consejero del grupo, Joan Vallvé, es vicepresidente segundo de Òmnium Cultural.
Algunos economistas avisan también del coste reputacional y de imagen que tiene para la economía catalana. “El coste del deterioro de la confianza internacional es incalculable”, dice Josep Oliver, catedrático de economía aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Fuentes del Departament d’Empresa sostienen que en los últimos días han llamado una por una a las empresas que tenían proyectos de inversión en Catalunya y estas aseguran que las mantienen.
José García Montalvo, catedrático de Economía de la UPF, avisó ayer de que “lo que sucede es que la situación actual puede tener unos efectos a largo plazo como en Quebec donde la mayoría de las empresas que marcharon ante la posibilidad de una independencia no volvieron”. Juan Ignacio Sanz, profesor de Esade, dice que “un cambio de sede no es como cambiar de piso. Son transacciones que se hacen en periodos largos. No veo que las que se han ido vuelvan en el corto plazo”.