JxSí y la CUP acuerdan una reacción conjunta ante la aplicación del 155
Puigdemont aún no tiene decidido si responderá al segundo requerimiento de Rajoy
Junts pel Sí y la CUP recuperan la sintonía. Después de una semana de discrepancias públicas sobre la declaración de independencia y el levantamiento de su suspensión, anunciada el pasado martes por Carles Puigdemont en el Parlament, las dos formaciones acordaron ayer una estrategia conjunta ante la que consideran más que posible aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno español. Un acuerdo, adoptado en la junta de portavoces del mismo Parlament, que consiste en “dejar en suspenso” el pleno ordinario previsto para miércoles y jueves en espera de cuál sea la reacción del Gabinete de Mariano Rajoy después del intercambio de cartas mantenido con el presidente de la Generalitat.
Los dos grupos independentistas hicieron valer su mayoría para posponer el pleno por el “carácter excepcional de la situación política que vive Catalunya” y ante la “expectativa de que el Gobierno central pueda aplicar el artículo 155 de la Constitución”, según argumentaron durante la reunión de la junta de portavoces, en la que Cs anunció que pedirá amparo al Tribunal Constitucional por no poder celebrar con ello las sesiones de control. La CUP quería que esta semana se llevase a cabo una sesión plenaria, aunque no la ordinaria, sino una monográfica para efectuar una declaración “formal y solemne” de independencia, pero al final se avino al planteamiento de Junts pel Sí de retrasarla hasta conocer qué ocurre con el artículo 155. El resultado fue que las dos formaciones, en función de cuál sea la reacción del Gobierno español al ultimátum al presidente de la Generalitat que expira el jueves, se abrieron a convocar el pleno a partir de este día, incluido el fin de semana, si el Consejo de Ministros decide efectivamente aplicar el artículo 155 de la Constitución.
La convocatoria, sin embargo, no tendría por qué ser inmediata, y en este caso la junta de portavoces del Parlament volvería a reunirse el lunes para estudiar entonces si el pleno se celebra los días 25 y 26 y, de ser así, qué carácter tendría: si ordinario como desearía la oposición, si monográfico como querría la CUP o si correspondería llevar a cabo el debate de política general como piensa Junts pel Sí. El primer tope para tomar una decisión, en todo caso, es el del jueves, cuando Carles Puigdemont tiene que responder al segundorequerimientodelGobierno español, aunque no está claro que lo haga después de su renovada oferta de diálogo para resolver el conflicto político entre Catalunya y España, pero tampoco lo descarta.
Los partidos que integran el Govern, mientras tanto, cerraron filas con el presidente de la Generalitat. Desde el PDECat, la coordinadora general, Marta Pascal, destacó primero la “dignidad, coherencia, valentía y convicción” mostrada por Carles Puigdemont en su respuesta a Mariano Rajoy y una reunión de la dirección del partido certificó después la unidad y la confianza hacia el presidente de la Generalitat. Una reunión en la que se emplazó a todos los diputados a estar completamente disponibles los próximos días por si es necesario tomar algún acuerdo ante la posible aplicación del artículo 155 y en la que, de todos modos, se constató asimismo la necesidad de seguir definiendo, también en el actual contexto, un mensaje de partido nítido y con criterio propio.
ERC también evidenció su apoyo, pero se tomó como un síntoma de la pronta aplicación del artículo 155 de la Constitución que Soraya Sáenz de Santamaría obviara la petición del presidente de la Generalitat de celebrar una reunión entre ambos gobiernos. “Nuestra voluntad es mantener siempre el diálogo
Los independentistas posponen el pleno del Parlament por el “carácter excepcional de la situación política”
y la mediación, pero si la aplicación del 155 deja de ser una amenaza y se acaba aplicando, no vamos a permanecer impertérritos”, advirtió Sergi Sabrià, portavoz del partido. A pesar de ello, no quiso aclarar si se podría tomar como medida pedir que se levante la suspensión de la declaración de independencia.
La CUP, en cambio, reprochó a Carles Puigdemont la carta al presidente del Gobierno español e insistió en sacar adelante la declaración de independencia. El diputado Benet Salellas incluso sostuvo que “la mejor manera es que el 155 nos coja proclamados” y calificó la DUI como “instrumento de autodefensa”.