Todo empezó de mañana, con “un malentendido”
El alcalde de Lleida, Àngel Ros, es un usuario entusiasta de las redes sociales y de difundir sus mensajes por los medios. Sin embargo, el pasado 1-O una cosa falló. A primera hora de la mañana, el Paer en Cap declaraba a una emisora local que la policía cumplía con el mandato del TSJC de retirar urnas “de forma proporcionada”. “Me consta que la policía está actuando sin lesionar personas”. Un par de horas más tarde, Ros reclamó una rectificación de sus propias palabras y alegó que no era consciente de lo que estaba ocurriendo en algunos colegios electorales. “Ha sido un malentendido”.
Fue en vano y, desde entonces, muy a su pesar, es objeto de numerosas críticas, no sólo en las redes sociales. En las manifestaciones posteriores al referéndum, el grito de “Àngel Ros, dimisión” ha sido coreado con entusiasmo por miles de personas.
La credibilidad política del alcalde, cargo que compagina con el de presidente del PSC, ha ido menguando desde febrero del 2015 con las denuncias de corrupción presentadas por su número dos, la concejal Marta Camps. Aunque esas denuncias fueron archivadas, sus efectos se tradujeron en un retroceso histórico en las municipales del mismo año. “Todos tenemos una credibilidad y habrá un pasivo que entrará en juego, que es el conflicto. Entiendo que la suma de la credibilidad y el conflicto decidirá el resultado”, dijo entonces.
La suma de la credibilidad y el conflicto fue de sólo ocho concejales, siete menos que el 2011, que le obligó a abrazar un pacto con Ciutadans y el PP, la aritmética absoluta, un tripartito sin nombre que resiste las embestidas de una oposición aún más fragmentada, PDECat, ERC, CUP y el Comú. El proceso ha estado muy presente en el mandato municipal, pero la alianza tripartita ha impedido que prosperara moción alguna a favor de las tesis soberanistas. El alcalde Ros terminará sin problemas el mandato, pero calcular la suma de la credibilidad y el conflicto es la matemática para decidir si vuelve a ser candidato. Sin más malentendidos.