Jordi Hurtado
PRESENTADOR
Jordi Hurtado afronta la temporada 21.ª del concurso de televisión Saber y ganar en La 2 de TVE, un programa que acumula casi 5.000 ediciones, el más visto de la cadena, y en el que el presentador ha demostrado su buen hacer
Jordi Hurtado (Sant Feliu de Llobregat, 1957) afronta nueva temporada al frente de Saber y ganar, el longevo concurso de las tardes en La 2, tras celebrar la temporada pasada su 20.º aniversario. El concurso goza de buena salud (es el más visto de la cadena con una media de 1.186.000 espectadores y 9,6% de cuota durante el curso pasado) y tiene ahora su meta en la emisión del programa número 5.000 que tendrá lugar en junio del 2018.
¿Cuál es la fórmula del éxito?
Que no hay ningún guion que funcione como hilo conductor. El único que existe es el de las preguntas, eso sí, porque hay que ser muy riguroso. Pero lo bueno del programa es la creatividad con que se mueve el equipo: yo me invento cosas, Juanjo también y todo fluye en función también de cómo son y actúan los concursantes.
¿Por qué no le vemos en otros formatos? ¿No quiere usted o la cadena?
Supongo que aún no me han descubierto del todo (ríe). La verdad es que estoy muy cómodo con este formato y me tiene ocupado todo el año.
¿Pero le gustaría hacer algo diferente?
Dentro del entretenimiento de calidad, evidentemente que sí. Pero no puedo irme de viaje laboral unas semanas porque si no, no cubrimos las grabaciones de Saber y ganar. Mi prioridad es seguir aquí, donde me siento muy agradecido, feliz y orgulloso.
¿Le han tanteado de otras cadenas?
Sí. Hubo una época, cuando desapareció la publicidad de la televisión publica y hubo toda aquella crisis, que por suerte ya pasamos. Pero siempre pensé que si la oferta no era muy clara, no me iba. Si lo que te están dando es prácticamente lo mismo y es sólo para un trimestre, ¿cómo te la puedes jugar con algo que ya está tan establecido que tiene además un espectador fiel? Valoré alguna proposición pero afortunadamente decidí seguir pese a los problemas que tenía la empresa.
¿Y acertó?
Sí. Estamos todos muy satisfechos. Decidimos continuar como fuera y si podían venir ingresos por parte de patrocinios culturales, pues bienvenidos. Lo que no puede ser es que un programa líder de audiencia no pueda continuar porque el consejo de administración no tiene presupuesto. El año 2012 fue muy complicado, incluso se dejaron de emitir series... Sin embargo, el año acabó muy bien para mí porque me dieron el premio Ondas al mejor presentador, lo que fue un revulsivo por todo lo que habíamos sufrido.
¿Peligró la continuidad de Saber y ganar?
Sí. Te lo decía el consejo de administración igual que se decía que no se podía mantener los canales Clan y Teledeporte. De hecho, de este último se anunció que iba a desaparecer.
Se habló de fusionar Teledeporte con La 2.
Para nosotros hubiese sido otra vez el desastre. Hubo épocas en que caíamos de la parrilla por Roland Garros, la Vuelta, el Tour... Era tremendo porque no sabías cuándo íbamos a emitir. Y a pesar de todo el programa subía de audiencia y ha conseguido esa fidelidad. Que los deportes sigan en Teledeporte, que allí están muy bien.
Y pronto el programa 5.000.
Sí, el tiempo pasa rápido. Parece que hace dos días celebrábamos el 4.000 y el próximo junio llegamos al 5.000.
Y antes del programa 5.000, ¿alguna novedad más?
Seguiremos haciendo duelos y programas especiales, como el del próximo viernes 20 dedicado al Museo del Prado o los de la semana del 23 de octubre con los que se conmemorará el centenario de la revolución rusa.
¿Le hacen gracia las bromas sobre cómo pasa el tiempo pero Jordi Hurtado no envejece?
Si, claro,porque ahora ya tiene un retorno positivo. Pero al principio había un poco de mal rollo.
¿No se lo tomaba como un piropo?
No. Lo primero que salió no era un piropo, tenía un pelín más de mala leche. Jugaba a que yo ya no estaba y lo había dejado todo grabado porque además yo nunca interactuaba con los concursantes. Uno es profesional y se lo puede echar todo a la mochila, pero para mí era desagradable porque los comentarios afectaban a mi madre y también a mis hijas.
¿Y ahora?
Yo también juego con ello. Desde mi aparición en El Ministerio del Tiempo hasta hacer publicidad como el anuncio del balneario de Archena, donde se dice que ahí está el secreto de mi eterna juventud. Además, con las redes sociales el tema ha ido in crescendo y cada vez con más humor. Cuando salió lo de Nescafé, que se había arruinado porque yo había ganado el sueldo para toda la vida, lo encontré muy gracioso.
En julio pasado cumplió 60 años y no lo parece.
Sí. es la genética y el metabolismo. Y caminar, moverse...
Aunque no cambie por fuera, por dentro ¿qué ha cambiado en estos 20 años?
La tranquilidad y la seguridad profesional y personal que te da tener trabajo todos los días. Esto es muy importante para un profesional, sobre todo en un medio en que suele haber mucha precariedad. Al tener esta continuidad se establece una relación con el espectador que te valora de forma positiva. Cuando estoy de vacaciones, mucha gente me pide fotografías de una manera muy educada y me demuestra mucho cariño.
SU PRESUNTA INMORTALIDAD “Al principio me molestaba porque había mala leche, pero ahora yo también juego con ello”