Otoño premonitorio
Estoy escribiendo estas líneas en unos días en los que el termómetro ha descendido bruscamente y una lluvia inesperada e insistente nos quiere hacer olvidar el cielo amigable, empático, del pasado verano.
Este inusual y poco oportuno cambio climático parece que quisiera prevenirnos de que muy pronto estaremos de nuevo en nuestro mundo que nada tiene que ver con la paz estival y que deberemos prepararnos con tiempo, para que el shock sea soportable, aunque los medios informativos cumpliendo con su deber nos mantengan al día. Actos de terrorismo que convulsionan a la ciudadanía y siegan la vida de personas inocentes; numerosos desastres naturales, terremotos, huracanes, inundaciones, destruyendo viviendas precisamente en lugares donde el nivel de vida de sus habitantes se encuentra bajo mínimos. Y nos informan de situaciones conflictivas, creadas primordialmente por políticos ansiosos de protagonismo. Y como en Catalunya, donde todo se centra en el independentismo, que algunos han pretendido legalizar mediante referéndum desautorizado por el Tribunal Constitucional. Me sorprende que quienes abogan por un hipotética independencia olviden sistemáticamente los riesgos que aquella entraña: salir de Europa, costes económicos que convertirían a Catalunya en un país tercermundista, desconocen la histórica frase de Sartre: “Crea una nación y provocarás una guerra”.
Lo que no debería variar es la ética política, puesto que nuestros representantes, movilizan al pueblo llano. Es escandaloso, que pidan el voto de la población con discursos demagógicos, grandilocuentes, evitando sistemáticamente mencionar la problemática que sus propuestas pueden entrañar.
El beneficioso verano aún permanece en mi memoria, en mis sentidos. La última manifestación empática que dio un hermoso final a nuestras vacaciones fue el concierto que el 7 de septiembre, se nos ofreció en la iglesia de Foixà (Baix Empordà) llevado a cabo por la orquesta de la Òpera Jove patrocinado por los ayuntamientos de Santa Coloma de Farners, La Bisbal, Parlavà y Foixà, que nos deleitó con obras de Albinoni, Vivaldi y Mozart.
Estos son los recuerdos, así como otros estrictamente privados que me ayudarán a soportar las desconcertantes discusiones políticas que se avecinan.