Del Che a Evo
El presidente boliviano conmemora los cincuenta años de la muerte de Guevara
Tal día como ayer, hace cincuenta años, Ernesto Che Guevara era asesinado por el ejército boliviano, por orden del entonces presidente, el general René Barrientos, en más que probable connivencia con el Gobierno estadounidense. Con la muerte del icónico guerrillero nacía el mito y moría el intento foquista de extender la revolución cubana a Bolivia. Aquel movimiento armado fracasó pero hoy, medio siglo después, Bolivia está gobernada por un mandatario, Evo Morales, que se considera revolucionario y reivindica la figura del Che, que ha pasado de ser considerado invasor a héroe. Morales durmió la noche del domingo en una pequeña tienda de campaña montada junto al aeropuerto de Vallegrande, alegando que la capacidad hotelera de este municipio de 10.000 habitantes a 260 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra estaba desbordada.
Morales había llegado el domingo a la zona donde actuó la guerrilla del Che. Ese día realizó una peregrinación a La Higuera, la pequeña aldea donde Guevara fue trasladado después de ser capturado por un comando boliviano de operaciones especiales, entrenado y conformado también por agentes de la CIA con el objetivo de localizar al guerrillero que prometía extender el comunismo por el continente.
“No culpamos a las manos de los soldados bolivianos que fueron obligados a cumplir órdenes; culpamos a los agentes de la CIA, a los generales subordinados a ellos para cometer el atroz y desleal acto de ordenar el asesinato del prisionero”, declaró ayer Morales, destacando que la acción del Che “no fue una invasión”. El mandatario presidió en Vallegrande el acto central de homenaje al guerrillero argentino, acompañado del vicepresidente de Cuba, Ramiro Valdés, así como de los hijos de Guevara, Celia, Aleida, Camilo y Ernesto, y su hermano menor, Ramiro.
“Aquí solo hay dos caminos: si estamos con los pobres o estamos con los ricos; si estamos con los pobres, somos de izquierda, somos de los pueblos y somos socialistas; si somos de derecha, si estamos con los ricos, estamos con los neoliberales, estamos con el imperio”, había indicado antes Morales, primer presidente socialista e indígena del país.
Nacido en la ciudad argentina de Rosario en 1928, las circunstancias de la muerte de uno de los comandantes de la revolución cubana, junto a Fidel Castro, siguen estando rodeadas, cincuenta años después, de algunos misterios. Sin embargo, la mayoría de historiadores aceptan que fue el suboficial boliviano Mario Terán quien disparó a Guevara varias ráfagas de fusil para que pareciera caído en un enfrentamiento con militares, cuando se encontraba detenido en una improvisada celda en la escuela de La Higuera. Terán había recibido directamente la orden del agente cubano de la CIA, Félix Rodríguez, que se hacía pasar por capitán boliviano y que antes había interrogado al Che.
Luego el cadáver del guerrillero fue trasladado en helicóptero a Vallegrande, distante unos 60 kilómetros de La Higuera, donde fue expuesto y velado en el lavadero donde se realizaron las icónicas fotos que han pasado a la historia y que se ha convertido en lugar de peregrinación. Posteriormente su cuerpo fue enterrado en secreto cerca del aeropuerto de Vallegrande, donde se mantuvo hasta que el paradero fue revelado. Exhumados en 1997, los restos del Che reposan en Cuba, en el mausoleo de la localidad de Santa Clara, donde el presidente cubano también realizó el domingo un homenaje al revolucionario.
Morales: “Si estamos con los pobres, somos de izquierda, somos de los pueblos y somos socialistas”