El Ayuntamiento insiste en regular el turismo pese a la caída de las reservas
El gobierno local estudia imponer una nueva tasa a los autocares que circulan por la ciudad cargados de excursionistas
DISMINUCIÓN DE VISITANTES
El concejal Agustí Colom reconoce un descenso de la actividad en hoteles
CAMBIO DE MODELO TARIFARIO
El gobierno plantea que los turistas paguen más por el metro y el bus con la T-Mobilitat
El número de reservas hoteleras estos días en Barcelona va a la baja. Los apartamentos turísticos también lo están notando. A falta de datos oficiales, el concejal de Turismo, Agustí Colom, reconoce que “la situación de incerteza está provocando la disminución del ritmo de reservas”, respecto al mismo periodo en años anteriores. Pese al momento delicado en el que se encuentra el sector, el Ayuntamiento mantiene sus planes y sigue adelante con la estrategia de regular la actividad turística.
La nueva medida en la que está trabajando el gobierno local pasa por gravar a los excursionistas que están durante unas horas en Barcelona, pero no pernoctan en ella. No sería un cobro directo sobre los viajeros, se canalizaría a través de la agencia responsable del autocar o la agencia organizadora de la visita.
Cada día hay entre 200 y 250 autocares llenos de turistas moviéndose por las calles de Barcelona. El circuito panorámico habitual tiene parada cerca de la Sagrada Família, en plaza Catalunya... y por la noche devuelve a los excursionistas a sus alojamientos de la Costa Brava, la Costa Daurada o el Garraf, donde pagan la correspondiente tasa turística. Según Colom, la idea pasa por requerir “una autorización para circular por la ciudad con su correspondiente tasa asociada”. La medida podría afectar a una parte importante de los 4,3 millones de excursionistas que visitan anualmente Barcelona.
El nuevo modelo de regulación planteado busca también sacar mayor partido a la zona bus, un modelo de estacionamiento para autocares ya vigente en algunos puntos de la ciudad con margen de crecimiento y optimización. Con las autorizaciones a los autocares se busca “ordenar mejor los flujos de circulación, reducir los picos en hora punta y hacer compatible la llegada de autocares desde la costa catalana con los cruceristas que parten del puerto”, según fuentes municipales. La reducción de la contaminación acústica y atmosférica es otro elemento que tener en cuenta en este proyecto aún sin calendario ni concreción.
La idea forma parte de la estrategia de movilidad turística en la que está trabajando el gobierno municipal para compatibilizar los movimientos de los turistas con la vida cotidiana de los vecinos. En este sentido, la concejal de Movilidad, Mercedes Vidal, abre la puerta a la revisión de la política tarifaria del sistema de transporte público. Actualmente uno de cada tres desplazamientos hechos por turistas para moverse por la ciudad son en metro. Más de la mitad de esos viajes –el 62%– los hacen utilizando una T-10, la misma tarjeta que emplean la gran mayoría de barceloneses. Su precio está subvencionado, es considerablemente inferior al coste del viaje para las arcas públicas. “La administración debe garantizar precios asequibles para los usuarios habituales pero el turista debería pagar el coste íntegro del título”, indica Vidal. La premisa es premiar con un precio bajo al usuario recurrente y penalizar con un mayor coste al esporádico, como pueden ser los turistas pero también todos aquellos vecinos que cogen el metro, el autobús o el tranvía de manera puntual.
El cambio tarifario planteado, en todo caso, no será inmediato. Se asocia a la llegada de la T-Mobilitat, el nuevo sistema tarifario que se empezará a probar a partir de la próxima primavera en la L9 de metro y se desplegará de aquí a dos años. Hasta entonces, la estrategia pasa por potenciar el uso de la tarjeta Hola Barcelona! que TMB comercializa especialmente para turistas incluyendo el desplazamiento hasta el aeropuerto en metro y descuentos en la entrada a equipamientos culturales.
El documento de trabajo preliminar elaborado por el gobierno municipal a partir de ahora se someterá a discusión con los agentes implicados. Entre ellos también se encuentra el Bus Turístic, que se quiere replantear en su totalidad para reestructurar las actuales rutas y fomentar la intermodalidad con estaciones y puntos en los que algunos autocares dejan a los excursionistas.