La Vanguardia

Trapero sigue al frente

El Govern interpreta que el régimen disciplina­rio no impide al mayor seguir al frente de los Mossos pese a ser investigad­o

- MAYKA NAVARRO Barcelona

La causa abierta contra el mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero no implicará su retirada del cargo.

El mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, ya ha hecho llegar su pasaporte a la Audiencia Nacional, que evidenteme­nte no llevaba encima el lunes pasado cuando declaró en Madrid. También ha comunicado la dirección de su domicilio particular para que se le asigne un juzgado al que acudirá a firmar cada quince días. Estas son las dos medidas cautelares que le impuso la magistrada Carmen Lamela, que rechazó la petición de prisión provisiona­l sin fianza que solicitaba el fiscal por un delito de sedición. ¿Puede la policía catalana ser dirigida por un jefe encausado por un delito grave en una investigac­ión? Sí puede. El régimen disciplina­rio de los Mossos es discrecion­al en este punto y otorga a la dirección general de la policía la última palabra. Y a día de hoy, nadie se plantea en la Conselleri­a d’Interior ni en el Govern el cese de Trapero. El mayor tampoco ha sopesado dar un paso atrás. Pero va a reforzar su equipo de defensa, que a partir de ahora será liderado por la letrada Olga Tubau.

El conseller de Interior, Joaquim Forn, recibió ayer al mediodía un escrito de la Audiencia Nacional en el que se le comunicaba que el mayor estaba siendo investigad­o por el juzgado central tres en una causa por sedición, penada con hasta 15 años de cárcel. El escrito no iba acompañado de ninguna otra considerac­ión, ni recomendac­ión. Se limitaba a constatar de manera oficial lo que ya se sabía.

Nada más recibir la notificaci­ón, el conseller de Interior encargó a los servicios jurídicos del departamen­to un dictamen que avale la decisión de la dirección general de la Policía de mantener a Trapero al frente de los Mossos. El dictamen podría o no, se está acabando de decidir, enviarse a la Audiencia Nacional dando por recibida la notificaci­ón y explicando que esa condición de investigad­o no obliga a su cese al frente del cuerpo. Y serviría para blindar durante un tiempo a Trapero ante la posibilida­d de que tras la probable aplicación del 155 se imponga un nuevo responsabl­e político al frente de los Mossos que quiera apartar al mayor.

La verdad es que durante los últimos años la dirección general de la Policía ha actuado de manera muy dispar ante la imputación de miembros del cuerpo. Hay que distinguir si se trata de una investigac­ión por un tema vinculado con el trabajo, o bien es por una actuación o delito presuntame­nte cometido fuera de servicio.

En cualquier caso, la tendencia, y en eso ha habido unanimidad fuera cual fuera el partido político del conseller de turno, de no abrir ni una informació­n reservada, ni un expediente disciplina­rio, ni aplicar medidas cautelares cuando el afectado cuenta con la confianza de Interior y es defendido por los abogados de la casa, del propio departamen­to.

Un caso reciente. Hay mandos de la División de Investigac­ión Criminal (DIC) de los Mossos que llevan más de seis años imputados por un juzgado de instrucció­n de Barcelona en un caso de presunta corrupción policial. Algunos han ascendido. Contaron y cuentan con la confianza de los mandos y las distintas direccione­s políticas de Mossos y tienen asistencia letrada de la casa.

Javier Aranda es abogado y trabaja habitualme­nte con afiliados del Sindicat de Policies de Catalunya (SPC). Lleva años defendiend­o a mossos en distintas causas y admite que el régimen disciplina­rio

NUEVA LETRADA

Trapero amplía su equipo con la abogada Olga Tubau, que liderará su defensa

de la policía catalana permite esa arbitrarie­dad de decidir, según convenga, si hay que abrir o no medidas cautelares cuando un policía es investigad­o.

También reconoce que el caso del mayor es “excepciona­l”, pero apunta que tiene que servir para que la administra­ción pondere con “mayor generosida­d” sus primeras decisiones cuando son otros policías los investigad­os.

Trapero no sólo cuenta con el apoyo de Forn, ayer mismo el conseller de Presidenci­a, Jordi Turull, dejó bien clara la postura de la Generalita­t en un Twitter: “Trapero no se toca”.

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